Géminis

Capítulo 8: Explicaciones.

-¿Entonces? ¿Qué tienes que decirme?- Le dije a Destiny.

-tengo que decirte que...- Quedo en silencio un segundo-Vengo a explicarte lo que paso.

-Adelante...- Dije para que continuara.

-Es una larga historia.

-Tengo todo el día.

-Bien...-suspiro- Cuando fuimos a castigo no lo conocía...

-¿El miércoles?-Dije.

-E-Exacto. Déjame seguir. Bien. El miércoles en el castigo no lo conocía. Me pareció hasta desagradable. Pero el jueves cuando dejaste de ir a castigo... Yo... Ems, él se sentó conmigo y empezó a hablarme. Al principio no lo escuche, me pareció aburrido. Todo el castigo estaba en silencio y yo odio el silencio, y lo sabes. Bueno, el de pronto me hablo y me dijo que estaba aburrido, yo le dije "no me importa", él me dijo que "porque tan negativa", yo le dije que "no me importa", y el...- La interrumpí.

-¡Habla pronto mujer!, ve al grano.

-El grano es que a la salida de la clase el me busco, trate de ignorarlo, pero él me insistió, yo lo escuche y me dijo que creía que era linda, ya sabes.- sonrió- Bueno, el me lo dijo, y me sentí bien, el me invito a salir, yo iba a decir que no, pero en el fondo ¡Si quería! Pero igual dije que lo pensaría.

-Bueno prosigue, ¿Qué paso?- Dije para que terminara pronto.

-La cosa es que le dije que sí, y fuimos al parque, luego a comer helado. Él sabe lo que me gusta, además ¡el pago todo!

-Lo entiendo, pero... Ems, ¿Qué paso?

-Lo fui conociendo y no fue tan malo.

-¿Tan?

-Exacto. Él tiene problemas igual que todos, por eso es tan misterioso y serio.

-En serio- Le dije mirándola con el ceño fruncido.

-Sí.

-Ósea yo tengo problemas, tú tienes problemas y somos totalmente normales.

-Sofía no seas así.

-Claro- refunfuñe.

-Además cuando aprendes a conocerlo, es, es muy tierno, apasionado y...-Suspiro- y hermoso...

-Shh...-Dije- detente, ya no quiero saber más.

-es la verdad.

-¿Entonces por eso ahora es tu novio?

-Creo.

-Cursi- dije aburrida.

-Oh claro, Sebastián- Dijo riendo.

-Sigo enojada.- Dije cruzándome de brazos

-Se te tendrá que pasar.

-¿Y si no?

-¡Por favor! Además no tiene sentido que lo estés.

-¡Si lo tiene porque me lo ocultaste!

-Bueno lo hice, tienes razón.

-¿Y por qué?

-Porque, no sé. Quería decírtelo.

-Eso ya no importa.

-Entonces, ¿estoy perdonada?- Me dijo con un puchero.

-Déjame pensarlo...- Puse cara pensativa.

-Oh ¡Por favor!

-Bien.

-¡Abrazo!-Grito.

-Abrazo.- Se tiró encima de mí y nos abrazamos- Te quiero idiota.