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A pesar de que Yoongi quiso comprobar que era falta de sexo se dió cuenta que no era así, y más cuándo ni siquiera llegó a la erección estando con Jennie.

-Encerio Yoongi -Dijo está molesta - Te di tú espacio y solo me dices que dejemos lo nuestro de años.

Yoongi solo miro a otro lado, queria ver a ese joven, quería estar a su lado y tal vez, solo tal vez tener algo de una noche.

-Te estoy pidiendo tiempo.

-¿Tiempo? -Dijo está incrédula- Nos vamos a casar Yoongi.

El pálido solo la miro por un corto tiempo, su mirada se desviaba y no podía mirarla, no ahora que sentía tanto deseo por alguien más que no era ella. Por otro lado Hoseok solo suspiraba viendo a la nada, el vacío de la noche era tan grande en especial cuando Yoongi salía, con un poco de frío se levantó dirigiéndose a la segunda planta.

Efectivamente, el dueño de aquella mansión aún no llegaba, su olor se hacía fuerte y el deseo de que alguien lo tuviera era grande, Hoseok quería algo más, se dejó guiar por el olor débil de Yoongi, el cuál se encontraba en toda la casa, siguió sus pasos hasta el cuarto oscuro, dónde Yoongi solía pasar la mayor parte del tiempo.

Un saco se encontraba en aquel perchero y bajo la luz tenue que entraba por la ventana, Hoseok se dejó llevar por sus impulsos, con el saco pegado a sus fosas nasales, su pecho subía y bajaba por la respiración agitada, sudor corriendo por su frente, ojos cerrados y pecho pegado a la fina madera del escritorio bajo de él.

No sabía cuánto tiempo llevaba pero el placer era tan grande, y más gemir el nombre de aquel pálido, con un poco de cuidado trato de tocarse para correrse, pero algo lo detuvo.

Unos ojos gatunos le miraban como si quisiera penetrar su alma hasta encontrar rastro de culpa alguna.

Lips On Lips (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora