Prologo

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Es difícil negarte al destino, yo sinceramente no sabia si quería negarme a el o a la responsabilidad que conllevaba. Lamentablemente, no era la única que lo quería evitar. ¿porque? Porque cuando tu destino es frenar un grupo de personas aficionadas realmente poderosas, créeme, ganas enemigos. En especial enemigos poderosos, el tipo de enemigo que no sabes si vencerás, si perderás la batalla.

Yo antes era normal, o al menos pensaba que lo era. Tenia mis amigos, las personas que consideraba familia, y era feliz,  pero muy en el fondo sabia que no estaba completa. Que me faltaba algo . . .o alguien.

De repente, un día me veo forzada a aceptar que nada va a ser como antes. Que mi vida, mi mundo iba a cambiar completamente, y que no había nada para que pudiera evitarlo, pero. . . ¿en serio quería evitarlo?¿que me podía esperar en este incierto futuro?

Nada fácil, eso era seguro. Una batalla me esperaba, un largo camino por recorrer y obstáculos por superar. Perdidas, lagrimas y victorias en pequeñas luchas que formarían parte de la gran guerra que se avecinaba.

En el medio de todo esto pude conocer a personas que nunca me permitiré olvidar; verdaderos amigos, personas que me ayudaron en el camino, que nos ofrecieron refugio, y . . . él.

La oscuridad y el enigma personificado, era como un demonio que atraía con su penumbra queriendo embriagarte con sus misterios. Era lo peor del infierno por el simple echo de que era adictivo. Así era Felix Volker; sarcástico, misterioso, terco y orgulloso.

¿alguna vez escucharon el dicho "no juegues con fuego porque terminaras quemándote"? Bueno, yo fui lo suficiente estúpida o lo suficiente enamorada como para saber que no tenia ningún maldito problema si me quemaba, mientras fuera con sus llamas, a su lado.

La Heredera EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora