Capítulo 6: Besos y Celos.

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El sol entraba por mi ventana, los pájaros cantaban fuera de mi ventana y yo... Bueno yo... Estaba acostada en el piso con la almohada en mi cara mientras, oía a mis padres pelear ¡¿Por qué?! ¡Hoy es viernes!

-¡No es mi culpa!- Grito mamá.

-¡Pues debería serlo, eres la madre!- Grito mi papá.

-¡Y tú el padre!

-¡Es culpa de tu madre!

-¡¿Y qué culpa tiene mi madre?!

-¡No lo sé, solo que mima mucho a Sofía!

-¡Ella no la ha visto hace más de un mes!

-¡Igual!

-¡Argh! ¡Eres un infantil!

-¡Ambos lo son! Dejen de pelear- Les grite.

-¡No es de tu incumbencia!- Me gritaron ambos.

-¡Si lo es! ¡Están hablando de mí!

Resumen: Mis padres supieron sobre mi castigo, y se echan la culpa mutuamente para saber de quién es la culpa de mi "mal" comportamiento. ¿Cómo supieron? Ni idea, solo llegaron, me llamaron y me preguntaron porque nos les dije. En fin.

-¡Somos tus padres!- Grito mi mamá.

-¡Arruinan mi viernes!- Les dije mientras bajaba las escaleras para enfrentármelos.

-Es necesario- Dijo mamá.

-Como sea me voy a la escuela- dije mientras caminaba hacia la salida- ¡Adiós!- Cerré de un portazo- Argh- suspire.

-¿Qué pasa amiga mía?- Me pregunto Alex mientras caminaba a mi puerta, es como, si supiera el momento en que necesito ayuda.

-Padres, tareas, escuela, manzana, director.

-Ah, ¿Tus padres supieron lo del castigo?- Me pregunto Alex.

-Sí.

-Dime Alexander el adivino- Me dijo levantando los brazos, como si se presentara.

-No, tú eres Alexander Maximiliano Muñoz, o más conocido como: Alex.

-Y tu Sofía Antonella Collins Lee, o Sofí, o Sofía. ¡Pero ese no es el punto!

-Y ¿Cuál es el punto?

-Que sería un magnifico mago- yo solo me reí.

-No lo creo

-Yo creo que si, a pesar de que no me convence.

-Entonces ¿qué te gustaría ser?- Le pregunte.

-¿Qué?- Me dijo confuso.

-Que, después de lo vivido. ¿Qué te gustaría ser de ti?

-Sabes no lo eh pensado- pauso- ojala pudiera hacer algo- susurro.

-¿A qué te refieres?

-Eh... Nada, nada- Lo quede mirando.

El resto del camino fue en silencio, me sentía incomoda. Llegamos al colegio, yo salude a todos nuestros amigos, y Alex solo entro a clases, ignorándonos a todos. Estaba extraño.

-¿Y bien?- Me pregunto Des.

-¿Bien qué?- Le pregunte.

-Que...- Guardo silencio.

-¿Qué...?- Le dije para que prosiguiera.

-Tengo otra manzana, podrías tirársela al inspector- Me dijo con una sonrisa tímida.

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