Cap.8

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RODRIGO POV.
- ¡Adelante!
Mi asistente entra a mi oficina con un montón de papeles entre sus brazos y un café en la mano. Me levanto para ayudarle y sostener la puerta y le quitó la carga que trae.
- Señor Herrera, los de marketing han vuelto ha venir para hablar con usted. Ya es la tercera vez que lo hacen. Tienen mucha urgencia de discutir los problemas que surgieron para la nueva campaña publicitaria.
Explica mientras me pone el café enfrente. Me paso la mano por el pelo como tic nervioso. Maldigo en voz baja.
- Está bien, diles que pasen. Los atenderé únicamente 15 minutos. Debo checar muchas otras cosas más.
Asiente con la cabeza y se aleja, antes de salir por completo la llamo.
- ¡Miranda! Después de que los de marketing salgan, no permitas que me molesten durante una hora por lo menos.
- Si señor.
Si bien la puerta no se ha cerrado por completo, Jorge entra acompañado de Alberto de recursos humanos.
- Señor Herrera, perdón por molestarlo pero esto no podía esperar más.
Señalo las sillas enfrente de mi escritorio y estos toman asiento.
- Lo se, lo sé.
Aseguro un tanto cansado. Ya sabía que este problema saldría a la luz.
Alberto se adelanta a Jorge.
- No sé cómo le vamos a hacer. Tenemos el contrato con la modelo y ella está presentando la cancelación. Perdemos tiempo y dinero señor.
- Así es ¡tenemos el set armado desde hace una semana! Si no resolvemos esto, no podremos sacar el producto en las fechas programadas.- le da la razón Jorge .
Ahora es mi turno de tranquilizarlos.
- ¿Sigue sin contestar las llamadas y los mails?- mueven la cabeza en confirmación.
- La única vez que nos han respondido no ha sido ella, fue su abogada.
- Intentaré comunicarme con ellas, ya sea con Claire o con la abogada. De este problema me encargo yo, no podemos dejar que esto aplace lo que tenemos programado. Díganle a la otra modelo que se presente y comenzamos grabaciones. No importa que la señorita Claire haya presentado la cancelación. Haré todo lo posible para que no presente ninguna demanda.
- Gracias señor.
Dicen al unísono.
Apenas y la puerta se cierra y quedo solo tomo mi teléfono y marco a Claire.
Después de la cena que tuve con Andrea y le propuse intentar algo, llegué a casa para decirle a Claire que no podíamos seguir con eso. Al inicio lo tomo bien, pero al enterarse de que comenzaría a ver a alguien más, armó un escándalo despertando a todos. Me gritó y me insultó. Insultó a medio mundo para finalizar diciendo que se iba en el primer vuelo que encontrara. Le pedí mil disculpas y aclaré que no la estaba corriendo pero no escuchaba razón. Lo que más me temía fue lo final.
Tomó su equipaje y antes de salir me sentenció que el contrato que teníamos entre ella y mi empresa para que fuera la promotora del nuevo producto de belleza estaba finiquitado. No quería saber nada de mi, de mi trabajo o de mi país.
Sabía que había firmado un contrato que no podía romper fácilmente. Pero al involucrar a su abogada y justificarse por malos tratos está haciendo que dude del tiempo que pueda durar el contrato.
Al tercer tono alguien contesta.
- ¿Que quieres?- habla en inglés.
- ¡Claire! Gracias a dios me contestaste. Sabes perfectamente que nunca quise hacerte daño, simplemente no pudimos continuar con lo que teníamos. Tú lo sabías.
- ¿Crees que voy a dejar que me ridiculeces y me cambies por cualquiera?
Sigue muy molesta.
- Deberías saber que no me gusta dejar que mis asuntos personales se involucren con los profesionales. El trabajo es otra cosa diferente.
- ¡Eso hubieras pensado antes de humillarme de aquel modo! Tu y tu amante pueden quedarse con toda tu campaña publicitaria. ¡Anda! ¿Porque no le pides a ella que sea la cara para el comercial? ¡Estoy segura que le encantará!
- Claire, por favor, se prudente. Te puedo ofrecer más dinero para que continúes, enserio deseo que seas tú la que haga el trabajo.
Miento. El dinero no es algo que me interese en estos momentos. Podemos darle la cantidad que quiera para poder continuar sin problemas legales.
- No quiero tu dinero. No quiero saber de ti. Me usaste.
- No, no fue así. Mira, no hablo para discutir problemas personales. Debemos dejar aun lado lo sentimental para enfocarnos en el trabajo. ¿No piensas demandarnos, o si? Porque si es así, déjame decirte que contamos con un buen número de los mejores abogados del país. No quiero terminar mal contigo, tampoco quiero ocasionarte más problemas, pero no me los ocasiones a mi.
- ¿Es una amenaza?
- ¡No! Simplemente estoy planteandote el panorama. Podemos ahorrarnos todo eso. Ambos debemos ser profesionales y maduros. Piensa en lo que te conviene. Puedo hacer que alguien más se encargue del comercial directamente, así no tendrías que verme. Pero te pido que lo reconsideres. Ahórrate los problemas legales, esto ayudará a tu imagen.
Se queda callada por lo que parece una eternidad. Suelta un suspiro de molestia.
- Está bien. Continuamos con el contrato, pero no quiero verte durante el tiempo que duren las grabaciones.
- Trato hecho. Muchas gracias.
No termino ni mi despedida y la llamada es finalizada. Miro el teléfono confundido. Me siento aliviado por qué este problema no paso a mayores. Odio irme a lo legal.
Escucho que tocan a la puerta, segundos después Miranda asoma la cabeza.
- Señor Herrera, el señor Ayub ha venido a verlo.
- Grácias, que pase.
Arturo entra con su sonrisa habitual.
- ¡Compadre!
Le doy la mano y un rápido abrazo.
- ¿Y esa cara?
Me interroga inmediatamente.
- Acabo de solucionar un problema que pude haberme evitado.
- ¿Ah sí? ¿Cuál?
- ¿Recuerdas a Claire?
- ¿La modelo? Uff que si me voy a acordar. ¡Hombre! Cualquier lugar al que te acompañaba no podía evitar escuchar comentarios tipo: ¡Que preciosa! ¡Parece una muñeca!. Pero te voy a ser sincero, esa mujer me da mala espina. Demasiado creída y no es tu tipo, compadre.
Me rio.
- ¿Y cuáles son mi tipo, según tu?
- ¿Según yo? Yo no sé, pero a ti te van mas...¿Cómo podría decirlo?.. ¡Inteligentes! Esa chica era la más superficial que hayas tenido. Pero bueno, son gustos tuyos. Pero ¿Esa qué?
- Bueno, no tendras que escuchar más comentarios porque ya no estoy con ella.
- ¡Por fin Rodri soltero codiciado al acecho otra vez!
- No lo diría así...
- ¡Pero si no pierdes el tiempo! Anda ya dime quién.
Me golpea con el codo un par de veces.
- Se llama Andrea, te va a encantar. Es todo lo que Claire no era. Es brillante, dulce, graciosa y guapísima. Te la presentaré el viernes en la cena.
- ¡Uy! Va para algo serio.
- Es lo que espero. Pero ese no es el problema. El problema es que había contratado a Claire para que filmara un comercial de mi nuevo producto. Ya te imaginas lo que se me vino después de que le dije que veía a alguien más. Pues bueno, se fué furiosa e intentó cancelar el contrato con todo y demanda.
Lanza un silbido.
- Te gustan los problemas regalados. ¿Cómo porque mezclas tus ligues con el trabajo? Tu solito te pusiste la soga al cuello. ¿Y Andrea lo sabe?
- ¡No! No me gusta contarle estos problemas.
Veo que mira su reloj y me jala.
- ¡Vamos a comer que me muero de hambre! Allá me cuentas de tu nueva novia.
Me saca de la oficina a empujones y nos vamos a comer.







