El Infierno ( primera parte)

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Recuerden chicas, desde aquí las cosas se pondrán más intensas, en esta parte serán recopilación de relatos de personas que han vivido este tipo de esclavitud.

Inglaterra

William tenía que salir de giras por Europa, Asia y África, no tenía mucho tiempo y  no encontraba la manera de comunicarse con Candy, pues sabía que si le escribía sus cartas serían interceptadas, pero sentía una gran opresión en su pecho, el solo pensaba que todo debería estar como siempre, ni en sus más locos sueños pensó que su tía fuera capaz de la bestialidad de vender a Candy. Así se la paso el tiempo entre trabajos y estudios, a veces iba a fiestas por puro compromiso pero desde que Candy es su mujer no tenía, ojos para ninguna otra, así que se dedicaba únicamente a platicar con ellas pero prefería irse con los inversionistas, así paso mucho tiempo.

En México

Después de la apaleada que le dieron y obligarla a abortar se hiso amigas de varias de las niñas secuestradas que estaban con ella, le contaban que cuando las llevaban con el señor García les daban algo que las hacían sentir alegres y con energía, después del el las obligaba a hacer cosas de las que no querían hablar por vergüenza, pero se sentían sucias, el solo decía que les enseñaba lo que debían hacer con los clientes pues debían hacer lo que ellos querían y dejarlos satisfechos, un día después de ir donde García, Amalia una niña de doce años  no regreso, lo que escucharon es que se les había pasado la mano con ese te de una planta llamada Floricunda, está les hacía tener delirios y estar frenética, también despertaban su apetito sexual, cosa que le permitía a García a hacer lo que quisiera con ellas.

Un día arreglaron a Candy y se la llevaron a García, ya no tenía seña de la golpista que le dió.

- tomate eso, le dijo García señalando una tasa.

- no dijo Candy.

- a mí no me vengas con tonterías si no haces lo que te digo te volveré a golpear.

- pues golpearme no me importa, prefiero morir antes de que usted me haga algo.

- Plaf le dió una cachetada, colocándola de lado, puf le dió un golpe en el estómago, niña vas a aprender o te la vas a pasar mal y si lo quieres que traiga más niñas y niños de ese orfanato del que salistes harás lo que yo diga, nadie sabe que estás aquí, así que ni tú querido William podrá dar con Tigo, así que no creas que alguien te ayudará, sabes tampoco recibirás nada, todo se dividirá entre Elroy y yo, tú solo recibirás tu alimentación y vestuario no ocuparse mas ahora bebé, dijo García.

- Candy con lágrimas en los ojos lo tomo y en ves de ver a García, miro a William, amor dijo ella, venistes a rescatarme.

- García le quitó el vestido y le dijo, ahora aprenderás a disfrutar de todo y a darle placer a los clientes, te prepararé como a las demás para que te desempeñes bien, como ya no eres virgen puedo ser rudo con Tigo.

- Le quitó el pequeño camisón que llevaba, luego le amarro las manos una con otra y las piernas las amarro a la pata de la mesa, luego la pentro le halo el pelo con furia, Candy estaba en una neblina, sabía que no era William quien estaba tomándola, ahora solo le quedaba su recuerdo para soportar esta nueva vida tan difícil que le estaba tocando vivir, las lágrimas fluian como manantial en cada embestida que le daba, luego le introdujo tres dedos dentro del culo, desflorandolo, cada ves que ella lloraba y se quejaba, era golpeada con un pequeño látigo, para que dejara de hacerlo, luego sin más, le penetró el culo, e inicio sus enbestidas, Candy se sentía sucia, la bruma que le produjo la droga ya había desaparecido y ahora sabía que esto era una pesadilla, estaba segura que viviría un infierno en la vida real.

Luego eyaculo en su culo.
- Candy vomitaba ha arcadas producto del miedo, la ansiedad y las náuseas que tenían. Una ves termino, el se limpiaba, mientras ella temblaba del miedo y la tristeza, solo quería llorar, nunca pensó que mi vida cambiará tanto para mal de un momento a otro.
- luego la sacaron y vio que de otro cuarto sacaban a un niño de escasos siete años, en ese momento dió gracias a Dios porque su hijo no nació y no vivió ese tipo de vida, desde ese momento, Candy sabía que solo podría orar para que su vida cambiará y si podía ayudar a alguien en el proceso lo haría costará lo que costará.

Continuara..........  

Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora