Algo Diferente... ¿No?

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Daniel y Sofia salieron al encuentro de Andres, no creo que fue una caminata muy larga, aunque quedaba lejos de la casa de sofia, ambos se fueron riendo y hablando de mil pendejadas que se le ocurrían a Daniel, (aun hoy pienso que Daniel tenia ese don, aunque a veces el no sabia que hacer, creamen el nunca sabia que hacer después de tocar la puerta de Sofia, solo se paraba como un completo idiota pensando que decir cuando la ella saliera, tenia muchas ideas para eso, hablar sobre... Algo, pero cuando ella salia, el mundo completo desaparecía, solo quedaba ella, y creo que eso era la magia de ellos, había por lo menos uno que entregaría todo para que el otro, sin importar cuanto se sufriera, su felicidad era la felicidad de los dos, y Daniel estaba dispuesto a eso)

Volviendo a nuestra historia.
Mientras Daniel y Sofia llegaban a casa de Luisa, Andres miraba como ella y su cita hablaban felizmente sobre una cursi película de amor, 3msc, Andres le pareció gracioso, aunque yo lo llamaría irónico, mientras dos personas felices hablaban sobre estupideces demasiado importante para dos enamorados, había una tercera persona sufriendo por lo mismo, aparecer el amor no es lo suficientemente justo con los todos en el amor.

-Mierda, ¿por que demora tanto? - pensaba Andres una y otra vez - Daniel coño.

De momento su celular sonó, de manera tan fuerte y alta que Luisa y Harold miraron hacia la ventana, encontrando a un Andres triste y con evidentes marcas de haber llorado, luisa al instante se preocupo. Miro a Harold y este le sonrió, ella sintió cierta calma. El se acercó.

Ambos se besaron

- Oye campeón, Jajajaja, mierda suenas agitado - Andres no soporto ver el suceso acabado de pasar entre Harold y luisa- ven, estoy en la esquina de la casa de luisa, traje refuerzos. Acto seguido Daniel colgó.

Andres se arreglo, cogio su chaqueta verde y salio por la puerta, no se despidió, y tampoco debería hacerlo, una parte de él había sido rota hacia un minuto, no era orgullo, esto se llamaba dignidad.

Al subir las escaleras que conducían a la salida del conjunto de casas en el que vivía Luisa, encontró a Daniel sentado, sabía que había traído refuerzos, pero imaginaba cervezas, algún cigarro, tal vez algo que diría risa, quería subir su ánimo, no desanimarse más con lo que veía.

Sofia y Daniel, sentados, uno al lado del otro, ambos con sus ojos cerrados, sus manos se encontraban detrás de Sofia, en punto cerca de su cadera, Daniel inclinaba su cabeza hacia la izquierda, Sofia hacia lo mismo.
No sabría como explicarlo, pero Andres ver a su amigo, no sintió felicidad absoluta (así se lo haría saber más adelante) por su amigo, la envidia a matado muchas amistades, Saben?

Pero Sofia merecía ser envidiada, Daniel se había ganado más de lo que pensaba, el había ganado una diosa en todo el ancho de la palabra, ella es la clase de mujer que matan a los hombres, sonrisa enorme, unos ojos en los que podía ver un universo, una mente imposible de descifrar, y una personalidad, seria imposible de definir la.

Andres giro sobre sus talones, el otro lado de la calle se veía oscuro y distante, muy solitario. Se dispuso a caminar.

- Chando, tú no te vas a ningún lado

El grito detuvo a Andres, Daniel se acercó y hablo sobre lo que pasaba, Andres solo cayo, y siguió caminando, Daniel miro a Sofia y esta pudo ver que su querido tupido estaba herido, Daniel se sentía triste e imponente por no saber que hacer nada por su amigo.

Sofia bajo del pequeño pedestal en el que se encontraba y se acercó a Daniel, el la abrazó pero sofia lo sintió algo distante, Daniel estaba preocupado por su amigo.

- Yo soy algo buena hablando de estos temas, ¿quieres que hable con él?

Daniel la miro, creo que ella jamás lo supo, pero él agradeció, hasta el último momento de su amistad con Andres por lo que sofia hizo.

- Andres espera, ella te dijo lo de Harold, ¿cierto?

- ¿Daniel te dijo?

- ella me dijo hace mucho, oye lo siento Andres, pero debes entender que ella no merece alguien que sea tan tierno.

Ya Andres deja de llorar por una mujer boba, mira sécate esas lágrimas - sofia paso sus lágrimas por el rostro - y vamos con Daniel.

Ambos llegaron con Daniel, sofia se sentó a su lado y Andres se paró al frente de ellos.

Después de un tiempo de hablar de mil estupideces la charla se convirtió cálida

- Vamos Andres, es solo una mujer, hay muchas en el mundo, no tienes que sufrir, imagina un acuario lleno de peces - Daniel sintió el peso de sus palabras y silencio sus palabras de inmediato, Sofia lo miro y luego miro Andres, Sofia río primero y luego todos rieron juntos.

Al acabar la noche Andres se fue más alegre, Daniel propuso acompañarlo a casa, ya saben para que no se sintiera solo, pero Andres rechazo, el prefería estar solo, quería pensar en todo lo que había pasado, se despidió de ambos, agradeció a Sofia por la ayuda, y se marchó, Andres tenia una vida dura, su madre sufría de un alcoholismo, su padre no lo reconocía, se crío algo apartado de algún centro urbano, y sus amistades, además de Daniel y algunos otros, no eran las mejores.

Siempre sintió un vacío al pensar con quien estar, no tenia mucha suerte respecto al amor, pero esta noche había sentido algo nuevo, se había sentido parte de algo, algo más grande, en ese momento en el que Sofia se había acercado a él, había secado su rostro y se había preocupado, más sin contar el sentimiento de envidia que había sentido en el momento en el que Daniel se besaban.

¿Acaso estaba sintiendo algo más por la chica de su amigo?

Mientras todo esto pasaba en la mente de Andres, Daniel y Sofia bajaban a casa, acepto que ya era tarde, y más para una señorita para llegar a casa. hablaban sobre como sofia pensaba que estaba conformado el mundo.

- Sofia!!, Te digo que los caballos del mar tienen una pareja para toda la vida.

- Jajajaja son hermosos, quiero conocer uno.

- Sofia, sobre lo del acuario, solo quiero que sepas

-¿que solo soy un pez?

- tú sabes que para mi no eres eso.

La casa de Sofia ya se veía

- ¿Que soy? - dijo con tono desafiante

- No sabría cómo decirlo

- ¿O no me lo quieres decir?

- no quiero admitirlo que es diferente

Ambos se sentaron en el anden frente a la casa de Sofia.

- Bien

- Mírate, estas rojita... ¿Estas brava?

-...

- Me importas, ¿bien?, y no se como, ni siquiera se cuando, no tengo un momento predeterminado para decirte que me importas, solo se que eres muy importante, y que no quiero que te alejes, Sofia Escobar... Te adoro, y así intentes hasta lo imposible para alejarme de ti, y así lo logres, jamas me arrepentiré de haberte conocido.

Sofia lo miro, Daniel siguió con su mirada firme, no había rastro de arrepentirse de esto.

- Y bien Tupido, ¿era tan difícil?

-...

- Te diré algo Daniel - sus ojos se fijaron en Daniel - No hace mucho hubo alguien muy similar a ti, ¿Sabes?, era una persona mágica, me entendía a la perfección, amaba pasar tiempo con él, Amaba estar con él, amaba lo que él me decía, amaba su voz y más aún lo amaba a él - por un momento Daniel bajo la mirada - Pero él se fue a una ciudad, allá conoció a alguien, ella también se enamoró de su voz, de su sonrisa y como yo se enamoró de él... No hubo mucho que yo pude hacer para evitarlo, y de un momento a otro... yo ya no existía.

Lo que te quiero decir... - Sofia tomo saliva, miro a Daniel y alzó su mirada, Daniel la miro a los ojos - No voy a enamorarme dos veces del mismo hombre - sonrió y se acercó a él - pero tú no eres David... ¿cierto?

Y lo Beso.

"bien gente, he vuelto... Espero que les haya gustado. La próxima semana un nuevo capítulo, Jajajaja
Saludos :v

Enamorado de ella!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora