Besos Con Sabor a Mar.

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─Gracias por cuidarlo... umh, los doctores... ¿no dijeron nada?.─ la mirada de compasión que recibió por parte de sus amigos fue suficiente para responder a su pregunta, intenta darles su mejor sonrisa cuando se despide de ellos.

Toma lugar al lado de la cama donde se encuentra su amado y suelta un suspiro pesado.

Está cansado.

Tenía la esperanza de que Luzu despertase ese día, de que pudieran cumplir su promesa.

Siente los ojos aguadarse después de un momento y trata de enfocar su borrosa vista en el castaño.

─Lo siento Luzu... debí haber vuelto antes... debí pensar en ti también cuando tome la decisión que nos llevo a esto... lamento ser egoísta y haber vuelto esperando que aún me amaras como yo lo hago... perdóname por no ser el indicado para hacerte tan feliz como lo mereces.─ a esas alturas las lágrimas salían a cántaros de sus ojos.

Aún así, no había apartado la mirada del chico que permanecía durmiendo frente a él.

Siguió susurrando cosas al azar como el color de las sábanas, el nombre de la enfermera que le atendía o lo que había estado haciendo el tiempo que estuvieron lejos, ya que, no estaba seguro de si algún día podría decírselo apropiadamente.

Cuando miro su móvil y este marcaba el final de noche buena y el inicio de Navidad comenzó a sentir pánico.

No estaba seguro del porqué sentía que Luzu iba a despertar en esos momentos, pero el que no lo hiciera sólo le daba una sensación de pérdida enorme que lo hacía sentir ahogado.

Intento concentrarse en algo más.

Lo que fuera.

Así que se acerca rápidamente al contrario y toma su mano con la mayor delicadez que puede tener en ese momento.

Y simplemente comienza a susurrar pequeñas peticiones.

A la vida, a los Dioses, al destino.

No importaba.

La acción le ayuda a controlar su respiración y la sensación que le transmitía el tacto con Luzu le calmaba lentamente.

Dijo un montón de cosas, prometió otras tantas, lo único que quería, era poder ver la sonrisa del contrario de nuevo.

Antes de darse cuenta Auron está dormido, sueña con una mirada café y unas manos cálidas.

Es despertado por el leve movimiento en donde estaba apoyado.

Esta a punto de quejarse cuando la realización llega a su mente.

Movimiento.

Abre los ojos con rapidez y se endereza en su silla, le cuesta un momento ver con completa claridad, pero cuando lo logra, sus sospechas son confirmadas.

Luzu estaba despertando.

Antes de que siquiera se le crucé por la cabeza llamar a los médicos, es atrapado por una mirada chocolatosa que lo deja sin aliento.

Y más que nunca, se detesto, porque su primera reacción fue llorar.

Odiaba las lágrimas que corrían por su rostro, que no le dejaban ver perfectamente la mirada confundida de su amado.

Luzu intenta hablar pero se da cuenta de que probablemente, su garganta está demasiado seca para eso.

Toma el vaso de agua con pajilla que llevaba esperando ser bebido un tiempo a los labios del contrario.

Luzu se ve agradecido, cuanto termina de beber, no sabe si debería romper el silencio.

Específicamente, porque ahora que lo tenía realmente ahí, despierto, vivo y mirándole con curiosidad, sólo quería besarlo.

Se acerca lentamente para dejar reposar una mano sobre el pecho de Luzu, dejando que la familiaridad del contacto lo envuelta y los latidos del corazón se sientan sobre su piel, las lágrimas aún no dejan de salir.

Sus acciones hacen que el ritmo cardíaco del contrario se acelere un poco, no sólo lo siente, sino que lo escucha en la maquinilla al lado de ellos.

Una sonrisa ligera se instala en su rostro y se alegra aún más al ver como los colores invaden la cara del castaño.

Entonces Auron sabe que no necesita tantas palabras en ese momento.

─Te amo.─ era lo que sentía, porque pensó que jamás podría hacerle llegar y lo que quería hacerle entender  desde ese día.

La mirada sorprendida que le da el contrario es reemplazada con rapidez por una pequeña sonrisa que crece y crece hasta ser radiante y mandarle escalofríos por el cuerpo.

En ese momento, entra la enfermera a cargo del contrario y es seguida por un médico.

Lo regaña suavemente por no haberles avisado de inmediato, pero después de darle un vistazo a su rostro se queda callada mientras hace un par de anotaciones en un papel.

El médico revisa a Luzu, le hace un par de preguntas a las cuales el castaño sólo asiente con la cabeza o niega.

Cuando le preguntan si puede hablar este asiente, cuando el médico le pregunta la fecha sólo levanta los hombros con ligereza.

El de bata les comenta que tienen que pasar un par de horas más para revisar a Luzu y hacerle un par de preguntas cuando este más orientando.

Cuando está a punto de salir por consejo del médico, Luzu le toma de la muñeca y no le suelta, se quedan solos.

Aún siendo sostenido por Luzu, escucha un leve carraspeo y voltea a verlo instintivamente.

Te amo... también.─ la voz sale grave y rasposa, haciendo que el contrario se sonroje e intente aclarar su garganta con insistencia.

La confesión no le toma por sorpresa, pero hace que su pulso se aumente de una manera inevitable y que los bordes de sus labios se estiren hasta formar una sonrisa enamorada.

─Lo siento tanto Luzu... ya podremos hablar cuando salgamos de aquí... pero sólo quiero que sepas que volví para arreglar las cosas si también quieres.─ un asentimiento por parte de Luzu y un leve tirón desde donde era sostenido fue suficiente para sentarse en el borde de la cama del contrario y acercarse lo más posible a él.

Con su mano libre, tomó por el cuello al castaño y lo acercó con cuidado a él.

Dejó un pequeño beso en la frente de su amado para luego hacer un pequeño camino hasta quedarse a centímetros de sus labios, entonces se detuvo, junto sus frentes y se permite apreciar de cerca los ojos del chico.

Luzu se tomó unos momentos antes de ser él quien le diera un casto beso sobre sus labios.

Entonces comenzó a llorar.

A lagrima viva, pero con una sonrisa pequeña entre los labios.

Limpio las mejillas del castaño con cuidado y amor, antes de notarlo, él también soltaba un par de lágrimas.

Así como comenzó a llorar el contrario, también se detuvo, se movió ligeramente de su sitio y rodeó su cuello con los brazos.

Besándolo.

Luzu comienza con timidez para después de ver que era correspondido totalmente, entregarse al beso con vehemencia.

Los labios del chico se sentían fríos y húmedos.

El beso era salado.

Largo.

Auron sintió que era mucho más que perfecto.




















Happy Sam va lentín.♡

Susurros Antes De Navidad                                    ꧁Luzuplay꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora