Tu mi tierno guardia y yo tu peligroso prisionero(Omegaverse)

Cap 1: Un corazón Frio

Tal y como las aves crecen y vuelan lejos del nido los años pasan sin detenerse a esperar como afecta su paso en el planeta en general, sin piedad alguna por los daños que se crean con el avance que hace o compasión al ver la vida que a su paso se detiene y desvanece que no vuelve a renacer o reutilizarse en alguna de sus nuevas creaciones.

En Rusia ya habían pasado los años, la tecnología había hecho lo suyo y la humanidad parecía haberse vuelto más salvaje de lo que en un principio era, no importando el juzgar a sus semejantes siendo recién nacidos, viejos o pequeños infantes que apenas conocían el mundo y sus reglas. Las reglas ya eran claras todo aquel ser; que fuera diferente por su naturaleza seria sentenciado inmediatamente a un destino peor que el de un animal que nacía para ser comido o criado y entrenado para entretener a la gente, un destino en que nadie podía salvarse o ser libre hasta que llegara su muerte.

Además de convertirse en la primera potencia mundial Rusia se estableció como país de Retención y en el destino de la mayoría de las "bestias" de todo el mundo teniendo como sede un Cuartel de aislamiento que abarcaba una gran cantidad de kilómetros en puras celdas, laboratorios, cuartos, calabozos y salas de tortura con tecnología de 1°, ubicada en lo más profundo de uno de sus bosques aislada de cualquier pueblo o civilización y haciendo imposible el escape de cualquiera que hubiera sido destinado para recluirse en aquel purgatorio que hasta ahora no tenía escapatoria y menos se conocía a alguien que hubiera logrado escapar o salir con vida.

El invierno ya había llegado a Rusia haciendo que los días fueran más cortos y las noches más largas, junto a aquel frio que llegaba a congelar los huesos con las grandes nevadas y las fierras tormentas que llevaban consigo más aire frio, para los funcionarios del centro esto era un verdadero desafío ya que en el día la mayoría de los reos estaban sedados y ellos podían respirar con más calma, pero en la noche era mejor estar preparados y con mejores reflejos si llegaba de invitada la luna llena sin compañía de nubes o alguna obstrucción de su hermosa luz causando que todo lo que para ellos era una vida tranquila de servicio al país se convirtiera en el propio infierno que ellos mismos creaban cada día con sus acciones egoístas y ambiciosas.

La noche ahora dueña del firmamento daba paso a la luna ya en lo alto del cielo causando que las sirenas sonaran sin descanso mientras los rugidos, gritos, aullidos y gruñidos se hacían más que presentes en aquel lugar en lo mas fondo de aquel espectral bosque, logrando alertar a todos los funcionarios de aquel recinto se pusieran inmediatamente en alerta y bajo una protección especial para no salir lastimados en aquel encuentro que estaba a segundos de comenzar y no dejaría a salvo a nadie que estuviera cerca.

En cosa de segundos decenas de escuadrones armados entraban sin ningún cuidado en aquellas estrechas celdas para intentar tranquilizar a aquellas bestias que luchaban sin descanso por intentar escapar de aquella prisión. La hora al fin había llegado, la luna desde los grandes ventanales se hacía presente entregándole un poder inimaginable a cada uno de los reos que estaban ahí, aislados, mal heridos, hambrientos y sobre todo sin ningún sentimiento hacia la humanidad, bajo su hermosa luz aquellos que eran débiles rápidamente se liberaban de sus ataduras que les quitaban la libertad; que se habían puesto al momento de abandonar el vientre materno.

Solo unos segundos más tarde los gritos de decenas de guardias resonaban por las paredes dándole gracia a los animales que comenzaban a avanzar a pasos agigantados contra ellos, era una verdadera masacre contra las personas que día a día se burlaban y humillaban, la ira no se contuvo al escuchar como algunos pedían clemencia o piedad por sus miserables vidas. Cuantas veces les habían rogado por un pedazo de pan para alimentarse o un poco de agua para beber, recibiendo solo burlas a cambio. Además de ver como desperdiciaban tanto la comida como aquel valioso líquido en jugarretas frente a ellos.