No puedo ver. Alguien me está ahorcando.
No puedo respirar. Tampoco puedo dejar de llorar. Veo una silueta moviéndose encima de mí.
Esto no tiene fin, pensé. Quería gritar, pedir que se detuviera; pero sabía que no iba a servir de nada.
—¿Te gusta eso, Baekkie? —Alcancé a escuchar, junto a mí. Mi cuerpo tembló.
No podía responderle. Cada vez que intentaba formular una palabra o frase un suave "Shh, si haces ruido pueden descubrirnos" era pronunciado.
—No quieres que tu madre se entere, ¿no es así? No quieres que sepa que eres una puta. —Una mano cubrió mi boca con fuerza cuando no pude controlar mi voz. Sentí que unas cuantas lágrimas se escapaban—. Cállate. Si haces demasiado ruido van a verte. No queremos eso, ¿verdad?
Quise quejarme. Al parecer se dio cuenta, ya que la presión sobre mi boca aumentó.
Ardía. Dolía. Dolía mucho. En especial cuando el cuerpo sobre mí se movía.
Él rió cuando vio que no pude aguantar mis ganas de ir al baño. —Mírate. Te estás meando encima, Baekkie. Eres tan sucio, pequeño. —Mordió mi pecho—. Te sientes tan bien.
Eso es bueno, pensé. Por lo menos lo hacía sentirse bien.
—Eres perfecto. Pareciera que estás hecho para tomarme, pequeño. —Gruñó el hombre—. Naciste para convertirte en una puta. Eres tan bueno.
Sonreí, y no aguanté mis ganas de hablarle.
—Beomseok... —Dije lo más bajo que pude, incapaz de mirarlo—. Beomseok hyung.
Me golpeó antes de que pudiera darme cuenta.
—No digas mi nombre, joder. —Maldijo mientras movía mi cuerpo, dejándome sobre mi estómago—. Sólo... cállate, ¿quieres?
Asentí, sintiendo cómo se movía e invadía mi cuerpo nuevamente.
Ardía, igual que la primera vez. Era una sensación incesante.
[...]
Baekhyun se levantó más temprano de lo habitual para preparar el desayuno para los dos. Necesitaba calmarse, después del sueño que había tenido. Había sido un sueño repetitivo durante las últimas semanas, y cada vez que despertaba estaba agitado.
Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Y al mismo tiempo lo sentía oprimido. Era como si dejara de ser él mismo durante un tiempo, como si volviera al pasado.
Chanyeol seguía profundamente dormido, en medio de la cama; ni siquiera pestañeó cuando Baekhyun se salió escurridizamente de entre sus brazos. El pelinegro vio una de sus sudaderas favoritas y pensó que sería una buena idea tomarla prestada. Creía que tener un olor familiar cerca lo ayudaría a relajarse.
En los últimos días, descubrió que le gustaba el olor de Chanyeol. Olía a hierbas, a bosque, y tenía una ligera nota varonil.
Se imaginó que, debido al clima frío, sería bueno hacer algo caliente. Decidió preparar leche con chocolate y unas tostadas para los dos. La casa de Chanyeol estaba fría, debido al aire que se filtraba por los bordes del ventanal de la sala de estar. Mientras el agua hervía, caminó hasta el cristal empañado, limpiando el área frente a sus ojos para ver al exterior.
Chanyeol ahora tenía una casa con un hermoso jardín, como siempre había querido, según lo que recordaba. Estaba a las afueras de la ciudad, cerca de su trabajo, y estaba en una zona segura. Se sentó en el sofá blanco, frente a los cuadros que el más alto había hecho alguna vez. Había pasado un año desde la última vez que intentó vivir de su vocación. Ya no era un artista en estricto rigor.
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ルーツ (les racines) ⇢ chanbaek.
FanfictionBaekhyun no le entregaba a nadie su corazón. A nadie, en absoluto. Él entregaba sonrisas, momentos memorables, así como momentos desagradables; y luego se entregaba, para complacer. Él, era el fruto prohibido de Park Chanyeol, hermano menor de su es...