Muchos dirían que el dios era posesivo y era verdad lo que era suyo era suyo y nadie lo aria pensar otra cosa después de todo no era como si al humano realmente le importara bueno tal vez si pero eso era porque aun no entendía que en verdad ya no había forma de salir de esta relación el dios de la suerte y ejecutor del cielo lo deseaba solo para el
—En vida no tuve mucha suerte considerando que morí joven por una enfermedad en épocas de conflictos en mi tierra natal Japón y ahora en el otro mundo....Sigo sin suerte
—¿Qué tonterías dices? Tienes a un dios de la fortuna como tu pareja
Nada mas fue dicho mientras los dos estaban en una relativa paz el dios afilando su lanza y el humano su espada era un momento que solían compartir además de algunas tradiciones para recordar los dos son japoneses después de todo
—Sabes que no es eso a lo que me refiero
Y antes que dijera algo mas el dios lo beso si sabia a lo que se refería pero Bishamonten no podía dejarlo ir le encantaba todo en Okita
—No quiero renunciar a ti
—Te estas confundiendo.....No quiero lo hagas solo que.....No te asustes si me aparto porque siempre volveré a ti
—¿Lo prometes?
—Lo juro
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