La transmisión en vivo de la emperatriz II

Capítulo 384: Terremoto en Shangjing (XVI)

Traductor: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

Jiang Pengji raspó el suelo con sus pies. Luego tomó al azar una rama y dibujó un rectángulo irregular en el suelo. Con unos pocos trazos, se formó un mapa regional de la ciudad de Shangjing. Durante su tiempo en Shangjing, básicamente se paseaba sin un propósito. Sabía de memoria el plan regional de la ciudad.

Buscar y rescatar al azar no iba a funcionar. Solo sería una pérdida de tiempo. La mayoría de las áreas fuera de los límites de la ciudad no pudieron ser atendidas.

Incluyendo el personal disponible de las dos residencias, además de los jóvenes contratados, todo el equipo de búsqueda y rescate solo contaba con 71 personas.

Ella trazó el camino que quería que las personas tomaran para maximizar los niveles de eficiencia.

"Todavía hay muy poca gente ..." El rostro de Feng Jin estaba pálido. El número de personas ni siquiera era suficiente para cubrir la zona este de la ciudad.

"Haz lo mejor que puedas y deja el resto a la voluntad de Dios. Si el emperador puede proporcionar algo de mano de obra, puede ser más fácil para nosotros ".

Xu Ke estaba tan cansado que estaba jadeando. Sin embargo, los labios de Jiang Pengji estaban secos y pálidos, su ropa estaba empapada de sudor y sus manos estaban heridas. Al verla, no se atrevió a emitir un sonido, sin importar lo difíciles que fueran las cosas y lo agotado que estuviera. Se tragó la fatiga hasta el estómago.

"La noche caerá en otras seis u ocho horas. Esto es lo problemático ... "Jiang Pengji expresó la dificultad que las dos personas a su lado no podían soportar decir. Su voz era ronca.

El equipo de iluminación en la antigüedad era ineficaz. Los ricos podían hacer fuego con velas; la gente más pobre usaba lámparas de aceite; mientras que las personas afectadas por la pobreza se lavaban y se iban a la cama tan pronto como caía la noche... Después del terremoto, era concebible cuán grande fue el impacto en los esfuerzos de búsqueda y rescate sin ningún equipo de iluminación durante la noche.

Se podría decir que, a excepción de Jiang Pengji, los otros básicamente ya no eran útiles.

La única buena noticia era que el cielo se oscurecería más tarde ahora que era verano.

Feng Jin dijo: "Tenemos que rescatarlos incluso si tenemos que sostener velas. Las vidas humanas son preciosas. ¿Cómo se pueden comparar las velas con eso? "

Las familias adineradas gastaban mucho en velas, por lo que las velas encontradas en los almacenes de las dos residencias lograron hacer una caja. Se estimó que durarían una noche.

Sin embargo, la luz de una vela era incomparable a los brillantes rayos del sol. Definitivamente causaría un gran inconveniente al esfuerzo de rescate.

Jiang Pengji levantó la mano para masajearse las cejas. Tenía muchas ampollas en las palmas y muchas de ellas habían estallado debido a la fricción. Otros que los vieron sintieron un dolor en sus manos, pero ella fue completamente indiferente, como si no pudiera sentir ningún dolor. "Eso es todo por hoy. Túrnense para descansar. Todavía tenemos trabajo por hacer esta noche ".

Había solo un pequeño número de personas. No todo el mundo era tan incansable como ella. No pudieron soportar el esfuerzo de búsqueda y rescate de alta intensidad durante todo el día y toda la noche.

Jiang Pengji extrañó a sus propias tropas una vez más. Todos estaban bien entrenados y eran mucho más fuertes que la gente común.

"Ojalá las tropas pudieran estar en el aire en este momento..." Ella sonrió amargamente y tomó un cuenco de agua tibia de Taxue. Inclinó la cabeza y terminó todo el cuenco. Sintió que no era suficiente cuando lo terminó, por lo que le pidió a Taxue que le diera otro.