¿Quién se supone qué eres?

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-Tranquila muñeca, sólo fue una nalgada- dijo el chico- aunque debo de admitir que golpes fuerte.

- Vuelves a ponerme una mano encima y una cachetada será lo menos que recibas, ¿Está claro?- dicho esto camine hacia el ascensor donde precione el boton para subir y en el instante las puertas se abrieron.

-Esa no es manera de hablarle a tu jefe Linda.- dijo con una sonrisa arrogante.

Al oir eso detuve las puertas del ascensor.

-¿Qué dijiste?- no podia salir de mi asombro.

- Como oiste, soy tu jefe linda.

- Deja de decirme asi, y eso es imposible, tendrias que ser el rempla....

- ¿Remplazo del socio Aleman?, si lo soy asi que querida te vere aquí todos los días- dicho esto se fue con sus compañeros riendo y creyendose el dueño del mundo mientras yo me fui a la oficina del dueño del Bufet, no era la dueña pero si se contrataba a alguien se me notificaba y el no estaba en mis novedades.

Llegue al nivel 12, donde se encontraba la oficina del jefe, al verme su secretaria me dijo que no podia llegar de es manera, pero estaba enojada y no dejaría que el se metiera en el espacio que tanto me interesa.
Al entrar en su oficina el dueño se encontraba leyendo en la computadora con sus lentes casi al final de su nariz  y al parecer no era ninguna sorpresa para él verme aquí, ya que sonrío ante mi presencia y me hizo un ademan que me sentara, lo cual hice.

-¿Qué pasó Emma?- dijo sonriendo.
-Disculpe la interrupción pero debía de hablar con usted sobre un nuevo "jefe" -dije haciendo comillas en el aire al mencionar esa palabra.
-Ya sabía yo que no iba a durar mucho la paz, dijo riendo y quitandose los lentes del rostro.
-¿Perdón?- dije sorprendida
-¿Qué te hizo?
-Me dio una nalgada en la oficina, eso es inaseptable, no soportare trabajar con alguien así.-dije mostrando y defendiendo mi punto.
-Creerme Emma, lo necesitamos.
-Señor Wilson, disculpe que lo contradiga pero....
-Hizo una gran donación a la fundación.
Al oír eso me calme, está bien tenía que oír eso.
-¿Qué tan grande?-normalmente no era así, ya que todo era bienvenido pero en el simplemente no confiaba.
-Tan grande que podemos pagar el espacio de una sola cuota.
Mis ojos se abrieron completamente y me quedé atonita, eso era una gran cantidad de dinero, mientras lo analizaba tocaron la puerta del la oficina, pensé que era Carla pero al.sentir una fragancia me di cuenta que no.
-Vaya me estas siguiendo o es mi imaginación, princesa.-dijo viéndome de pies a cabeza con una sonrisa en su rostro, decidí ignorarlo y vi hacia otro lado.
El jefe noto la tensión y decidió iniciar de nuevo.
-Emma, él es el nuevo socio, Liam.
Gire en dirección al jefe e hice la sonrisa más falsa que pude.
-Mucho gusto Emma, se que nos llevaremos muy bien.
Respiré y recordé lo mucho que amo mi trabajo y lo que me mantenía aquí, le di un asentimiento de cabeza y le sonreí lo más que pude.



Accidents Doesn't ExistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora