great daddy! ꒱ seungbin

03: nuevo hogar

Changbin admiró las cajas en medio de la sala, estaba completamente realizado ya que había conseguido un empleo para por fin irse de casa de su padre sin tener que pedirle nada.
Sonrió admirando el departamento que sería su nuevo hogar, era bastante amplio para una persona, sabía qué estaría muy cómodo.

—Bin, Minho fué hasta el camión a revisar que no quedara nada —avisó Jisung, su mejor amigo.

—Está bien Hanji, me encargaré solo desde ahora, Minho ya armó los muebles no quiero ser una molestia —dijo el omega empezando a desempacar.

—No eres una molestia, a Minho y a mí nos encanta ayudarte —el omega castaño también tomó una de las cajas para ayudar.

—Lo se, pero me siento mal cuando me ayudan tanto sin darles nada a cambio —dijo haciendo una mueca— ¡Oh ya se! Les invitaré la cena el fin de semana, así estrenamos el apartamento.

—Me parece una buena idea —Jisung le sonrió.

—Ya no hay más cajas—dijo Minho entrando— El camión ya se fué, oficialmente te has mudado.

Changbin sonrió ampliamente, le gustaba que su vida por fin cambiaba un poco.
Los tres empezaron a sacar las cosas de la caja y el silencio formado se vió interrumpido por el llanto de un bebé.

—Parece que tus vecinos tienen un bebé —dijo Jisung— espero puedas dormir...

—Estoy acostumbrado —menciona Changbin y era verdad, sus hermanas mayores eran todas omegas y ya eran madres, Changbin aún recuerda cuando una de ellas se quedó en casa de sus padres y su sobrino lloraba todas las noches. Tuvo que acostumbrarse y al final aprendió a dormir con el ruido o eso creía.

—Jisung dice que no quiere hijos porque odia el ruido —dijo Minho— Yo no puedo esperar a que tenga a nuestro cachorro en su vientre.

Jisung se sonrojó.

—No voy a ceder Lee Minho.

El omega mayor rió ante la pelea de pareja y se preguntó cuando llegaría el alfa indicado para el.

No era muy codicioso, solo quería a alguien que quisiera tener una familia junto a el y que lo ame. Pero hasta ahora todos los alfas con los que había salido eran muy tontos y no pensaban en esas cosas, quizás demasiado inmaduros.
A sus veinticinco años -y a pesar de no tener tanta edad- Changbin no quería ir de fiesta cada fin de semana, solo quería mantener su empleo estable y pensar en su futuro.

Quizás pronto encontraría su camino.