ANDREA POV.
Entrego mi tarjeta a la cajera para que realice el cobro. Pongo mi firma y salgo de la tienda con una sonrisa de suficiencia en mi cara. Acabo de gastar mis pocos ahorros que tenía en un vestido para sorprender a Rodrigo. Mañana ni siquiera me reconocerá.
Subo al Uber que había pedido y voy a casa.
Apenas y pongo un pie dentro y Paulina se abalanza a la bolsa de compras que llevo en la mano.
- ¡Déjame ver qué fue lo que compraste!
La dejo y saca el vestido de la bolsa. Es un vestido largo de seda color cobre, con delgados tirantes y escote V.
- ¡Pero si la niña eligió uno de seda! ¿Planeas hacer algo con el después de esa cena, verdad?
Me lanza una mirada que lo dice todo. Sin poder evitarlo mis mejillas de tornan rojas y me río por lo bajo.
-¡No! No es lo que piensas. Anda ya, no me molestes que con el precio me bastó. Mis pobres ahorros ya no existen.
- Pero si esto vale la pena. Y tengo los zapatos perfectos. Voy por ellos.
Sale disparada a su cuarto por lo que aprovecho y me siento en la pequeña sala. Saco mi teléfono de la bolsa de la chaqueta y reviso mis notificaciones. Nada interesante. Esperaba ver un mensaje de Rodrigo pero no es así, más bien encuentro un nuevo mensaje de un número desconocido otra vez.
Miro feo al celular como si de su culpa se tratara y lo elimino. Ni siquiera lo abro. Se perfectamente que se trata de Alex. Estoy arta. He bloqueado dos números con los que ha intentado localizarme durante esta semana pero sigue insistiendo.
Después de lo que me provocó jamás tendría con él ni siquiera una amistad.
En ese momento llega Paulina con un par de zapatillas no muy altas color nude.
- Estás estarán perfectas con el vestido. ¡Pero que color más bonito! Ya quiero verte con el.
Le doy las gracias y le cuento sobre Alex.
- ¡Idiota! ¿No aprendió la lección? No me importa ir a darle un par de golpes a su estúpida cara.
- No lo vale. Ya pasó todo. Esta loco si cree que volveré con el.
Varios recuerdos amargos de nuestra relación regresan a mi mente.
Paulina se da cuenta y me acaricia los brazos para darme calor y cariño.
- Andy, no podrá hacerte daño otra vez. Eres muy fuerte, recuérdalo.
Instalo una sonrisa forzada en mi cara.
- ¿Y si llega a más? Lo conozco, se que cuando quiere algo lo consigue.
- ¡Sobre mi cadáver! Se las verá primero conmigo.
Nos quedamos un rato sin decir ninguna palabra. Paulina sabe claramente en que estoy pensando. Tengo mil flashbacks en mi cabeza. Recuerdo sus palabras. Recuerdo sus insultos y sus golpes.

Good as Golden - RodrigoherreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora