Amor Garantizado

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Tony regreso a su oficina, tuvo un día muy atareado, después de esta entrevista que tuvo con la rubia, regreso con varias preguntas que volaban por su cabecita inteligente.

Estando sentado en su escritorio terminando algunas cosas del trabajo decidió mandarle un mensaje a Steve.

Sacó su teléfono, fue al contacto y empezó a escribir.

🍭Capipaleta ⭐

Estas ahi ?
✓✓ visto 10:30pm

Buscas una llamada caliente?
✓✓visto 10:31pm

¡No! ¿Porqué? ¿Qué hice?
✓✓ visto 10:33pm

Es el código para una llamada caliente
✓✓visto 10:33pm

Tony: ¡Ay porqué! no puede ser contigo Rogers – se salió de los mensajes para llamarlo

•llamada•

Steve: ¿hola?

Tony: ¿Ahora ya con códigos secretos? - en la otra línea se rieron

Steve: has tenido dos, casi tres citas por internet ¿Y todavía no aprendes el lenguaje?

Tony: no claro que no yo...yo quería saber si – se aclaró la garganta- si tú estabas despierto... despierto para, bueno revisar algunas cosas

Steve: ¿Revisar algunas cosas? ¿Aún estás trabajando? - Tony abrió los ojos

Tony: no

Steve: no eres un ser humano normal

Tony: bueno entonces ¿Puedes mañana?

Steve: mañana es sábado- se quejo

Tony: eso que importa - Steve negaba con la cabeza riéndose

Steve: importa porque es sábado- Tony sonrió - está bien...te veo mañana abogado

Tony: buenas noches... Steve - colgaron ambos con una sonrisa en sus caras

A la mañana siguiente quedaron de verse en un parque, Steve llevo a su perro para mejor compañía, sus salidas son constantes desde que tuvieron la cita con la jefa de amor garantizado. Algo en el interior de los dos se sentía bien, ellos se sentían cómodos el uno con el otro. ¿Cómo se llama eso?

Tony: ¿había una que comía papel?

Steve: si de todo tipo, servilletas, papel de baño - caminaban cerca de un lago

Tony: debe ser una broma - había algunos roces de manos y hombros pero a ninguno le molestaba

Steve: no es broma

Tony: no puedo creerlo pero...no puedo esperar para conocer a esta persona- soltaron varias risas

Steve invito a comer a Tony justo en el parque para matar el tiempo, ambos se subestimaron, cuando terminaron de comer siguieron caminando.

Tony: y no eres para nada el timador que imaginé

Steve: pues tú no eres el abogado estirado que pensé que eras- el castaño soltó una risa – me alegra haberme equivocado