Twenty

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Fallamos.

Ambos lo hicimos.

No habíamos planeado que él me besaría aquella noche en el bar más exclusivo de la zona céntrica de la ciudad. Tampoco estaba planeado que yo le correspondiera.

Se suponía que debía alejarme de él porque corría el riesgo de reavivar sus sentimientos amorosos hacia mí.

Sin embargo, en lugar de sentir pavor, empecé a sentir emoción por sus próximas visitas.

Nos volvimos cercanos en poco tiempo. Y yo empecé a compartir más que anécdotas con él.

Abrazó mis inseguridades y las besó suavemente.

Permaneció en silencio cuando fui a visitar la tumba de nuestro bebé fallecido, sí, Yoongi, nuestro bebé. Me abrazó y me consoló con ternura y dulzura. Escuchó nuestra historia y en lugar de sentir celos, simplemente me apretó muy fuerte contra sí mismo. Lloró conmigo cuando escuchó la tristeza que aún bañaba mi alma ante el abandono que había sufrido.

Estuvo conmigo, cuando tú no apareciste, Yoongi.

Al principio, solo sentí agradecimiento hacia él.

Pero poco a poco, empecé a extrañarlo cuando tenía viajes de negocios. Empecé a llamarlo para tener charlas triviales porque sencillamente extrañaba su voz. Empecé a pasear con él sin la necesidad de la intervención de nuestros padres. Empecé a reunirme con él en las madrugadas cuando el insomnio se apoderaba de mi tranquilidad.

Empecé a enamorarme de él.

Empecé a dejarte ir, Yoongi.

You Broke Me First » Yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora