Hopeless, broken, golden boy || [l.s.]

Prólogo

❝ But I, I can feel it take a hold
I can feel you take control
Of who I am and all I've ever known
Loving you's the antidote
Golden ❞

[Golden - Harry Styles]

* * *

Toda su vida, él había pensado en el dorado como un color, probablemente había pensado alguna vez en oro, pero no entendió realmente lo que podía significar el dorado hasta que lo vio convertirse en una persona.

Un alguien que había sido capaz de tomar una palabra común y hacerla totalmente suya sin siquiera intentarlo.

Una persona que era oro puro, más radiante que cualquier metal precioso; sin embargo, a la vez, totalmente inconsciente de su valor.

Esta era una persona brillante atrapada en la oscuridad, incapaz de ver todo lo que podía hacer. Necesitaba ayuda.

La cuestión era que el ser tan brillante y asombroso tenía sus consecuencias, pues a las personas no les gustaba que él brillase, les molestaba que les obligará a cubrirse los ojos; entonces simplemente se iban, y el brillo junto con ellos.

Cuando él llegó vio al chico dorado asustado, incapaz de mostrarse como era, simplemente viendo a alguien roto, apagado. Supo esperar, tuvo que pasar tiempo para que volviera a brillar, pero, cuando lo hizo, fue demasiado para él, no porque él lo odiara, simplemente porque no estaba acostumbrado a ver tanta luz.

Y era extraño, porque fue entonces que se dio cuenta de que él también había estado sumido en la oscuridad y que no sabía lo que era la luz hasta que sucedió, hasta que el otro chico brilló; y de alguna manera esperó que ese brillo fuera contagioso, porque quizá era algo que él también necesitaba.

El chico dorado se asustó, intentó alejarse aunque creía que ya era demasiado tarde, lo había visto brillar y seguramente se iría como el resto, así que esperó. Esperó y esperó que el chico se fuera, pero cuando sintió un suave toque sobre su hombro, supo que no lo había hecho.

Él estaba ahí, él se había quedado. Lo había visto brillar y se había quedado y él nunca había sentido aquella nueva emoción brotar desde su pecho. No sabía lo que era, pero se sentía bien.

Sin embargo, las cosas no podían ser así de sencillas, no para alguien que había recibido únicamente rechazo al intentar ser como realmente era.

Y tenía miedo, sentía pánico, quería salir pero aún no conocía la salida y, de alguna manera, la oscuridad parecía volverse mucho más grande de lo que había sido en un principio.

"Eres tan asombroso."  decía el otro chico en un intento de volver a hacerlo brillar como antes, aunque parecía no funcionar a veces.

El "a veces" se convirtió en un "casi nunca" y de pronto el chico dorado dejó de ser dorado para convertirse en apenas un pequeño resplandor casi completamente opacado por toda la oscuridad.

"Sé que tienes miedo..." intentaría hablar el chico, aún sin perder del todo lo poco de esperanza que le quedaba. Él también tenía miedo después de todo.

"Tienes que irte. He estado toda la vida sólo y estaba acostumbrado, pero si te quedas entonces no podré volver a estar sólo para cuando todo esto acabe."

Y en algún punto, el chico dorado le pidió que se fuera.

"No va a terminar necesariamente, no tiene porque ser así."

El chico intentó explicar sin ánimos para ocultar el pánico surgiendo dentro de él porque esto no podía estar pasando. No cuando estaba enamorado de él.

"Amarte es destructivo."

Y eso fue todo lo que necesitó decir el chico dorado para ponerle un fin a eso.

Pero, ¿y si no era así? ¿Y si amarlo era el antídoto? ¿Y si permitirse quererlo podia ayudarlo a acabar con la oscuridad?

No podía echarlo, ¿verdad? No podía hacerlo, no cuando él había sido el único que se había quedado aún a pesar de todo. No podía, tenía que evitar que se fuese, así que abrió los ojos nuevamente, apresurado, listo para llamarlo y arriesgarse; sin embargo, cuando lo hizo, todo era oscuridad de nuevo. Enorme y aplastante oscuridad, sin un poco de luz dorada llenando al menos un poco el vacío negro. Le tomó cinco segundo mirarse a sí mismo y darse cuenta de que ya no brillaba más.

Era demasiado tarde, él ya se había ido.