Le encanta cuando usas su ropa, pero jamás lo admitirá, el espera que leas su mente, aunque, dado su temperamento calmado, es bastante difícil
Escenario
En el momento en el que te despertaste Sasuke ya no estaba en la cama. Te sentaste y te frotándose los ojos. En cambio de temperatura entre la cama y el mundo fuera de la cama era mucho, y te cubríste con la sábana. Miraste alrededor. Había una polera. No era tuya, pero no creías que Sasuke se molestaría su tú la usaras en su lugar. Alargando tu brazo, tomaste la polera y la pasaste por tu cuello y brazos. Poco más tarde, Sasuke entró a la habitación, completamente vestido pero frotándose una toalla en el cabello mojado. Al verte, abrió los ojos un poquito y se quedó quieto, pero luego continuó como si nada, por lo menos por fuera.
–Buenos días. Dijo. Te levantaste de la cama y caminante hacías él.
–Buenos días. Le diste un beso. Tomaste tu ropa y te alejaste con la intención de darte una ducha, completamente inconsciente de tu novio que, en ese mismo momento se sentaba en el borde la cama, suspirando y sonrojándose un poco, pensando que deberías ponerte su ropa más a menudo.
Os dejo un regalo extra, ¡Sasuke sonrojado!
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