Celos

Hermione astuta

––Hermano, relájate––decía un Ron Weasley aterrorizado.

––¿Qué es lo que te sucede ahora, Harry?––preguntó Hermione estresada.

––Es que no entiendo porque ese tal Víctor Grum o Trum, lo que sea, tiene que sentarse junto a MI novio––un Harry Potter furioso respondía enterrando el tenedor en su comida.

––¡Por las barbas de Merlín!––el pelirrojo golpeó su frente con frustración––sólo están comiendo, no seas exagerado, amigo, además su apellido es Krum.

––Es que no lo entiendes, Ron, yo sé que él quiere algo con Draco––hizo un puchero con el ceño fruncido––y cómo se llame me da igual.

––Te aseguro que no está interesado en tu novio, Harry, al menos no en los rubios––afirmó la castaña con una sonrisa de lado.

––¿A qué te refieres, Herms?

––Si, ¿Qué significa eso?––el ojiazul levantó una ceja con intriga.

––Significa que Draco al ser rubio queda fuera de los gustos de Krum––encogió los hombros con desinterés.

––¿De verdad?––se interesó el ojiverde.

––Así es, pero oí que si está interesado en alguien de Hogwarts, por ello se sienta junto a Malfoy, él es quien lo ayuda a acercarse a esa persona...––tomó un poco de pay de limón conteniendo la risa––Μmm, chicos, deberían probar el postre...

––Hermione, no es momento para postres, Blaise puede ser la persona que le guste a Grum y tú pensando en comer––el de pecas hizo una mueca de desprecio mientras veía al búlgaro riendo con los Slytherins.

––Su apellido es Krum, Ron––dijo el azabache divertido.

––Me da igual su nombre, debo buscar a Blaise antes de que venga a comer, los veo luego chicos––se despidió rápidamente y corrió fuera del salón.

––Al fin, ya era hora de que tomara valor para confesarse––resoplo la ojimarrón.

––Espera...¿dijiste eso solo para que Ron se le declarará a Zabini?––preguntó el león entrecerrando los ojos.

––Aja, también lo de los rubios era mentira––indicó maliciosa.

––¿Qué?

––Los platinados son toda la línea de Víctor, en especial los multimillonarios con encantos Veela ––asintió sería.

––Draco es platinado, con mucho dinero y descendencia Veela, Hermione––dejó caer los cubiertos con los brazos laxos.

––Oh, entonces corre, Harry, al parecer ya están practicando para brindar en su boda y tú aún no decides hacer pública tu relación.

El Elegido observó la escena con irá. El búlgaro chocaba sonriente su copa con la del heredero Malfoy, tan rápido que su contenido salpicó un poco al ojigris quien encantado brindaba con solemnidad y emoción.

––Lo voy a matar––siseó con los dientes apretados.

Sin pensarlo, se levantó de su mesa con decisión y camino a la de las serpientes, ganando murmullos y uno que otro "Maldito, Potter" entre la audiencia Slytherin.

El campeón de Durmstrang junto al príncipe de plata seguían ajenos al acercamiento del Niño de Oro, hasta que este llegó agarrando a Draco de la muñeca para levantarlo.

––¡¿Qué demonios?!––exclamó el rubio conmocionado.

Ignorando las maldiciones de su novio, el ojiverde tomó la cara del platinado con ambas manos y lo beso con posesión, dejando en claro que el soltero más codiciado de Hogwarts ya no estaba disponible.

La caricia era mordaz, fogosa, pero pasional, tenía un toque de sensualidad mórbida en los movimientos de labios, succiones de piel, delicada como la brisa del viento y al mismo tiempo salvaje. Un toque afrodisíaco para los ojos ajenos, todo espectador de aquella escena tendría problemas en su ropa interior luego de ver tan delicioso deleite.

El ojigris solo atino a posar sus manos en las caderas del menor y pegarlo a él, después de aquel asalto era difícil separarse de la carne carmín y brillante a la que Harry llamaba labios.

Un sepulcral silencio dominaba el salón, la mesa de profesores era un manojo de sentimientos. El director sonreía risueño, la jefa de Gryffindor alzaba la mirada con orgullo al ver la valentía de su estudiante, el jefe de Slytherin rodaba los ojos fastidiado, sin embargo, bajo la mesa aplaudía sin sonido en señal de aprobación, los demás docentes solo atinaban a parpadear con la boca abierta.

Los estudiantes no dejaban de ver el beso entre los "enemigos" del colegio, al parecer ya no lo eran.

Luego de saciar sus ansias por besarse, los novios se separaron lentamente viéndose a los ojos con admiración.

––Potter, se supone que nuestra relación era secreto––sonrió burlón el Slytherin.

––Si, pero prefiero que todos sepan que tú eres mío y yo soy tuyo––hablo con voz fuerte viendo directo al búlgaro que le regresó la mirada con una ceja levantada.

––Tendremos que explicar mucho por esto––mordió su labio con indecisión.

––Lo haremos juntos entonces––apretó la mano del rubio en señal de apoyo.

––No aceptarán que corrompa al Elegido.

––Me volveré un mortífago y me uniré a Voldemort.

––Tu familia se decepcionará.

––No si realmente me quieren.

––Mi padre se enterará de esto y nos matará.

––Nos matará abrazados.

––¿De verdad quieres hacerlo?––suspiró viendo con anhelo aquellos ojos verdes que aparecían como una constante en sus sueños más hermosos, dónde lo veían con adoración e infinito amor, justo como ahora.

––¿Asustado, Malfoy?––atacó divertido.

––Ni un poco––respondió sin titubeos.

Sonrieron cómplices, se tomaron de las manos y caminaron a la puerta.

¿Su destino? La torre de astronomía.

¿Qué harían? Bueno, se amarían con intención hasta llegar al clímax de sus sentimientos más profundos, hasta el desgaste de su cuerpos y el colapso de su corazón. Se amarían como solo ellos se amaban, como solo ellos sentían y demostraban, con verdadero amor.

Quizá el torneo sería más fácil para Harry ahora que puede estar con Draco sin esconderse de todos, gracias a los celos del Niño que vivió y la intromisión de una castaña inteligente.

Al parecer los guiños coquetos y la tensión entre Krum y Granger no eran del dominio público, ni siquiera dos meses después de haber comenzado a salir.

¡Ñeh!, los celos siempre podrían ser una opción.

Un pequeño Os con mucho amor...

Espero les guste.

Besos, Nebulosa Dragón.