Capítulo 6

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-Aidan, demasiada confianza te estas tomando. Solo te dije que me agradabas.- dije tratando de no sonar dura

-Bueno, solo quiero tomar un café y comentar un libro con mi compañera de trabajo.

-Bueno, gracias por el café y qué libro quieres comentar. Sabes que interrumpes mi trabajo no?

-De nada, me divierte compartir el café contigo. Y soy tu supervisor, puedo interrumpir siempre que quiera tu trabajo.

-Ajam si bueno. Y qué libro se supone que quieres comentar?

-En realidad no quiero comentar sobre el libro, no lo he leído. Como sé que vives leyendo, me recomiendas Harry Potter? Todos libros.-,dijo sonriente, ya me acostumbraba a verlo así

-Bueno, en mi opinión son muy buenos. Absolutamente están recomendados de mi parte.- dije tomando un sorbo de café

-Okey, los leere y me debes una charla para comentar el libro.

-Sabes que tardarás en leerlos no?- dije un poco seria

-Obviamente, sé que no leeré todos los libros en un día pero voy a leer el uno lo más rápido que pueda para poder comentarlo contigo.

-No he aceptado todavia.- digo mirando a mi taza

-Sé que lo harás. Te lo puedo dar como encargo de trabajo, comentar con tu supervisor sobre un libro. Para poder dejar una reseña para los clientes.

-Si, ni tú te lo crees, ya no eres mi supervisor además, tengo el trabajo pero si es lo que queda.

-Pensé que serías un poco más simpática _____ y por más que tengas el trabajo, soy como tu jefe.

-Dije que te trataría mejor, no que me haría tu amiga y menos sería amiga de mi jefe.- dije levantando una ceja y mostrando un poco de diversión

-Terminaras siendo mi amiga, que no se te olvide.- dijo levantándose para pasar por la puerta y dejarme haciendo mi trabajo

-Si tu lo dices.- dije levantando la voz para que llegue a escucharme

Mi madre me ha dicho repetidas veces que deje que él sea mi amigo, que podría ser una buena compañía. Además conviviría con el todas las tardes, por lo que tendría que acostumbrarme a su presencia, cosa a la que ya estaba acostumbrandome y solo habían pasado tres semanas.

Aveces tenía pensamientos de querer tener un amigo, mi subconsciente sabía que lo necesitaba pero seguía negandome. Quizá algún dia pueda aceptar a Aidan como un amigo, él ya lo hacía y soportaba mucho más de su compañía.

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Estaba por salir de la biblioteca. Aidan estaba cerrando y me doy cuenta que olvido mi abrigo. Le pido que vuelva a abrir para poder ir a buscarlo.

Salgo con mi abrigo ya puesto y miro a Aidan con el chico que siempre venía a buscarlo. No me quedó otra que salir y agradecerle a mi compañero de trabajo. No quería ser mal educada asi que saludé a su amigo con un hola. Él chico me respondió y Aidan me lo presentó, se llamaba Lucas. No dije más, me despedí y me fui rumbo a casa.

Al fin había podido ver al chico que siempre iba a buscar al nieto de Lucy, tenía ojos verdes grisáceos, rulos no muy definidos, de la misma altura de Aidan nada más que un poco menos formado, más delgado. Parecía simpático.

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Llevaba un mes trabajando en la biblioteca. Ya estaba acostumbrada a la cantidad de trabajo que me dejaba Lucy. Mi relación con Aidan se daba mejor, ya lo trataba bien y no me molestaba hablar con él. Hablabamos casi siempre que nos encontrábamos y comentabamos libros que yo le recomendaba y solíamos tomar café mientras organizaba los libros.

Había días que me dejaban atendiendo a las personas que entraban al lugar. Lucy dejó de ir últimamente, me dijeron que estaba un poco enferma pero no quería preguntar más.

Mi madre ya se había acostumbrado a casi no verme y eso la ponía muy triste. Yo trataba de compensarla los fines de semana, veíamos películas mientras tomábamos helado. Yo la pasaba bien y ella estaba feliz, no era una pérdida de tiempo porque tampoco tenía cosas más interesantes para hacer.

Para mi suerte queda cada vez menos para terminar mi año en la secundaria. Me quedaba el último semestre y luego tendría las vacaciones. Me quedaban 4 meses y ya debía comenzar la universidad. Me decidí por estudiar medicina.

Influyó mucho tener a una madre médico pero igual, era una carrera la cuál me gustaría y no me molestaba ni me daba asco la sangre ni todo lo que tendría que ver en hospitales y práctica.

Todo iba bien en mi vida, iba mejorando mi situación, ya casi no venían a mi mente recuerdos tristes de lo que había vivido. A veces en las noches si pero no como antes. Creo que al estar todo mi día ocupada, no me da tiempo de pensar en cosas que me traen problemas.

Me dormí mirando al techo, no pensaba en nada, solo disfrutaba del pacifico silencio que se hacía presente. Mañana sería un largo día porque habría una feria de libros en la biblioteca a la mañana, por lo que faltaría al colegio y estaba muy contenta. Aidan y yo estaríamos como locos con los clientes, Lucy iba algunos días pero no como antes, ahora su nieto y yo nos hacemos cargo de la tienda.

Estaba soñando muy felizmente pero empiezo a escuchar un ruido molesto, era la alarma. Me levanto sin muchas ganas, eran las 9 de la mañana y yo debería estar en la biblioteca a las 10:30 por lo que tenía que bañarme y desayunar rápido para llegar y abrir el local.

Camino el mismo recorrido de todos los días, nada más que hoy era un día mucho más lindo, estaba soleado y no hacía ni frío ni calor, el día estaba perfecto. Yo iba vestida con unos pantalones un poco sueltos pero ajustados de la cintura, una remera y unas converse.

Miraba el cielo mientras caminaba, era una de las cosas que más amaba obviamente en segundo lugar, lo más lindo y especial que me parecía era ver las estrellas. Eso era difícil en esta ciudad por la cantidad de contaminación lumínica. A veces solo pienso que el hombre está aquí para arruinar todo y empiezo a creer que tengo razón.

Iba a unas dos cuadras de llegar a mi destino, iba distraída mirando las nubes en el cielo azul. Toda la tranquilidad que llevaba encima desaparece cuando siento que soy atropellada por una bicicleta.

Para mi suerte no fue nada grave porque la chica que iba en ella estaba bajando la velocidad, solo hizo que me caiga pero llegué a amortiguar mi peso con las manos apoyadas en el piso.

La chica rápidamente se bajó de la bicicleta y me ayudó a levantarme del piso, repitiendome y suplicandome que la perdone. Le dije que se tranquilizara, que todo estaba bien. No dije más y continué mi camino para llegar a mi trabajo.

Llegué a mi destino y me encuentro con Aidan parado en la puerta mirándome con una sonrisa. Yo extrañada le hago una pequeña sonrisa mientras lo saludo. Me esperó a que llegue a la puerta y me frenó para decirme

-Lista para el caos?

-Por qué caos?

-Acaso no sabes que debido a que tenemos una cafetería en frente, la biblioteca estará repleta de gente?

-Lo suponía pero creo que exageras Gallagher.- le dije con gracia

-Ya lo veremos.- dice para abrir la puerta y entrar















Seremos/Aidan Gallagher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora