Soundtrack

Track 3 - Bisbal y Chenoa - Escondidos

Bésame, mientras sientes la piel, Que hay detrás de mi piel, Júrame, una y otra vez que tú, Intentarás amarme más, Sólo un poco más que ayer, Como si fueras tú la vela y yo su luz, Para iluminarnos tú y yo, Casi nada muy poquito, Dentro del cuarto en un rincón Escondidos

Cerré la puerta del balcón tras de mí, y me quedo mirándola mi chica, mi niña, la mujer de mi vida, con la que había estado compartiendo los últimos años escondiéndonos del mundo.

Demet y yo estamos en el sofá de mi casa acabamos de disfrutar una cena romántica por su cumpleaños número 18, mis padres estaban de viaje en una convención, y yo me había asegurado de darle el día a libre a todo el servicio de la casa para tenerla para nosotros solos, he planeado este día por muchas semanas Demet y yo ya casi cumplimos tres años juntos, estamos felices y enamorados y yo estoy convencido que estamos listos para llevar nuestra relación al siguiente nivel, antes de que mi cerebro tenga la oportunidad de evaluar lo que estoy haciendo, me inclino, cortando las siguientes palabras de Demet con un beso. Ella toma una respiración sorprendida. Aprovecho el momento, pasando mi lengua por su labio inferior, probándola. Y gracias a la primera explosión de miel, flores, té y mujer que se extiende por mi lengua, sé que Demet es una de las cosas más dulces que he probado en mi vida.

-Can... -Mi nombre es una advertencia suave, pero sus dedos se enroscan en mi cabello, sus uñas se arrastran suavemente a través de la piel en la parte posterior de mi cuello.

-Pero... Esta vez, me adentro profundamente entre sus labios, gimiendo de aprobación mientras su lengua comienza a bailar con la mía. Al principio, es tímida, probando, testeando, pero cuando me coloco encima de ella en el sofá, está dando lo mejor de sí misma. Sus labios son firmes y calientes, y el sonido que hace cuando deslizo la mano por sus costillas para colocarla debajo de su pecho es lo suficientemente sexy como para hacerme sentir instantáneamente, dolorosamente duro.

-¿Qué estás haciendo? -Sus uñas cavan más profundamente en mi piel.

-¿Qué sientes que estoy haciendo? -Le muerdo el labio inferior mientras paso el pulgar hacia adelante y hacia atrás, acariciando la suave curva de su pecho. Su pecho sube y baja más rápido, haciendo que mi pene palpite. Antes de estar con Demet había estado con algunas otras chicas con las que había descubierto la maravilla del sexo y aunque me había parecido algo espectacular y muy caliente estaba seguro de que descubrirlo con Demet sería como un maldito infierno. Quiero enloquecerla, ver qué sucede cuando se suelta y se sienta sin la ansiedad de presionar los frenos.

-No podemos -susurra, pero cuando paso el dedo por su pezón a través de su ropa, no se aparta. Jadea, un grito sexy que trago mientras la beso de nuevo. La beso más fuerte, más profundamente, hasta que su respiración está acelerada y se arquea en la mano que he mantenido detenida debajo de su pecho. Espero hasta que gime, un sonido hambriento y necesitado cuyo significado es jodidamente claro, antes de envolver mis brazos a su alrededor, tirándola encima de mí mientras estoy recostado en el sofá.

-Separa tus piernas -murmuro contra sus labios, maldiciendo entre dientes mientras obedece, poniendo su centro en contacto íntimo con el lugar donde estoy terriblemente duro por ella-. ¿Sientes eso, De?

-Sí. -Se balancea experimentalmente contra mí de una manera que hace que mi visión se vuelva borrosa, y es casi imposible evitar fusionar mi boca a la de ella de inmediato. Pero me obligo a esperar, necesitando que entienda lo que me hace, que se adueñe del poder que tiene en este momento.

-Eso es porque te quiero a ti. Así de jodidamente mucho. -Agarro firmemente su culo con mi mano derecha, animándola a seguir moviéndose, a seguir montándome a través de nuestra ropa mientras le digo lo sexy que es-. Porque eres sexy como el infierno, y todo lo que quiero hacer es quitarte esa ropa y entrar en ti. Eso es todo lo que se necesita para enloquecer por ti. Su frente se presiona contra la mía mientras mueve sus caderas en estos pequeños círculos que rápidamente me vuelven loco.