Prólogo

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Anthony Edwar Stark, magnate millonario, dueño de Stark Industries, una compañía multimillonaria dedicada a la fabricación y venta de armas, caminaba por las calles de New York perdido en sus pensamientos.

Como es costumbre, los niveles de Alcohol en su sistema eran elevados, producto de varias rondas de la bebida para adultos en un bar de mala muerte. La causa de su estado actual tenía nombre: Peter Parker.

El joven castaño que en determinado momento fue su protegido, aquel vigilante que Él se encargo de hacer famoso, ese chico que amaba como si fuera su hijo. Ese que lo traicionó para ir con el símbolo de América, Steve Rogers, en la denominada "Civil War" entre los héroes.

Mientras caminaba sin rumbo un peculiar sonido robó su atención, 'TWHIP' los lanza-telaraña del dueño de sus pensamientos resonaron, viendo al odiado vigilante detener un asalto en segundos. Todo bajo la mirada de admiración de los presentes.

El azabache no era idiota como otras personas, el estaba consciente de la creciente fama del arácnido, sobrepasando la mala fama brindada por cierto periodista dueño del periódico local. Las acciones de su ex-protegido desmentían las calumnias del Hitler periodista, formando una buena imagen, una de confianza y seguridad. Una imagen parecida a la del experimento de laboratorio: Capitán América.

Superando esos pensamientos siguió su camino, era inútil tratar de dialogar con el arácnido, lo más seguro es que lo odie por el sufrimiento que le hizo pasar anteriormente.

- Debo llegar a mi mansión para quitarme la posible resaca que me gané por tomar tanto- parlo para si mismo el dueño de Stark Industries.

- Hola señor, usted es Ironman verdad, me regala su autógrafo- pidió una niña de cabello negro.

- No molestes niña, no tengo tiempo para lidiar con vagabundas, anda con tus padres y no me molestes- regaño con molestia al ver el pobre ropaje que cubría a la infante, olvidando todo tipo de tacto pues, "quien no puede sostener su propia vida no merece respeto" era su pensamiento.

La niña agacho la cabeza con tristeza, no esperando ese tipo de respuesta de un sujeto que sale en la tv anunciando que es un héroe. Tony vio esto, se sintió un momento mal pero rápidamente la arrogancia Stark cambio su sentir, apunto de retirarse la niña lo detuvo al hablar.

- Por eso Spiderman es mejor que tú-.

-¿Qué dijiste mocosa?-  furioso preguntó el adulto de la conversación.

-Dije que Spiderman es mejor que un idiota con una armadura de hojalata como lo eres tú- repitió lo antes dicho con una pequeña sonrisa.

-Ese insecto jamás será mejor que yo, lo entiendes niña- en un estallido de cólera sujeto por los hombros de la desconocida niña, perdiendo los estribos por las palabras mencionadas.

-Si no fuera cierto- la sonrisa en su rostro fue creciendo -no estarías enojado, ¿verdad Sr. Héroe?- hasta formar una macabra sonrisa que paralizó en su sitio al beodo conspirador.

Este en su arrebato no notó que se habían internado en un extraño callejón, el ambiente se puso pesado de repente, borrando todo rastro de alcohol de su sistema.

-¿Quién eres niña?- notando por fin el extraño comportamiento de la fémina infante, se arriesgo a interrogar a la única alma, aparte de él, en ese callejón.

-Yo soy Morgan, Tony. Alguien que sabe lo que sucederá en el futuro, y puedo afirmar mis palabras. ¿Quieres ver el destino del insecto?- se presentó la castaña, dispuesta a mostrarle el destino de un perdedor, como lo nombraba él.

-Claro, no tengo nada mas que hacer- aceptando la propuesta de la niña.

Mientras se adentraban más en el estrecho camino este adoptaba un tono rojizo, el cual fue ignorado por Tony, creyendo que era una alucinación de parte de su estado. Cuando iba a preguntar a la niña sobre sus poderes vio la primera imagen.

¿Spider-man.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora