Avanzó despacio por el camino de piedras envuelto en una densa niebla que resulta brumosa y oscura que hace dificultosa mi visión, son altas horas de la noche en el cuál voy de un trayecto de mi trabajo a casa.
Vivo en un sector apartado de la ciudad, asi que estoy rodeado de arboles y malezas, ya con la intencion de llegar más rápido a casa, apresuró el paso, escuchó algunas aves nocturnas mientras mis pasos son en grandes zancadas, el camino se torna más estrecho y al levantar la vista una figura humana pero totalmente negrusca me observa con unos ojos teñidos de rojos, siento un escalofrío ponerme los pelos de punta, dí un paso hacia adelante sin perder de vista a ese demonio que tenia en frente, estoy seguro de que se trata del mismo diablo quién me mira, me mira con astucia, maldad y con ese iris rojo llamear de crueldad, él se acerca más a mi, el miedo apresa mi corazón que late desbordante, un fina capa de sudor se cola por mi frente, un pequeño temblor en mis manos y en cuanto dio otro paso más, se abalanzó hacia mi creando que mi cuerpo cayese hacia atrás, con el cansancio y el temor de que este ser me hiciera daño me defendí, luche por mi vida, dí varios golpes y también los recibí, este demonio no daba tregua en la pelea que se formó entre los dos, todo se formó más violento, sentía la sangre y el sudor caer por mi cara, dolor por todo mi cuerpo pero no me rendí, me tiré encima de él y lo golpeó tantas veces, cada una más fuertes, mis nudillos ardían, sangraba, en unos segundos mi cuerpo es empujado hacia atrás y sin perder la visión a aquel demonio me puse de pie en instantes, pero aquella cosa negra se transformó en una esfera pequeña, como una pelota de tenis color negro con arrugas, dejando mi estupefacción huí, con miedo y terror corrí lo más rápido a mi hogar.
Al pasar de los años no volví a ver ese ser negrusco, tampoco lo mencioné, deje que mi mente absorberá ese recuerdo, lo eliminará ¡jamás lo pude hacer! seguía vivo, junto a mi esposa tuvimos dos hermosos hijos que ahora son mayores de edad, viven en la ciudad mientras que nosotros estamos juntos en la casita en el campo, lejos de la contaminación, los años fueron pasando y junto a ellos mi juventud se fue, mi cuerpo se fue deplorando, mi mujer fue la primera en morir, me dejo en una soledad torturante.
«¡Oh, mi amada flor, te fuiste dejándome sólo y sin la felicidad que me brindabas!»
Cada día me sentía peor hasta que no pude más y caí en cama, con fiebre y dolor en todo mi cuerpo, en un estado delirante, deprimente sólo pensando en mi muerte, hasta que una noche, estando en mi habitación iluminada con un pequeña vela, yacía en mi lecho de muerte lo vi, aquellos ojos rojos llamentes, frívolos y endemoniados me miraban, había regresado por mi pero esta vez yo estaba débil, anciano y decrépito para defenderme, él se acercó y me deje llevar por las onduladas llamas de sus horribles ojos.
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pequeños cortos de suspenso
Mystery / ThrillerLas noches resultan darle vida aquellas criaturas a las que le tememos sin conocer, aquello que resultan terroríficas, monstruosas, pesadillescas. todo parece más inquietante cuando estamos envueltos en la oscuridad. PROHIBIDO EL PLAGIO O COPIA DE C...