16.

36 9 0
                                    

Aún así, en ese cuarto, horas antes de la muerte de Jesús, Judas comió también. Jesús también alimentó a Judas. Jesús también oró por Judas. Jesús también lavó los pies de Judas. Lucho con comprender esa clase de amor. Un amor que alimentaría la boca del que te engaño. Un amor que lavaría los pies de un traidor. Un amor que podría perdonar hasta las traiciones más profundas y dolorosas.
Me cuesta comprender esto. Pero después, repentinamente, me doy cuenta que yo soy Judas. En ese momento, estoy muy agradecida y abrumada de que Judas haya comido también.


—Edyah Barragan

Frases Cristianas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora