Capítulo 2: Un minuto en la piel de una universitaria

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Alessa, como siempre apurada y despistada, un día como hoy 11 de octubre, dentro de lo que resta de una pandemia. 

Iba a paso acelerado con la esperanza de no encontrar la agencia cerrada, un tanto frustrada porque no debió tomarse un minuto de más en esa ducha, la cual se sentiría como un tanto absurda puesto que por la prisa con la que iba la hizo transpirar.

Texto*

A:  Me avisas cuando salgas de casa.

M: Ok, estoy por salir.

El camino continuaba y se acentuaba aún más el calor.

En mente* 

Calor de mierda, solo debo acelerar el paso y llegaré.

Llegó a tiempo, realizó su proceso y después se dirigió hacia el banco. una vez ahí tuvo que hacer una cola un tanto larga, al momento de llegar procedió a introducir la tarjeta, generar la opción de depósito, un par de clics más y "Woala". Pero no, no pudo hacerlo, una y otra vez más la sucia rutina monetaria; simplemente no se pudo.

Fue de camino al super para poder esperar a su amiga, la cual se tardó unos minutos más de lo esperado. Después de ello, tomaron un par de horas libres antes de realizar su trabajo, vieron un par de series. hasta que el reloj dio la media noche.

Guess what!?

Maggy: hey, no tenían que abrir la opción de envíos hasta media noche?

Alessa: Rayos, déjame revisarlo ahora mismo.

Mirando la web*

Alessa: Mierda se nos ha ido la hora.

En la pantalla*

Usted ha entregado el trabajo con 50 minutos de tardanza.

En su mente solo rondaba la idea de cuan estúpida tuvo que ser para olvidar ese gran detalle. Cada minuto que había pasado desde el cierre de entrega solo generaba más molestia en ella y no sabía como debería reaccionar ante esto. Este año había prometido ser mejor en lo que amaba, puesto que si de verdad amas algo o a alguien le dedicas todo el tiempo e importancia que merece y en este caso sentía que una vez más lo traicionó.

En estos días que todo se siente un tanto vacío. 



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