𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 1

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Buscar lo inevitable, no es más que un constante y propenso error de cualquier ser, la realidad es diversa, y cada aspecto de ella nos eleva al otro, el pensar, el creer, nos lleva a la misma ruta del destino, aquella que descartamos tanto, aquella que no comprendemos, aquella que me llevo hasta ti...

(...)

"Encontremos lo bello de cada instante y cada instante podría ser bello"

Otra de las ridiculeces de Gemma, aquellas que repetía cada pequeño espacio de tiempo, desde el inicio de la eternidad, que justo tal como siempre perdían solemnidad. Solo ir y venir, por la prosperidad de la humanidad, eso hacía Harry Edward Styles.

Nombre que el mismo se había designado, pues un simple Harry, sonaba poco ostentoso, y no muy refinado, y tan solo cuando los primeros humanos decidieron formar sus primeros manuscritos fijos, robo algunas de sus letras y creo su nombre, algo solo para él. Un nombre que en momentos tales como ese, mientras observaba desde arriba, sobre el borde de una nube, contemplando a la humanidad, justo en esos instantes lo hacía sentir tan indefenso, como si todo no sirviese de nada. No le molestaba su vida, en lo absoluto, servir para proteger a la humanidad, había sido lo mejor que le había pasado en su vida, lo único que le había pasado.

—. ¿No es precioso? — Gemma con una increíble sonrisa tal como siempre se acercó a su compañero, y se sentó sobre el borde de aquella gran nube que el universo les brindaba.

Harry no parecía inmutarse, tras años se acostumbró a las inesperadas apariciones que venían de "Κόσμημα", ángel de la prosperidad y la abundancia, alguien que más que compañera, era tal y como su familia, o lo más cercano a ella. Después de milenios inciertos ella se permitió apodarle Gemma, pues Harry tiene un arduo poder de convencimiento, ella era de lo único que le quedaba a Harry.

—. Dime Gemma, qué te parece precioso. ¿Quizá la solemne contaminación en el aire o la extensión de basura en el planeta? — mencionaba con estruendo, tal como ya hace un tiempo, sin esperanzas.

—. Ven toma asiento... — Y Harry solo pudo obedecer a su mayor, sentándose en la orilla de esa nube, dejando sus piernas caer con ligereza sobre la misma.

—. Aún no entiendo lo que es precioso — y otra vez revisó, la vista sin nada en especial, tal como era costumbre para él.

—. Ese árbol, es precioso... — ella lo señaló, con su dedo índice buscando mostrar un poco de su creencia.

—. Es un árbol, Gemma solo eso. — bufó con infortunio.

Gemma no podía entender porqué el ánimo tan desesperanzador de Harry, pero no evitaría que ella lo intentará, una y otra vez, hasta que él, lo notase

—. Cierra tus ojos e imagina. — Gemma intentaba de nuevo, convencerlo que aun existía belleza, en este mundo.

—. Esto es estúpido — Cuestionó

—. Calla, e imagina — Solo pudo asentir y hacerlo, pues sería más fácil que ganarle una discusión a su Gemma.

—. Ese árbol, está lleno de vida, ese pequeño árbol crecerá, y servirá de refugio para aves y ardillas, que compartirán sus recursos para sobrevivir, de esas ramas, tendrá flores y frutos, y aquellos frutos tendrán maravillosas semillas, que continuarán su ciclo, por eso es precioso. Los millones de vidas que mantendrá un solo árbol.

Harry solo pudo abrir los ojos de nuevo, y delimitar que quizá aun quedaba un poco de esperanza en él y que incluso en el caos había belleza.

—. Gracias, realmente lo necesitaba. — Harry se levantó de aquella nube y peino un poco su rizado cabello con la intención de parecer presentable para su siguiente objetivo.

Seres DivinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora