Donde los dreamies unen sus mentes y crean una gran fiesta sin el permiso de Taeyong.
Y de pasada gastaron mucho dinero, pero no le vayan a contar.
"Quien haya dicho que el dinero no puede resolver tus problemas, no debió haber tenido suficiente din...
Hace unos segundos el mayor de los dream lo había sujetado del brazo y arrastrándolo, lo llevó hasta la habitación que compartían.
— Tengo que hablar contigo, Donghyuck. —.
Una ligera tensión se sintió en el ambiente.
Haechan dirigió su mirada hacia los ojos del canadiense, en cualquier otra ocasión esto no habría sido posible, pero notó que algo no andaba bien.
— ¿Qué sucede? — volvió a preguntar, acercándose un poco más al mayor.
— Aish, ya qué. —.
Mark afirmó la cintura de Donghyuck y lo atrajo hacia él.
Lo besó. Fué un beso lento, muy corto para el gusto de ambos.
Haechan creía estar en otra de sus ensoñaciones. Mark creía que no estaba en la realidad, que seguía siendo el cobarde que hace un año no se atrevería a confesarse a su mejor amigo.
— Me gustas, Hyuck. — soltó el mayor, subiendo una mano y acariciando el rostro del moreno — Lamento apartarte de mí tantas veces, no estaba seguro de lo que sentía y creía que se me pasaría con el tiempo, pero no fué así. —.
Donghyuck seguía sin creer lo que estaba pasando. Para comprobarlo, decidió besar al mayor él mismo.
Ahora la sensación era más placentera, al ser lento podía darse el lujo de disfrutar a su hyung.
Se separaron y compartieron una linda sonrisa.
— Me alegra que hayas dado el primer paso, yo no me atrevía. — confesó el menor, riendo por lo bajo.
— El hecho de que me regalaras un anillo me conmovió, creo que fué la cereza del pastel. —.
Estuvo a punto de preguntar “¿Qué anillo?” pero inmediatamente recordó la mentira sobre los anillos que Jisung compró para cada dreamie. Mark era una persona de bien, así que no podía saber la verdad o le contaría a los hyungs.
También podría herir sus sentimientos.
Solo sonrió, se sintió culpable.
Iban a juntar sus labios nuevamente, hasta que alguien entró sin tocar la puerta.
— Vine a supervisarlos ya que creí que estarían peleando. — dijo Jaemin, asustándolos y haciendo que se alejaran el uno del otro — Pero ese acercamiento de rostros me dijo lo contrario. —.
Rió por las expresiones que tenían ambos mayores.
— ¿Batalla de lenguas? — soltó Haechan, haciendo que las mejillas del canadiense se tornaran aún más rojas y tibias.
Jaemin rió más fuerte.
— Es mejor que bajemos, Jisung nos está esperando para ir de compras. —.
Apenas terminó, salió de aquella habitación. Sonrió para sus adentros al recordar la escena con la que se encontró, por fin se daban la oportunidad que merecían, ambos se querían desde hace mucho tiempo y ni siquiera hablaban de ello.
Era momento de ser felices entre tanto caos.
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— Creo que tenemos todo.. — dijo Jisung, revisando nuevamente la lista que había preparado — ¿Deberíamos llevar más bebidas? —.
Chenle sonrió.
— Ya tenemos suficiente, tranquilo. — se acercó al más alto y lo abrazó por la cintura — La fiesta será un éxito, bonito. —.
El menor comenzó a repartir besos en el rostro del chino. Aunque no eran directos por el cubrebocas que portaban, Chenle amaba cuando hacía eso.
— Son demasiado lindos. — Jaemin le susurró a Jeno.
— Sí, lo son — dijo Renjun, uniéndose a los mencionados — Mark y Haechan fueron a pagar las cosas, esperemos al otro lado por las bolsas. —.
