Un Pacto De Corazón.

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─Eso sería todo señor Borja, esperamos no verlo por aquí pronto.─ el médico le entregó un par de vitaminas y le ordenó al castaño hidratarse correctamente los días que pasaría en casa antes de un chequeo en 15 días.

Luzu se cambió con una muda que había estado esperándole desde hace tiempo y finalmente, pudo llevarlo a casa.

El doctor le permitió caminar por si sólo mientras no realizará esfuerzos grandes, así que llegaron lado a lado, lentamente.

─No tenemos sesenta años, ¿lo sabes no?.─ comentó el contrario cuando finalmente llegaron a la entrada del blanco hogar.

─estarías demasiado bueno como para tenerlos Borja, por supuesto que lo sé.─ comento mientras le guiñaba un ojo al chico que le respondió con una alegre carcajada.

Dejó pasar al contrario primero a casa, cuidadoso.

Midiendo la reacción del chico a su lado.

La sala tenía una pancarta con un "Bienvenido" escrito en ella.

Eso había sido cortesía de Rubén, cuando le ayudó a preparar todo.

La mesa estaba decorada levemente y la comida permanecía en el horno.

Una sonrisa enorme adornaba el rostro de Luzu cuando tomó asiento en la mesa, él camino a la cocina para sacar la ensalada de la nevera y el platillo principal del horno.

Comerion en silencio, con la tensión creciendo entre ellos.

El que comienza la platica es Luzu, le cuenta lo que pasó cuando él se fue, las decisiones que tomó y como terminó secuestrado por un montón de lunáticos.
Sólo había sobrevivido porque les hizo creer un montón de cosas inventadas, poniéndole como una deidad, haciendo que lo cuidaran y llenarán de objetos.

Luzu odio cada segundo de ello, porque ya no era libre, sentía que era imposible escapar, aún más, porque, la puerta de Auron derribó de un golpe firme, el castaño intento tirarla abajo incontables veces, sin éxito.
Así que éste se negó a probar alimentos, eso sumado a el aparato que mantenía consigo, lo llevo al hospital.

Auron le contó todo, lo que hizo el tiempo que se alejó, porque lo hizo y que lo había hecho volver.

La promesa de pasar ese día juntos, siempre.
El castaño se sorprendió ante la respuesta, vio como su mirada se aguado un poco.

Le pidió perdón incontables veces, Luzu lo disculpó en cada una.

Le contó como gracias a Lana, Mon y Adam le habían podido salvar.

─Era extraño... una especie de cosa salía de mi y me dirigía a donde estabas, todas las pócimas fueron realmente útiles, pero estoy mucho más agradecido por el hilo brillante que me llevo a ti... me dio seguridad cuando dudaba de mis pasos.─ en ese momento se habían pasado ya a la sala del hogar, compartiendo un sofá entre ambos, acurrucados.

─¿Un hilo? ¿Salía de... tu pecho?.─ preguntó levemente el castaño al cual le dejaba caricias entre los cabellos.

─¿Cómo lo sabes?.─ se apartó levemente del contrario para verle al rostro, curioso.

─Es magia antigua... yo no sé si...─ el contrario le miro a los ojos, parecía contrariado hasta que, segundos después, la miraba se le iluminó levemente y dio pasó a una expresión cariñosa.─ ah, da igual, supongo que eso acelera las cosas.

Antes  poder indagar más, Luzu se abalanzó a sus labios.

Esa noche terminó con un castaño levemente molesto por la cantidad de regalos que compro en su escapada del hospital, mimando al contrario con excusa de la fecha festiva.

Un corto beso en los labios y un "nunca debo irme... mi mayor regalo es tenerte conmigo" fue suficiente para matar sus quejas y ocupar sus bocas en el otro.

─ ◇ ─

─¿Destinados?.─ preguntó con dudas, tal vez  había oído mal a la pelinegra.

─Ciertamente nos arriesgamos un poco al hacerlo, no había manera de saber si serían compatibles.─ comentó distraidamente la chica rubia al lado de Luzu, mientras todos hablaban con una taza de té en la misma mesa donde planearon el rescate del chico que ahora sonreía tímidamente mientras un sonrojo inundaba sus mejillas.

─Era fácil decir que podrían serlo en realidad... sólo hacía falta mirar como Luzu hablaba de él y la determinación de Raúl al salvarle... sino hubiera funcionado tal vez no hubiera llegado a tiempo.─ siguió Mónica, pensativa, dejó la taza en la mesa antes de girar su cuerpo en dirección a Lana, con una sonrisa sabionda creciendo en su rostro.─ oh, tú, sucia chica, lo sabías ¿no? Por eso me insististe en realizarlo.

─No tengo idea de a que te refieres...─ confundido aún, interrumpió a las chicas.

─Yo noo tengo idea de que están hablando.─ comentó suavemente.

─Ah, el hilo era un hechizo antiguo que te conecta o une de alguna manera a otro ser... no funciona a no ser de que ambos estén dispuestos a todo por el contrario... es como el destino si, se podría decir.─ intervino por primera vez Adam, quien estaba a su lado y lo miraba con cariño.─ estoy feliz de que encontrarás a alguien para amar así.

El comentario lo descolocó de inmediato, porque Adam nunca decía ese tipo de cosas y el toque de su voz monótona lo hizo responder con una corta risa.

A él también lo hacía feliz.

─Lo sé... gracias.─ le sonrió a su amigo con sinceridad, aún le debía una cena.

El tema fue dejado atrás después de unos minutos, en los que la sala se lleno de risas y anécdotas.

Ambos volvieron a la casa ya entrada la noche, caminando lado a lado y por petición del castaño, un poco más rápido que el día anterior.

Antes de llegar al hogar, Luzu lo detuvo por el abrigo.

─Auron... te he dicho tanto que siento que lo que salga de mis labios no es suficiente pero, quería decirte una cosa más antes de que pase más tiempo.─  sentía un leve temblor desde el tacto de Luzu en su ropa, aceptó en un susurro también, incitándole a continuar.─ gracias... por cumplir tu promesa.

Sintió como una pequeña sonrisa comenzaba a nacer en su rostro, estiró su mano para poder tomar el meñique de Luzu entre el suyo.

─Prometo seguir cumpliendola mientras me lo permitas.─ sintió un leve apretón en sus dedos entrelazados.

─Prometo no ir a misiones suicidas en esas fechas.─ una risa salió de Luzu cuando su ceño se frunció ante la respuesta.─ también seguiré con la promesa... mientras me sigas amando.─ Luzu se acercó a él, casi imperceptible.

─Entonces nos esperan muchas navidades juntos... ¿no?.─ recargó su frente contra la del castaño.

─En efecto.─ pudo haber reído por la respuesta corta y ansiosa de Luzu, sino fuera porque el contrario estampó sus labios contra los suyos.

Caminaron lo que les faltaba tomados de la mano, mientras Luzu le contaba más detalles de lo que estuvo haciendo ese tiempo, feliz.

Y por primera vez en mucho tiempo, Auron esperaba ansioso el próximo Diciembre, para poder cumplir su promesa una vez más.


























Falta un epílogo cortito, espero poder publicarlo pronto, llegamos al fin, muchas gracias por leer.♡

Susurros Antes De Navidad                                    ꧁Luzuplay꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora