❛❛ 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 ❞ ␥𝘬𝘰𝘰𝘬𝘵𝘢𝘦␥

𝟐

❛❛¿Aterrador? Para nada❞

Pisadas cada vez más cerca de su escondite y él solo podía tiritar de miedo. Se metió debajo de la cama intentando ocultarse; el ser junto a él era bastante grande, pero logró escabullirse para no estar a la vista fácilmente, todo en tiempo récord.

Básicamente, estaba intentando engañar a la muerte misma.

—Bien, bien... Sé que estás aquí.

Sus palabras arrastradas, era de esperarse que el novio de su madre estuviera ebrio, es decir, lo había visto más veces borracho que sobrio.
Solo lograba ver sus zapatos caminando por toda la habitación tratando de encontrarlo y eso lograba ponerlo increíblemente nervioso a cada segundo que pasaba.

—¿Quieres jugar... Al escondite?

Abrió el armario y se quejó en voz alta cuando no encontró al niño dentro, pero solo había otro lugar donde podía esconderse, y Kim lo sabía. Estaba perdido, era su fin.

Taehyung temía por su integridad e incluso hasta por su vida, el miedo aumentando a cada segundo. Quería llorar, esconderse, ser invisible para siempre.

¿Por qué el mundo era tan horrible?

Deseaba con todas sus fuerzas salir de ahí, ser un superhéroe como los que admiraba de niño, sacar valentía y fuerza de su patético miedo.

La última vez que el sujeto trató de abusar de él y se defendió, terminó con incontables heridas y golpes que todavía no sanaban.

Su piel tan bonita, manchada con horribles hematomas. Miró con tristeza las marcas en su cuerpo y sintió la primera lágrima salir.

Comenzaba a sudar frío cuando el tipo se dió el tiempo de rodear la cama, bloqueando la puerta de algún modo, su única salida y esperanza.
Se agachó a un costado, pero no asomó su cabeza; seguro de quién se encontraba ahí y tanteando con su mano intentando hallarlo, usando su puro sentido del tacto.

Taehyung hizo su cuerpo aún más pequeño en una esquina, cubriéndose; entonces el mounstro colocó una de sus extremidades al alcance del otro sujeto.

El castaño lo miró con extrema curiosidad.

—Eso es. Ven con papi.

No sabía que era lo que el monstruo "pensaba", no sabía si era conciente del peligro que corría.

Vamos, era como el amigo imaginario, que no era imaginario, que nunca había tenido durante su infancia. Se preocupaba por el monstruo, aún si sonaba ridículo.

El hombre sintió un brazo a su disposición y lo tomó con fuerza, y Taehyung casi pudo percibir como una siniestra sonrisa se formó en el rostro del sujeto.