PRÓLOGO
Victimas de lo mundano, de lo realista, obstinados a no creer en lo irreal. Jane es una de ellas. Sin saber cómo, se aleja de la realidad desdichada que llevaba en su vida dispuesta a obtener una levitación espiritual y sublime, comienza una travesía con aquello que jamás creyó sería la pieza perfecta en sus suculentos intentos de ser feliz. Así lo sofisticado se convierte en su día a día, el sopor de su realidad la hace llegar donde nunca pensó transformando su camino en una ceguera irrefutable pero sin duda la más maravillosa de su existencia.