☆𝑲𝒊𝒏𝒌𝒕𝒐𝒃𝒆𝒓 𝑺𝒕𝒐𝒍𝒊𝒕𝒛𝒐

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Petting

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¿Cómo demonios habían llegado a esa situación? Sólo recordaba una pelea, gritos, murmullos maldosos, empujes y de repente tenía al Imp a su merced encima de su regazo. Sus rostros estaba llenos de ese típico rubor que el ambiente ocasionaba, sus manos tenían la tentación de tocar el cuerpo del otro, ambos temblaban de impotencia

Para Stolas era toda una magia tenerlo así de sumiso y obediente. Para Blitzo, bueno, no se podía quejar... Maldito búho, tenía suerte de tener tan buen cuerpo y apariencia, sino podría estar sepultado metros bajo tierra

En fin, se podria decir que la situación era bastante conveniente para ambos, más para uno que otro ¿cierto?

-Con esto, ¿no me quitarás el libro cierto?-Sus manos masajeaban sus hombros manteniéndose firme echo cunclillas en piernas del mayor. Blitzo era pequeño y liviano, no era tan díficil mantenerlo en cualquier posición

-¿Me estás chantajeando Blitzy~?-Descaradamente pasó sus afilados dedos por el cuerpo más pequeño quitando el saco, desabotonando ligeramente su camisa, todo eso con la intención de llegar a su trasero lo cuál logró, amasándolo suavemente

-To-Tómalo como una ofrenda-Se mordió el labio. Admitía que Stolas realmente sabía cómo y dónde tocar

¡y es que vamos! Se habían acostado tantas veces ya que había perdido la cuenta, sólo sabía que el más alto ya conocía sus zonas sensibles y dónde más le gustaba. Al igual, él también tenía sus ventajas, ya que Stolas era realmente delicado por dónde sea no era del todo díficil averiguar que excitaba al búho, cualquier toque lograba complacerlo, más aún sí ese toque venía del rojizo

-Pues, me fascina tu ofrenda-Sonrió con pícardia observando atentamente como el Imp dirigía sus manos hacia su parte intima, dudando al pequeño instante en sí hacerlo o no. El búho quitó su alto sombrero, acercándose para poder rozar los pequeños y finos labios del contrario

Ambos soltaron un suspiro entre el beso, dándose permiso de tocar al otro lo más que quisieran y pudieran. Ninguno hizo otro movimiento más esa noche, solamente toques suaves que al mismo tiempo transmitían aire de salvajismo y en algún momento, juraban que de amor

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¡uff! Me costó inspirarme para esto, siento que quedó medio meh

Publicación:7/10/2020