¡OBVIAMENTE SOY YO!

Effy

Effy
Hoy me desperté temprano son exactamente las 8:00 am.

Hoy llegarán unos nuevos trabajadores a la empresa, que son estudiantes élites en sus institutos y papá quiere que esté ahí para que pueden aprender un poco de ellos. Ya que he cambiado de carrera 4 veces.

Me dirijo al baño para hacer mi rutina de skin care matutinos y para ducharme. Luego de hacerlo me pongo bloqueador, un poco de corrector en mis ojeras, blush, mascara de pestañas y un bálsamo hidratante. Voy a la habitación de alado, en donde es mi closet. Tengo toda la ropa y zapatos ubicados por colores, hoy quiero ponerme algo rosa así que me dirijo a esa zona.

Escojo un vestido afelpado con perlitas y de zapatos unos botines blancos y también una bolsita del mismo tono.

Regreso a mi habitación y voy a la estantería de perfumes, hoy escogí Chanel.

Me dirijo a las 3 planta en donde está el comedor. No me gusta bajar por el ascensor porque no me gusta la sensación de mareo que da, así que bajo por las escaleras.

-Good morning -le digo a rosa que está esperándome en la puerta del comedor

-Good morning, Effy -respondió

-Para desayunar quiero algo súper rápido -dije

-¿Capuccino y tortitas? -me dijo sonriendo

-Si -respondo con voz de niña consentida y con una sonrisa de oreja a oreja -pero no le digas a mi mamá, porque después empieza con sus cosas de la nutrición y bla bla bla

-No se preocupe niña, soy una tumba -sonreí

-Gracias rosa

-Ya te lo traigo -dijo y entró por la puerta de la cocina.

Esta mesa era muy grande, tenía 10 sillas y llenaba toda la habitación. Siempre tenia que desayunar sola aunque aveces rosa se sentaba conmigo, supongo que lo hace por pena.

Pasaron unos minutos y rosa volvió con mi capuccino y mis tortitas, estaba comiendo y me había olvidado por completo  de la empresa y de mi padre.

-¿No tienes que estar a las 10:00 en la empresa? -dice rosa desde la puerta

-¡MIERDA! -dije casi atragantándome con la comida que tenía en la boca. Veo la hora, 9:50

Me levanto de la silla, cojo una tortita con la mano y con la misma el capuccino, agarro mi bolsa como puedo y salgo corriendo hacia el ascensor - GRACIAS ROSA -gritó mientras corro

Entro y marco el último piso, el ascensor comienza a bajar y yo doy grandes bocanadas de aire para no vomitar.

Llegó al estacionamiento y ahí está Antonio

-hi, Anto -lo saludo

-hola señorita -me responde con una sonrisa

-te voy a ser sincera, necesito llegar máximo en 10 minutos a la empresa ¿crees que puedas? -le preguntó, alzando una ceja.

-está hablando con él indicado -dijo y acto seguido abrió la puerta trasera de uno de los autos para que yo entrara.

Quisiera ser más responsable.