DE PURA SANGRE-Adaptación. [Yungi, Woosan y Jongsang] 《ATEEZ》

LAS OLAS QUE VIENEN

Yeosang estaba recostado en su cama, al regresar de la cita se encontraba emocionado, fuera de sí, ilusionado, confundido, triste, feliz...no sabía como describir lo que le estaba pasando. Pero algo era cierto, solo pensaba en Jongho y sus besos.

El castaño miró hacia el techo suspirando...¿estaba bien olvidar tan pronto a Kim? se preguntó. El hombre habia roto su corazón y traicionado por dinero. Yeosang sabía que Kim no merecía su amor.

Pero, ¿estaba bien enamorarse de nuevo?

Su celular emitió un sonido, era un mensaje de Mingi. La foto que se tomaron apareció delante de él. Pero hizo 'zoom in' hacia el lado de Jongho. Lo supo entonces, se estaba enamorando pero del Park equivocado.

Mingi sonrió después de enviarle la foto a Yeosang, aunque no había recibido un beso de parte de su cita al final de la misma, no le importaba, creía que todo habia salido relativamente bien.

Entonces su dedo se deslizó a la siguiente foto, descubriendo la selfie que Yunho se había tomado con su teléfono sin darse cuenta. Cerró los ojos recordando el beso que le habia dado. Se había arrepentido de rechazarlo y luego Yunho lo había ignorado, pero al llegar a casa se dió cuenta que fue mejor así. No estaba en sus planes involucrarse con él. Él se iba a casar con Yeosang, punto final.

Se volvió para apagar su lámpara y observó el peluche que parecía cuestionarlo de por qué estaba en su habitación y ¿No se lo regaló a su cita?

Jongho estaba por así decirlo en el quinto cielo, nunca pensó que Yeosang respondiera a sus besos en lugar de darle una cachetada. Hubiera querido allí mismo pedirle que fueran novios, pero habia muchas cosas que les impedían estar juntos.

Y del cielo paso al purgatorio, sabía que estaba haciendo mal metiéndose en el compromiso de su hermano. Era traicionar a Mingi y a su padre. Pero ¿Cómo algo que era prohibido podía sentirse tan bien? Sus sentimientos le controlaban y no podía luchar contra ellos.

Hablaría con Yeosang para decirle lo que sentía y que haría lo que tuviera que hacer para estar juntos.

Yunho cenaba en la noche del domingo con su familia. Su madre y abuelos estaban estrenando el regalo de la feria, la vajilla que habia ganado como segundo premio. El chico de cabello azabache hubiera deseado que jamás la usaran, pero a su madre y abuela les pareció muy bonita, decorada con pequeñas rosas y borde dorado. Ahora sería un constante recordatorio de esa noche y él la odiaba.

¿Tendría trabajo mañana? pensó. Tal vez su jefe había decidido despedirlo por acoso, conducta inapropiada y quién sabe que más. Aún así le dolía que lo hubiera rechazado, pero ¿que esperaba? ellos no se soportaban, ¿Cómo iba a surgir algo diferente de eso? Pero por un instante Yunho sintió como esa ola de la que le había hablado a Jongho se formaba frente a él.

"¿Quieres más, hijo?" le preguntó su abuela. Yunho miró el plato, negó con la cabeza. Se levantó de la mesa y se giró hacia su madre

"¿Mamá aun tienes el tinte azul que compraste por error?"