Un nuevo amor (EDITADO)

un corazón ¿Roto?

-ya no tenemos más que hablar, Juvia tiene sueño y quiere dormí-dijo Juvia comenzando a bajar del techo hasta llegar a la ventana por la cual subieron seguida de Gray

-tal vez no tengas que hablar Juvia, pero debes escucharme-dijo Gray queriendo explicar cada palabra

-pero ya aclaro todo, usted se enojo conmigo y punto, estaba furioso y harto de Juvia así que en vez de hablarlo, decidió escribirlo y no está mal, pero hubiera preferido palabras menos dolorosas-dijo Juvia entrando por la ventana y cerrándola antes que entrara Gray

-maldita sea-dijo Gray sabiendo que cada día perdía más a Juvia, luego de algunos minutos Juvia había vuelto a su cuarto, dónde Freed ya estaba despierto con una bolsa de hielo en la cabeza

-Juvia-dijo Freed acercándose a ella-¿Cómo estás?-sin embargo Juvia no contesto y lo abrazo comenzando a llorar, en eso, comenzó a llover, Freed sabía que ella estaba mal y solo pudo abrazarla-lamento esto que estás pasando

-Juvia está cansada, Juvia no quiere ver a Gray nunca más-dijo Juvia sin dejar de llorar

-ya deja el llanto-dijo Erick sentado en la ventana

-Erick por favor-dijo Freed

-Kinana siempre dice que eres una mujer fuerte, tienes permitido a llorar, pero no siempre, debes levantarte y ser esa mujer fuerte que Kinana me dice-dijo Erick

-es una mujer fuerte, pero tiene corazón-dijo Freed

-lo sé, pero tiene que levantarse y demostrarle al chico frío que ella puede vivir sin él, que no lo necesitas para ser feliz, ahora deberías dormir y al despertar, iras a tu gremio y con una gran sonrisa le vas a mostrar quien eres-dijo Erick

-en eso Erick tiene razón, debes hacerlo-dijo Freed

-lo intentare-dijo Juvia sin dejar de llorar. Luego de una hora, Juvia finalmente se había dormido y Freed estaba acabando de hacer las runas para que nadie la molestara a Juvia, debido que nadie que usara la magia de hielo pudiera entrar, este o no usándola, así que Erick y Freed salieron afuera a sentarse en un banco

-¿Por qué has venido Erick?-pregunto Freed

-Kinana me había llamado, para que la ayudara-dijo Erick

-¿Cómo ayudarías en esto?-pregunto Freed

-siendo honesto, sé que esa mujer es capaz de todo, pero ella necesita la palabra honesta de una persona que no la conozca del todo bien, una persona que no tenga miedo a decirle las cosas como son, que no sienta lastima-dijo Erick

-en otras palabras, tú mismo, la verdad que Kinana aveces me sorprende-dijo Freed sonriendo-¿Qué tienes planeado hacer ahora?

-nada y no, no iré contigo a la casa de Natsu-dijo Erick

-¿Estás seguro? siempre se termina en pelea, pero son realmente graciosos y divertido-dijo Freed

-no es lo mio, además si vuelve el chico, es mejor que alguien vigile, pero que conste, esto lo hago por Kinana-dijo Erick cruzándose de brazos y mirando hacía otro lado

-lo que digas Erick, lo que digas, bueno, yo me voy con los chicos, nos vemos-dijo Freed parandose para irse caminando

-y pensar que el imbécil este me cae bien-dijo Erick con una pequeña sonrisa en su rostro. Por la mañana, todas las chicas despertaron, siendo Kinana la primera

-que día el de ayer-dijo Kinana poniéndose de pie y agarrando su cuello para hacerlo girar-estoy contracturada del cuello, no volveré a dormir en los hombros de nadie