Bruja ¡Ayudame!

Invocación: Llamada A La Oscuridad.

Hinata observaba con curiosidad a la chica sentada frente a ella.

Si hacías los pasos correctos, podías invocar a un brujo para que te ayudara en lo que deseas, tenían límites, claro.

A cambio, debías darle algo.

La chica de cabello rosa apretaba sus puños sobre sus muslos, vacilando.

—Entonces... ¿En que te puedo ayudar? —empezó Hinata suavemente.

La chica levantó su cabeza y suspiró —Yo... Yo...

—No te preocupes, si es algo que este en mis manos, haré lo necesario. —Sonrió amigable a aquella bonita chica.

La adolescente aún estaba inquieta, Hinata sabia que las personas solían asustarse por haber llamado a las magias oscuras. Pero los brujos o cualquier cosa invocada no solían aparecer de nuevo si no les debías nada.

Hinata no tenía apuro, total itachi estaba por ahí, picando los ojos de algún animal muerto. —Me llamo Hinata. No debes preocuparte, no haré nada que tu no quieras, pero deberás ser específica para que no haya error. ¿Cuál es tu nombre?

La chica pareció relajarse un poco. —Me llamó Sakura Haruno.

Hinata se mordió la lengua, no era muy conveniente decir tu nombre antes del pacto. Se acomodó mejor en almohadón rosa donde estaba sentada —Bien, sakura-san, un placer. Soy una bruja que controla las magias oscuras, aunque eso deberías saberlo. Me invocaste para que te ayudara en algo, ¿podrías decirme que es? No juzgaré, sea lo que quieras.

Sakura observó la apariencia de su invocación. Había creído que llegaría un mujer mayor, con arrugas, en jorobada, con verrugas, un palo de escoba con risa macabra y ojos maliciosos. Pero la bruja que había enfrente era totalmente lo opuesto. Vestía un vestido negro ajustado en la parte superior y levemente volado en caída con una capa oscura. Llevaba un sombrero típico de bruja pero su cabello era largo y parecía tan suave. La piel era pálida y contrastaba con la vestimenta. Pero lo que más le llamó la atención fueron sus ojos.

Eran pálidos con un leve toque de lavanda, un brillo muy bonito Lucía en ellos. Era hermosa. Se sintió avergonzada por su propia apariencia: pijama Bob esponja y cabello atado en un pequeño nudo.

Su intención había sido invocarla el fin de semana, pero ya ni había aguantado, teniendo todas las cosas necesarias y con Karin e uno pisandole los talones, no le había dejado opción y en su desesperación había hecho lo que hizo.

—Verás, llevo varios años enamorada...

Oh, Hinata sonrió internamente, ya veía por donde iba aquello.

—Desde la primaria, si soy sincera. Él tiene ese algo que me atrapó y no puedo dejarlo ir por más que lo intente.

Hinata asintió, movió su mano sobre la Pequeña mesa que las separaba, haciendo aparecer una tetera, dos tacitas, y un tarrón de azúcar. Los ojos de Sakura se abrieron en asombro, exclamando un wow. Hinata sonrió, sirvió el té y le entregó una taza a la chica para que la endulzara a su gusto.

—Bueno... Él es mi amigo o algo así. -Murmuró tomando un cubito de azúcar y colocándolo en su taza —Tenemos unos amigos en común pero... Él no me ve como nada. Ya le confesé mis sentimientos una y otra vez ¡Pero él sigue rechazandome!

Hinata volvió asentir mientras llevaba su taza sus labios.

—Ya no se que hacer, —Exclamó abatida. —he hecho de todo. El es muy popular, y las chicas están detrás de él todo el tiempo. Tengo miedo de que alguna capte su atención y empiecen a salir. El es muy frío pero alguien debe haber en este mundo para que le sacuda el suelo, y me gustaría ser yo... —Susurró lo último.

—Quieres entonces, que te ayude a conquistarlo con alguna poción. —Afirmó, Sirviéndose más té.

Hinata se confundió cuando Sakura negó –No, bueno algo así. He visto y leído mucho, y siempre el chico empieza a fijarse en la chica que antes le prestaba atención, cuando ella ya no está detrás de él.

Hinata se perdió un poco —Entonces... ¿Qué planteaste? —llevó de nuevo la taza a su boca. Si ya tenía un idea y era lo que pensaba Hinata, no la necesitaba.

Sakura levantó sus ojos y la miró con determinación. —Quiero que seas mi novia.

El líquido que recorrería la garganta de Hinata fue hacia su nariz, ahogándose.

—¡¿Estás bien?! —Sakura se movió hasta su lado, dando palmadas en su espalda.

Cuando Hinata pudo calmar un poco la tos, con los ojos llorosos la observó sin entender —¿Co-como dices?

Sakura la miró apenada, pero sin retroceder —Yo había pensado que podrías lanzarle un hechizo o algo así.

Bueno si, Hinata había pensado en un amarre. Un muñequito... —¿E-entonces por qué me pides eso?

Sakura se sonrojó y rio con pena-Pensé en aquello y también en conseguir un chico nuevo. Pero él no me creiría. Más por que llevo desde los 12 años diciéndole cuánto lo amo. -sakura se perdió en sus recuerdos, volvió cuando la bruja se movió incomoda por el tiempo que llevaba callada- pero si hacía un amaré, entonces lo que él sentiría por mí sería mentira y yo no quiero eso, quiero que me ame por su propia voluntad.

Hinata tragó, aun si ver su papel en esto.

—Si de repente yo saliera con un chico, sasuke sabría lo que yo estaría haciendo. Pero si salgo con una chica...

Hinata abrió sus ojos. —Yo-Yo no creo que yo pueda...

Sakura hizo un puchero —Dijiste que me ayudarías... Y un brujo siempre cumple su palabra, ¡lo vi en una serie!

Hinata reconcideró su moral, ella era un bruja de magia negra, y aún el más perverso cumplía con lo que decía, aún cuando después se aprovechara o lo tornara a su favor.

Hinata no era de la clase que jugaba doblemente, pero lo que pedía esta chica...

—Además , solo pido que finjas ser mi novia. Es solo eso. Sasuke no se esperará eso-sakura junto sus manos sobre su pecho en forma soñadora —¡Y se sentirá ofendido! Si ve que lo cambie por una chica, su orgullo de hombre seguramente se dañara ¡Y vendrá detrás de mí! Todo un éxito ¡Cha!

Una gotita se deslizó por la frente de Hinata.

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