Cierra los ojos

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18/agosto/2014

Daniel no soportaba más, el desespero de no saber nada se Sofia... No sabía mucho de ella desde hace dos días. Así que esa noche, salio directamente hacia donde ella, estaba cansado, sus dos ultimas noches habían sido eternas, no lograba dormir, una parte de el lo hacia estar despierto, solo sentía un vacío, una parte de el estaba sufriendo.

Esa noche, bajo en medio de la lluvia, hacia un frío mortido..  Y solo se podía sentir Las gotas de agua, golpeando fuertemente contra su chaqueta...

Al llegar a la puerta... Solo sintió vacío en su pecho.. "Sofia... " pensó

Toco, y un eco se sintió en la casa, sintió una pequeña escaramuza sacudir su cuello, subió su capota para protegerse del frío, toco de nuevo, esta vez el eco se escucho mas lejano.. Era como si todo en su interior se había esfumado.

Sofia en cambio estaba adentro, tirada en la cama, no había salido en dos días, se sentía débil, vacía, destrozada, solo abrazaba su almohada... No había dormido mucho y mucho menos había comido. Sentía que tocaban, pero no quería salir, estaba desastrosa... Su maquillaje de hace dos días recorría su mejilla, hasta perderse en el cuello... Su ropa estaba sucia, y su voz quebrada, no quería que nadie la viera así.

Daniel la había llamado muchas veces en dos días, su celular estaba en la cama, pero no quería tener que hablar con el, no quería decirle porque no había llegado esa  noche...

Escucho de nuevo el sonido de puños contra la puerta, no movió un musculo, se quedó allí tirada.

Daniel sonrió calmado a ver a Leidy llegar...

- Hola - dijo Daniel mostrándole una sonrisa y alzando su mano para saludar a Leidy - quería saber de...

- Sofia... Esta adentro,¿ no tocaste? - contestó ella, con voz serena y algo alegre

Daniel quedo perplejo... ¿

Era tan obvió ?

-Ehh.. Si.. ¿Esta adentro ? - dijo Daniel

-Ha estado enferma los últimos dias, si quieres entra, pero no se sí quiera verte ahora -contesto Leidy abriendo la puerta, miro sonriente a Daniel que sin pensarlo dos veces entro con ella.

- Oye Sofia te vienen a...

- No estoy para nadie... Dile que se vaya contesto en seco Sofia, no había girado a. Ver a Leidy... Solo contesto con su. Cabeza baja.

- Lastima, te traía algo... - Contestó Daniel, sin dejar que Leidy le impidiera entrar.

Sofia quedó helada, estaba allí... Daniel estaba allí... Giro su rostro para ver lo que había escuchado era real.

Y allí estaba Daniel, había una tenue luz sobre el el, la luz atravesaba la ventana y contrastaba con la oscura chaqueta de Daniel.

Daniel bajo su mochila, no pesaba pero quería estar cómodo.

Sofia lo miro consternada, el estaba allí, frente a ella, había visto su rostro, pero pareció no importarle, sólo se agachó, sacó algo de su mochila, y se levanto de nuevo.

- Vamos, cierra los ojos petacona, es una sorpresa... - dijo Daniel con tono alegre.

- Sal, no quiero que. Me veas así - Contestó sofia agachando si cabeza y reposando la sobre la almohada

- Yo los voy a dejar solos, tengo, ehh.. Voy a.. Ehh.. Ya regreso - Hablo Leidy mientras salia, estaba incomoda en ese espacio.

Al cerrar la puerta el silencio domino en lugar.

- ¿ Que te pasa ? - pregunto Daniel acercándose a la cama

- No me pasa nada, solo.. Quiero estar sola, ehh.. Estoy enferma, y no quiero que te acerques... No quiero que te sientas como me siento ahora.

-  ¿Quieres contarme algo ? -Pregunto de nuevo Daniel

- Vete, estoy espantosa.. Mañana vienés si quieres, tal vez para eso yo ya este mejor.

- No... ¿ Que te pasa ?

- No pasa nada

- ¿ Y por que lloras ?

Sofia no se daba cuenta, las lagrimas comenzaron a recorrer su mejilla por el camino que señalaba su delineador, las lágrimas se confundían con lo oscuro de este.

A lo lejos la puerta se cerraba, solo estaban ellos dos en la casa, sin mas demora, Daniel la abrazo, ella quedo abrumada con ese abrazo, realmente no se lo esperaba, trato de separarse, pero sus brazos no querían hacerlo, sólo recostó su cabeza en el hombro de Daniel, y lloro... Lloro por una largo rato, Daniel la abrazaba, no sabia que hacer, solo.. Eso abrazarla.

- Te traje algo... - Dijo Daniel mientras sofia se apartaba de su lado, buscó en su mochila de nuevo, pero no encontró nada, después, volteo hacia la puerta... Y encontró allí lo que buscaba.

Se acerco rápidamente a la bolsa que yacía al costado de la puerta, todo se encontraba en total oscuridad, pero la tenue luz que ingresaba por la puerta hacia contrastar en algo a los objetos regados en la habitación. Después de esto... Cogió algo y lo escondió en su mano. Miro a Sofia y se acercó de nuevo a ella.

- Bueno, cierra los ojos - dijo de nuevo daniel desenvolviendo una agradable sonrisa

- ¿ Que tienes en la mano ? - pregunto Sofia acercándose a el, en un leve. Momento quedaron tan juntos, ambos sentían el calor del otro, ambos sentían las respiraciones agitadas, el corazón a mil por minuto, los ojos de Daniel se encontraron con los de Sofia. Solo se acercaban.

Sofia cerro los ojos sabiendo lo que estaba a Punto de  ocurrir, Daniel acerco mas sus labios a los de sofia, a casi sentirlos, ambos se quedaron en silencio, esperando el sgte momento.

Pero algo sonó entre ellos, un golpe en seco de algo que chocaba contra el suelo, Sofia abrió los ojos, sorprendida y Daniel se apartó sin querer hacerlo, se agacho intentando encontrar lo que hacia caído de su mano. Vio a Sofia y le entregó su tan apreciado y extraño objeto, era una. Manzana...

- Me preocupe, y no se si haz comido algo o no, pero te traje fruta fresca.. Es algo estúpido pero...

Quedo en silencio, Sofia se había lanzado encima suyo para abrazarlo. Después le mostró una gran y hermosa, muy hermosa sonrisa... Ya no se veía triste.

Al llegar a casa, los padres de Sofia se sorprendieron al ver a su hija en pie, se habían preocupado demasiado cuando esta no quería salir de su cuarto, decía que estaba enferma.

Pero la sorpresa fue aún mayor al encontrar a un chico preparando algo en la cocina.

- Mucho gusto, ehh.. Yo soy, emm.. Daniel - dijo mientras veía al padre de Sofia envolviéndolo en su mirada,- soy amigo de su hija, y... Ehh Quieren spaguetti estan recién cocidos, y quedaron deliciosos.

" ¿Que mierdas acabo de decir?  Spaguetti " pensó mientras mostraba un sartén.

Enamorado de ella!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora