Capítulo 1: despedida.

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19 de septiembre del 2018. (Emily: 17 años) (Chandler Riggs: 18 años)

Comencé a meter varios objetos personales en mi mochila, mientras trataba que mis lágrimas no ganaran la batalla de salir de mis ojos. En teoría debería de sentirme bien, mis padres dijeron de mudarnos, para hacer una vida nueva y olvidarme de aquellas personas que me hacen pasarlo mal... Mire mi muñeca y suspire, recordando porque hacia estas cosas. Mis padres y mi hermano me animan, saben que me corto, intentan evitarlo, pero todos los intentos han sido en vano.

-¿Te echo una mano Emily?-dijo mi hermano entrando a mi habitación.Me encogí de hombros y este me abrazo alrededor de estos. La relación entre mi hermano y yo era muy diferente a la que se solía contar. Somos muy cariñosos el uno al otro. Aunque mi hermano es el popular y el mas guapo del instituto y yo, bueno, yo soy la antisocial, siempre solemos hablar y él es el que me anima. Es un chico alto, moreno y de ojos azules. Tiene tableta y musculo, resumiendo, el típico chico que todas mueren por el, aunque el tiene 19, hasta las de 12 años están enamoradas de el.- Deberías de estar feliz enana.-dijo.- Nos vamos a ir de aquí, volveremos a hacer nuestras vidas...

-Se que no quieres irte... Todo es mi culpa, tu estas aquí bien.-dije y este besó mi mejilla.

-A veces tener a niñas de 12 años mirándome coquetamente y  mordiéndose el labio no es muy agradable.-Dijo y solté una pequeña risa.

-¡Niños, vamos!-dijo mi madre y metí mi cuaderno de dibujo por ultimo en mi mochila, mi hermano y yo salimos de casa y nos montamos en el coche. No íbamos a ir muy lejos, íbamos a Atlanta, que estaba a 8 horas. Yo solo me dormí y espere a que llegáramos a la nueva casa.

(...)

-Hey... Hey enana...-escuche unos susurros y abrí mis ojos poco a poco.

-¿Ya hemos llegado?-pregunté mirando por la ventana y vi que habían camiones de mudanzas. Observé por el lado de mi hermano y observe una casa enorme, que parecía tener un jardín con piscina. Se formo una pequeña sonrisa en mi cara y pareció ser que mi hermano la vio, ya que el mi sonrió y abrió la puerta. Salio y yo salí detrás suyo.

-Vuestras habitaciones están pintadas y con algunos muebles, podéis ir mientras.-dijo mi padre con una caja y entramos a la casa, luego subimos las escaleras y entramos cada uno en su habitación. Vi la mía y sonreí. Estaba pintada de gris claro tenia una cama, un armario grande empotrado a la pared de color blanco y había poco más.

Deje la mochila encima de mi cama y cogí el móvil. Vi que tenia varios mensajes de las personas que me hacían acoso. Si, tenia su teléfono, ya que antes eran mis "amigos". Elimine todos los grupos y les bloquee en el WhatsApp. Suspire y deje el móvil en la cama.

Yo era una chica normal, de cuerpo normal, delgada, ojos grises y mi cabello un poco mas abajo de mis pechos y castaño Me hacen acoso desde los 9 años, y ahora tengo 17. Me mude ahora porque mis padres se enteraron que me pegaban, por eso me corto. Primero comenzaron los insultos, luego ya el problema psicológico-que me insultaban hasta yo pensar que era cierto- y por ultimo me pegaban. Suspire y metí la mano en mi mochila, sacando la navaja. Mire mi muñeca y me puse a pensar: mis padres me han traído aquí para olvidarme de todo, voy a hacer algo por ellos.

-¡Dylan!-llame a mi hermano y este apareció por la puerta.-¿Tienes alcohol y vendas?-pregunte y este alzo una ceja.

-¿Porque y para qué?

-Quiero curarme los cortes.-dije y este sonrió. Se fue a su habitación y volvió con lo que le había pedido. Cogí el alcohol y me puse en los cortes, dando delicadamente con la venda. Puse una mueca de dolor y luego me puse una venda alrededor de los cortes. Cuando acabe, cogí la navaja y salí de la casa. Me puse en frente de la papelera y mire la navaja. Suspire

The drastic change. (Chandler Riggs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora