¿Humano?

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Estoy cansado.

No puedo dormir, ni siquiera puedo parar de llorar. Me siento tan miserable en este momento.

Soy un imbécil por haberlo hecho otra vez.

Mis brazos me recuerdan lo estúpido que puedo llegar a ser de noche. Mis sábanas, mi camisa y parte de mi rostro están manchados con la sangre que gotea de mis brazos.

Hacia tiempo que no pensaba en suicidarme, no sé como pude tener el valor de coger las tijeras y hacerme esto otra vez. No sé como puedo hacerme algo tan estúpido, y lo peor de todo es que nunca lo termino.

Me abrazo a mí mismo subiendo las piernas a mi cama, apretando mis brazos contra mi pecho sin importarme mancharme más o el dolor que eso me provoca y
me mezo sobre mi cama, golpeando suavemente mi espalda contra la pared.

El tiempo va pasando con lentitud y cada vez me siento más cansado y mareado.

Oigo unos suaves golpes en mi puerta y la suave voz de mi prima del otro lado de esta.

─ Primo, ¿podrías dejar de dar golpes contra mi habitación? ─ Me separo de la pared rápidamente, sentándome en el borde de mi cama y quedándome lo más quieto que puedo pero mi cuerpo empieza a temblar y más lágrimas nublan mi vista. Intento mantenerme callado cubriendo mi boca con ambas manos, reteniendo cualquier sonido pero me ahogo con el gran nudo de mi garganta y empiezo a toser ─ ¿Primo? ¿Te encuentras bien?

Puedo escuchar como intenta abrir la puerta aún que obviamente no puede ya que tengo puesto el seguro pero ella sigue intentando abrirla, haciendo bastante ruido.

─ Y-ya basta, Joy. Estoy b-bien. ─ Calmo mi tos e intento parecer lo más tranquilo posible pero me traiciona la voz ─

─ Abreme. ─ Su tono de voz ya no es suave, todo lo contrario, se oye alterada e incluso molesta ─ ¿Qué te pasa? ¿Por qué no me abres? ¿Estás bien?

─ T-tranquila, Joy, si no te callas vas a despertar a todo el mundo. ─ Le hablo un poco alto y rápido, en un tono más que nervioso. Me pongo en pie lentamente y me acerco a la puerta, apoyándome en esta intentando no caer por el mareo ─ Perdón, no daré más golpes, ¿s-sí? Ve a dormir, por favor.

─ Abreme, abreme ahora mismo, primo. Si no me abres me veré obligada a llamar a alguien para que me abra la puerta. ─ Sé que es un farol, ella nunca me amenazaría, ¿no? ─ Primo. Lo digo muy en serio.

No me puedo permitir la duda de que llame a alguien pero tampoco puedo dejar que me vea así de primeras, se volvería completamente loca si me viera en esta situación.

─ D-dame un momento, por favor.

En este momento adoro tener baño propio.

Enciendo la luz de mi escritorio, parpadeo repetidas veces intentando acostumbrar mi vista a la nueva iluminación mientras quito las sábanas apresuradamente de mi cama y las lanzo dentro del baño, me quito mi camisa mientras entro al baño y lanzo la prenda sobre las sábanas y me lavo la cara intentando no verme tan fatigado.
Me tomo más tiempo del que me gustaría en mejorar mi apariencia y Joy empieza otra vez a dar golpes en la puerta por lo que me doy prisa en terminar de lavar mis brazos, haciéndome bastante daño en el proceso ya que es algo difícil al tener la mayoría de sangre seca. Cuando ya no tengo ninguna mancha de sangre encima me seco con una toalla y cierro el baño tras de mí y me pongo de forma torpe la primera camisa que cojo del armario y voy por fin a abrir la dichosa puerta quitandole el seguro.

─ ¿Y bien? ─ Nada más abrir la puerta me encuentro a Joy en primer plano, con los brazos cruzados sobre su pecho y el ceño fruncido ─ Espero una respuesta, primo.

¿Muñeco O Humano? (ƏĐĪŤĂŅĐØ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora