Capítulo V

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Capítulo V

Olivia Fields

Hace una hora que habíamos llegado al departamento, tenía mucha hambre y me estaba preparando unas tostadas cuando escuche el timbre sonar, Dorian y Dalila estaban en la que ahora era su habitación y yo estaba en pijama escuchando música de mi teléfono, la pause mientras abría la puerta. Nadir se encontraba del otro lado, con su sonrisa baja bragas y su figura imponente, me hice a un lado para dejarlo pasar y cuando lo hizo mordió la tostada que tenía en la mano.

Me podrías pedir – dije claramente enojada.

No sería tan divertido como arrancártelo, es como la ropa – explico – Si te pido permiso para quitártela pierde el chiste.

Sentía como mis pómulos se ruborizaban, baje la cabeza para taparme con el cabello pero fue en vano, él ya lo había notado.

Idiota – murmure bajo.

Tomo asiento en el mueble frente al televisor, yo continúe haciendo las tostadas y esta vez le prepare unas al para que no se comiera las mías. Serví dos vasos de jugo de naranja y me senté con Nadir a ver un programa donde reparaban autos.

¿Quieres ver una película? – me preguntó.

Si, ¿Qué veremos? –.

Busquemos algo, ¿terror, romance, comedia? –.

Romance – le conteste, quería ver una relación bonita aunque sea ficción – Pero antes, quería hablar contigo de un tema.

Olivia me estas asustando, ¿De qué se trata? – pregunto prestándome atención.

Cloe, la hermana de Dorian tendrá que vivir con nosotros un tiempo mientras ellos consiguen un departamento por lo que Aida tendrá que quedarse contigo cuando venga –.

¿Eso es todo? – Inquirió confundido – De verdad pensé que era algo malo, claro mi hermana puede quedarse conmigo.

Gracias – dije besando su mejilla, fue un acto reflejo yo no quería hacerlo. Nadir se hallaba tan sorprendido o más que yo, me separe rápido de él y ninguno de los dos dijo nada.

Si iban a ver una película, nos podían haber llamado – comento Dalila seguida de Dorian.

Se sentaron junto a nosotros y así los cuatro terminamos viendo "Capitán América", las palomitas de maíz no podían faltar y tuve que separar las mías en otro plato pues ninguno de ellos las quería acarameladas, no disfrute demasiado de la película porque me levante muchas veces para ir al baño pues mi vejiga no aguantaba tanto como antes.

Esa noche tuve una de las sensaciones más maravillosas de la vida, cuando Nadir reía la bebe se inquietaba, reconociendo que su padre estaba cerca. Las lágrimas empezaron a derramarse por mi cara, mis emociones estaban en su máximo esplendor y se hicieron presentes haciendo que todos pusieran su atención en mí, preguntándome el porqué de mi llanto pero no había forma de que pudiera explicárselos, solo Dorian me entendía.

Llevaba una semana almorzando con Nadir, Dalila me comentó que estaba buscando quien ocupara el cargo de asistente pero eso él no me lo había dicho, lo que me hizo un poco de gracia fue saber que uno de los requisitos principales que pedía era que fuese un hombre, creo que quedo traumado de secretarias. Tuvimos que explicarle a Aida que Cloe se quedaría un tiempo en mi departamento, no lo tomo bien pero entendía que era un mientras tanto y no un para siempre, igual estaba cabreada con la idea de una desconocida en su habitación. Terminaba de enviarle el informe semanal al viejo Vahar, la perdida de la empresa cuando estuvo parada fue de una suma considerable que ahora se tenía que recuperar, con los proyectos que venían estaba segura que lo podríamos hacer. Pasaríamos por Dorian al trabajo y luego a buscar a su hermana al aeropuerto, Nadir ya tenía asignado un auto de la empresa y yo podía usar el hermoso Audi. Nos encontraríamos todos en mi departamento, el pasaría por Aida al campus.

No recordaba a Cloe de esa forma, venia caminando hacia nosotros y casi me ahogo con el agua que tomaba al ver a una jovencita rubia, alta y muy parecida a su hermano, Dorian la abrazo dándole la bienvenida y luego Dalila con la que si había tenido una relación fuerte en los últimos meses, en cambio yo tenía años que no la veía desde que estaba pequeña.

Hola, ¿Olivia cierto? – indago acercándose a mí.

Estas tan grande – dije besando su mejilla en saludo, y mis sentimientos volvieron a aparecer, me encontraba demasiado sensible. No me resistí y la abrace fuerte, ella se sorprendió pero luego me correspondió.

Imagine que tardaríamos mucho en el aeropuerto así que le di las llaves del departamento a Nadir, el olor a comida recién hecha llegaba al pasillo, mis sentidos también se habían agudizado, el embarazo ponía al tope mi cuerpo. Los hermanos Harem nos recibieron con la cena lista en el comedor, le presentamos a Cloe y nos sentamos como una familia a comer. Aida no le dirigía muchas palabras a la hermana de Dorian, lo que me hizo plantearme hablar antes de dormir con ella. Su molestia e incomodidad no la pasaría por alto, quería que se sintieran a gusto a las dos.

Aida, ¿Estas bien? – le preguntó, todos conversaban y no nos prestaban atención así que aprovecharía para hablar con mi pequeña amiga.

Si, solo que pensé que compartiríamos más ahora que estas aquí – confeso.

Lo sé, no será por mucho tiempo – le prometí, pero se me ocurrió una idea mejor – ¿Y si comparten la habitación?

No, me rehusó. Salí del campus porque no quería compartir con nadie mi habitación, no lo hare aquí –.

Vamos, veamos qué opina ella –.

No, Olivia – pidió, más la interrumpí.

Cloe, ¿Te gustaría tener una compañera de habitación? –.

Claro, ¿Por qué no? – respondió sonriendo, si las miradas mataran Aida me estuviese enterrando ahorita.

Decidido, dormirán juntas – dije complacida.

¿Y yo me quedo solo? – pregunto Nadir haciéndome un puchero.

No hermanito, tu duerme con Olivia. ¿No te gustaría Oli? – pregunto vengándose la pequeña enana, haciendo que todos los presentes rompieran en carcajadas. Me las pagaras Aida Harem.

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2020 ⏰

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¿Sr. Harem?, ¡Lo necesito! (Ahora en DRAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora