-CAPITULO II-

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La persona que había entrado por esa puerta era Kerr, me hermano gemelo... solo que el es el guapo... pero me pregunto ¿Por qué esta aquí?

Kerr es mi hermano gemelo solo que es el mayor por quince minutos, no somos para nada compatibles sé que es mi hermano, pero no somos para nada cercanos... no desde el incidente... el vive con mis padres en la ciudad de Barcelona, tiene las mejores calificaciones y es el próximo y el único CEO de la empresa familiar, y porque digo único? Fácil, hace unos años me quitaron cualquier herencia familiar, prácticamente para mis padres no existo más en su vida.

Regresando con Kerr prácticamente se define con una palabra "perfecto" ¿Por qué? Pues nunca se a equivocado, hace todo a la perfección, es bueno en los deportes, ¡LITERAL! Todo le sale de maravilla.

-Kerr – susurre, pero fue bastante audible para Kenji.

- Lo conoces? – me pregunto sin quitarme la mirada por lo que me incomode – oh! Lo siento, tu espacio personal, Gomen'nasai – lo mire confundida- jaja, lo siento significa lo siento en japones.

- Eres de Japón? – le pregunte con curiosidad, por lo cual asintió – bien.

- perdona si es incomoda mi pregunta, pero ¿Quién es el? – dijo refiriéndose a Kerr.

- ... - no sabía que contestar.

- Entiendo, descuida- me sonrió y miro al frente para poner atención a lo que estaba sucediendo.

Kerr se presentó ante la clase, todos aplaudieron y alabaron, tomo asiento a lado de Samantha, no podía apartar los ojos de él.

- Es mi hermano gemelo – conteste, Kenji voltio de nuevo a mi dirección esperando mas información- no somos cercanos, me odia- finalice.

- Por que? – me pregunto mientras ponía su codo en la mesa y apoyaba su cabeza tocando su mejilla con su mano, buscando comodidad.

- Algo del pasado – aparte la mirada hacia el frente donde Rayan ya impartía con la clase – fue ya hace 4 años que ocurrió.

Me sorprendí de mi misma al sincerarme con alguien que apenas y se su nombre y nacionalidad... pero... tenia algo que me hacia confiar en el y acogedora... como el calor familiar...

- Sabrina – hablo Kenji sacudiéndome un poco para que reaccionara de mis pensamientos.

- ¿Qué pasa? – no me volteé, pero podía sentir su profunda mirada en mí.

- ¿Por qué el maestro se molestó? – me limite a sonreír con una pequeña risa apenas audible, me miro confuso.

- A Rayan no le gusta que interrumpan su clase de esa manera – voltee a mirarlo – cuando la puerta esta cerrada significa que no molestar, tengo mal temperamento – Kenji sonrió – solo que la directora es una excepción y con ella no tiene problemas, así que no te lo tomes tan a pecho su actitud hacia ti – dije nuevamente apartando la mirada hacia el frente y con el rabillo del ojo le dije – y evita decirle maestro, todos le decimos – no pude acabar mi frase.

- Profesor Rayan ¿Cuál es la diferencia entre el oleo en pasta y oleo en gis? -pregunto un compañero.

Kenji se limito a soltar una pequeña risa, dándome entender que ya sabía como le decíamos a Rayan. Después de esa pequeña charla con Kenji no hubo mas hasta que pasaron las 2 horas de clase, dando por finalizada el día, todos recogían sus cosas y dirigiéndose a la salida despidiéndose de Rayan.

- Sabrina ¿quieres que te acompañe a tu casa? – Kenji me miraba atentamente esperando una respuesta-

- Lo siento joven Tanaka, pero Sabrina viene conmigo – dijo Rayan muy firme, Kenji no sabia como responder.

- Acaso ustedes tienen- lo interrumpi.

- No, solo es mi primo de parte de la familia de mi madre – aclare la situación – vivo con ellos así que por eso Rayan menciono eso.

- Oh! Vale pensé por un momento que tenían algo – bajo la mirada, llevando una mano a su nuca dando a entender que estaba avergonzado por su pensamiento – gommen.

- Descuide joven Tanaka, pero que sea la ultima vez que interrumpe así la clase- levando sus dedos a la cien.

- Si, ya Sabri me explico el cómo evitarlo – Rayan me miro dedicándome una ligera sonrisa – bueno, yo me retiro, hasta luego Sabrina y Profesor Rayan.

Kenji salió del aula magistral y seguido nosotros tomando camino rumbo al estacionamiento para regresar a casa. Rayan me abrió la puerta y me dispuse a entrar en el deportivo rojo, me cerró la puerta una vez que estaba arriba ya cómoda, rodeando el auto para llegar al lado del volante para disponerse a conducir.

- ¿quieres ir a casa o por algo de comer? – me pregunto Rayan antes de arrancar el auto.

- A casa, ¿olvidas de que hoy viene el señor Dylan?

- Joder! Lo olvide por completo, bueno a ponernos en marcha antes de que mi madre se moleste – dijo encendiendo el auto y poniéndose rumbo a casa de mi tía.

El viaje fue tranquilo, tardamos 30 min. en llegar a la casa de mis tíos, baje del auto y no tardo mi tía en abrazarme como si no me hubiera visto por años.

- Pero si aquí esta mi princesa- una vez soltándome y poder recuperar el aliento.

- Hola, tía Cas – le dedique Una sonrisa.

- ¡Ay! ya te he dicho muchas veces que me puedes decir mamá Sabrina.

- Mamá, sabes que bichito no se siente todavía cómoda- menciono Rayan mientras bajaba del auto – ¿ya llego el señor Dylan?

- Con que si te acordabas que el señor Dylan iba a venir- lo miro desafiante – o es que Sabrina te recordó.

- Jeje - rascando la cabeza- me has pillado.

Vivo con mis tíos hace 4 años después del accidente, mi tía me adopto y le encantaría que le dijera mamá, pero es un poco difícil hacerlo, ya que es hermana de mi madre solo que tampoco se llevan, es más, se tratan como desconocidas y no se dirigen la palabra. En casa de mis padres estaba prohibido decir el nombre de Cassandra, la hermana de mi madre, literalmente decir su nombre era como si estuviéramos en una tercera guerra mundial, pero, en casa de mis tíos no les importa escuchar los nombres de mis padres, de hecho, hasta los imitan por su forma "perfecta" de vivir.

Cuando mi tía Cassandra se entero del problema y lo grave que estaba, tomo riendas en el asunto diciendo que me cuidaría y la criaría como su propia hija, obviamente mi madre lo tomo de burla y la reto, diciéndole:

- Anda, quiero ver como educas a esa malcriada mal agradecida, luego no vengas a devolverme a esa cosa que se hace pasar por mi hija.

Lo sé, doloroso ¿no? Pero en realidad fue la mejor decisión, si no hubiera sido por mi tía estaría siendo tratada como mucama o mayordoma de ella, realizando las peores tareas.

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Espero que les haya encantado este capitulo de esta historia, nos vemos en el próximo episodio

Esta historia se actualizara los días Lunes y Jueves

Black & Yellow (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora