"Sentimientos Congelados" (ItaSasu) by ElizabethUchiha

Capitulo 1

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Pasando las colinas, cruzando el mar se encuentra el hermoso reino Konoha, una tierra maravillosa donde cada uno de sus habitantes vivía feliz.

Como todos los reinos tiene sus reyes... sabios y benevolentes reyes que velaban por su pueblo. Pequeños y traviesos príncipes que gustaban de jugar en la nieve.

El pequeño príncipe Sasuke más que ningún otro amaba la nieve, verla caer con sus disímiles formas, cubrir la tierra... Ohh si le encantaba la nieve, pero no por ser fría y blanca y poder jugar con ella.. no, le gustaba simplemente porque la nieve se asemejaba a su niisan... Blanco, puro y hermoso. Sasuke era absolutamente feliz cuando el y su hermano mayor jugaban en la nieve haciendo muñecos, batallas de nieve y montando trineo... ;pero dejando todas esas cosas divertidas a un lado lo mejor de todo era que Itachi solo le sonreía a él en esos momentos solo eran ellos dos.

Nacidos como príncipes solo tenían la compañía del otro, sus padres trataban se pasar el mayor tiempo con ellos, pero aveces el reino requería más del tiempo que poseían. Itachi gustaba de hacer sonreír a su hermanito y como todos los días a escondidas se escapaban para jugar en la nieve y pasar un rato solo de ellos dos.

—Vamos niisan, ahora está nevando mucho  podremos hacer un muñeco de nieve inmenso —decía con efusividad Sasuke mientras simulaba con sus manos el tamaño del muñeco que harían.

Itachi sonrió contagiado con la emoción de Sasuke. Hacer un muñeco era lo que más adoraban crear  cuando nevaba.

—Espera Sasuke —le pidió corriendo detrás de él.

Acostumbrados a esas escapadas los dos príncipes salieron del palacio para dirigirse al bosque detrás del palacio.

Sasuke lanzaba bolas de nieve a Itachi, Itachi se las devolvía lanzando las contra su rostro... todo era felicidad. Itachi, Sasuke, la nieve.

Pero como todo no puede ser felicidad un día el príncipe mayor despertó luego de una horrible pesadilla, todo su cuerpo estaba cubierto con hielo, las paredes de su habitación se habían vuelto escarcha y sus largos cabellos negros se habían tornado blancos como la nieve. Asustado corrió en busca de sus padres, cada rincón que tocaban sus  pequeñas manos sucumbía bajo el frío hielo. Los reyes asustados llevaron a su hijo mayor con la única persona que podía ayudarles.

—Lo que le ocurre al príncipe es algo tan hermoso como peligroso. Se le ha otorgado un don, pero también una maldición. El hielo que nace de sus manos puede crear... como podrá destruir, dependerá de él encontrar la forma correcta para este don —dijo el viejo sabio de los bosques —También una cosa —Llevó su mirada al pequeño niño que se escondía tras las faldas de su madre — Si no a prende a controlar su don podra dañar aquella perdona en quien su corazón haya depositado todo su amor.

Itachi miró al pequeño Sasuke dormido en los brazos de su padre, su pecho dolió fuertemente de solo imaginar a su hermanito lastimado por su culpa, negó fervientemente mirando sus manos las cuales apretaba con fuerza.

Jamás se permitiria herir a Sasuke... antes prefería morir.

—¿Qué podemos hacer? —preguntó el rey.

—Nada su majestad, él único que puede abrir su propio camino es el príncipe Itachi. En sus manos está su destino.

Los reyes regresaron al palacio con el corazón acongojado, temían por la vida de su hijo mayor y el destino que le esperaba de ahora en adelante.

—Fugaku —suspiró la reina —Debemos hacer algo, no puedo esperar sin intentar algo... Temo por mi hijo.

—Yo también. Pero como dijo el sabio solo Itachi puede hacer algo.

El pequeño Sasuke se removió en los brazos de su padre abriendo sus ojitos.

–Mamá... papá —dijo en niño —Tengo frio, mucho frío.

Los reyes de miraron asustados, aun más lo hizo Itachi, temía demasiado por su pequeño hermano... Sasuke debía estar a salvo, lejos de él. Con todo el dolor de su alma miró a sus padres y luego a su hermanito al cual besó dulcemente en la frente.

—Mamá, papá.. Amo a Sasuke y no quiero ponerlo en peligro, desde hoy debeis mantenerlo lejos de mi, no quiero verle mas hasta que pueda yo controlar —las lágrimas empezaron a arremolinarse en sus ojos, pero las contuvo —este maldito hielo... Por favor se lo pido.

La reina lloró de dolor sabiendo cuán duro resultaba para su hijo mayor aquellas palabras... Sasuke era su todo, siempre lo supieron. El rey fue quien asintió, comprendiendo las palabras de su primogénito, abrazo contra su cuerpo a su hijo menor y también lloró.

—Será como tu desees hijo, desde hoy Sasuke tendrá prohibido acercarse a ti. Las puertas del palacio se cerrarán y ningún ser ajeno a la familia entrará al palacio.

—Gracias Padre —agradeció volteandose para caminar con su pecho comprimido por el dolor.

Es mejor así, es por Sasuke y que este bien.... es por Sasuke.

Y así el Reino de Konoha declaró el aislamiento de la familia real tras la puertas del palacio. El príncipe Itachi se recluyó a la torre norte, lo más lejos posible de su hermano, viéndolo solamente de lejos y sufriendo en silencio.

Así pasaron los años en el Reino de Konoha, las cosas no cambiaban, ninguno de los príncipes se volvieron a ver otra vez. El menor de los príncipes lloró por largos meses preguntándose el por qué no podía ver más a su niisan, el por qué Itachi ya no le abrazaba, no le besaba... por que ya no jugaban juntos bajo la nieve.

Los reyes tampoco descansaron, buscaron por tierra y mar alguna solución para la situación de su hijo mayor,  pero todo resultó inútil, no encontraban nada... ni una mísera esperanza.

En unos de sus viajes el barco en que iban sufrió por una tormenta, los reyes jamás regresaron quedando bajo el mar las esperanzas de sanar a su hijo mayor.

A los dieciséis años el príncipe Itachi como dictaba la ley debía ascender al trono y guiar al reino como una vez lo hicieron sus padres.

—No puedo hacerlo... no puedo.