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–Oye viejo, ¿tienes una moneda?– Preguntó cierto rubio con una marca de rayo en el cabello hacia un chico el cual tenía unos codos peculiares.

—Oh, sí claro amigo— Dándole una sonrisa sacó de su bolsillo una moneda y se la entregó, viendo a continuación como este se iba a una máquina expendedora.

—Veamos, se me apetece un snickers— Habló en voz baja mientras veía todos los dulces en la máquina, sin demora introdujo la moneda y luego de escojer su tan precioso bocadillo se puso a esperar que bajara.

—Oh cielos viejo, ¿esto es una broma?— Soltó un suspiro de cansancio al presenciar que el dulce se había quedado atrapado sin oportunidades de bajar —y mi día estaba llendo tan bien—

Mientras el rubio estaba lamentándose, cierta chica de cabello morado veía divertida la situación, más que nada por que Kaminari parecía estar apunto de llorar por una golosina.

Observó a todas direcciones y una vez garantizó que nadie estaba viendo se acercó a donde estaba él. Tenía su cabeza pegada contra el cristal y sus ojos estaban cerrados.

—Oye oye ya tranquilo— Le dio unas palmadas en el hombro, ella estiró sus jacks y los metió en la máquina, tomando con suma facilidad aquel preciado objeto. Todo esto fue visto por el rubio con una expresión de asombro.

—¡Wow! ¡Tu quirk es muy útil aveces Kyoka!— Dijo muy alegre moviendo sus manos, este le sonrió y estiró sus manos —Te debo una, ¿sí?—

La pelimorada observó las manos del chico y luego lo observó a él, de repente una idea surcó su mente, ya varias veces este le había hecho bromas ¿sería malo devolverle el favor?.

Ella acercó la golosina hacia las manos de su compañero, quién esperaba expectante, pero antes de que lo llegara a tocar se detuvo —¿Eh?— fue lo único que escapó de sus labios.

Sin decir nada, Jirou se dio media vuelta y abrió el envoltorio del dulce mientras lo veía con una sonrisa malvada.

—¡Es-espera Kyoka!!— Extendió su mano hacia ella mientras sonreía nervioso —No-no hagas algo de lo que puedes arrepentirte— dijo entre risas nerviosas esperando que eso la detuviera.

—Ñam— Sin embargo las palabras no tuvieron efecto en ella, que le dio una mordida mientras tenía una mirada ingenia e inocente.

—¡Noooooo!!— cayó de rodillas al suelo mientras unas lágrimas se asomaban de sus ojos. Esta situación fue suficiente para la chica quién tuvo que cubrir su boca ante lo fuerte que se estaba riendo.

—¡JAJAJA! Oh vamos es solo un dulce— Se giró y dio unos pasos para acercarse a él, agachándose un poco para quedar a su altura, y sin piedad le dio otro bocado a la golosina enfrente del rubio.

—No había desayunado....— susurró por lo bajo mientras apartaba su mirada a otro lado, haciendo que Jirou casi se atragante.

—E-espera, ¿qué? ¿Bromeas, cierto?— Dijo entre pocas risas, creyendo firmemente que no caería pero la expresión seria que este tenía le hacía dudar

—¡No bromeo, me quedé dormido luego de pasar la noche jugando videojuegos!— habló con total honestidad, llegando a incomodar un poco a su contraria quién apartó la mirada.

—En mi defensa... No había manera de que yo supiera eso— con algo de nerviosismo rascó su mejilla

—Me debes comprar algo—

—¡¿Eh?!—

—¡No te sorprendas es lógico!—

—¡¿Cómo eso es lógico?!—

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2020 ⏰

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Una melodía eléctricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora