Capítulo XXI (Fin de arco: Vento Aureo)

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(Nápoles, Italia, 2004)

Para la sorpresa de Jolyne, los días pasaron sobre la ciudad de Nápoles sin presentar ninguna anomalía como en los casos anteriores, inclusive podría jurar que había pasado ya una semana desde su llegada, en la que pasó cada noche bajo las sábanas de la cama de Giorno, siendo acompañada a veces por este cuando ella le ofrecía hacerlo, por muy raro que pareciese.

Sin embargo, a pesar de que habían pasado ya al menos 5 días desde su llegada a aquella ciudad italiana, realmente no había sucedido nada relevante que pudiera contar, más que el hecho de que de alguna manera Trish logró callar por las noches a Fugo y aquellas noches que compartía con Giorno para que este no se muriese de frío.

Actualmente, bajo la luz del sol y el calor de las sábanas como de la habitación en si, se encontraba nuestra protagonista, leyendo un libro acerca de historia romana, uno de los tantos escritos que su..., ¿amigo? guardaba en su estantería.

Y hablando de él.

- ¡JOLYNE! - Sin fijarse en tan siquiera si la puerta tenía seguro, un joven de una edad un poco mayor a los 20 años entró con rapidez y exclamando su nombre, cosa que evidentemente asustó a la peliverde que soltó su libro de manera instintiva.

- Mista, ¿¡pero que diablos!? -Molesta, la joven Kujo preguntó el motivo de su repentina llegada.

De alguna manera que no se esperaba en lo mas mínimo, Giorno se vio obligado a presentarla ante el resto de sus amigos debido a que se quedaría con ellos hasta..., cuando el destino quisiese. Lo bizarro del caso era que, a pesar de claramente haberla introducido como la hija de Jotaro del futuro, realmente nadie le prestó atención, creyendo que se trataba de alguna especie de broma, incluso cuando hace un poco menos de un par de años la habían visto d la mitad de su edad actual.

- Venía a avisarte algo que me encargó Giorno que te dijera -El italiano comentó, ignorando completamente la pregunta de la chica que no tuvo otra opción mas que alzar sus hombros.

- ¿Y dónde esta él? -Indignada, la americana preguntó mientras recogía del suelo el libro que había soltado por el susto.

- No estoy seguro, se fue en la madrugada a hacer alguno de sus reuniones habituales o yo que se, pero tiene que ver con lo que me dijo -Contestando a su pregunta, el europeo dijo mientras entrecerraba la puerta y se acercaba hacia la chica observante a todos sus movimientos.

- ¿Y que demonios te dijo? -La peliverde preguntó a la par que trataba de buscar la página en la que se había quedado previamente a la llegada de Mista.

- Solo que te veía en la catedral de la ciudad a las 2 y media, no me dijo porque -Con indiferencia debido a su personalidad descuidada (posiblemente), el italiano contestó mientras trataba de pensar en la otra cosa que le iba a decir. -Oh, y ya esta el desayuno, por si quieres venir -

Luego de asegurarse de que no se le olvidaba decirle nada, el hombre salió de la habitación con una sonrisa que más que agradable parecía un tanto incómoda para la fémina, aun así, decidió aceptar la invitación que le hizo Mista, dejando su libro sobre las sábanas que se encontraban arrugadas y esparcidas por toda la cama, ¿el motivo? posiblemente los pies inquietos de la chica durante la noche.

- Demonios, deberían de atarme los pies con una soga o algo así -Molesta consigo misma, la ojiverde bufó al ver la situación de la cama por su culpa a la par que dejaba el libro que estaba leyendo sobre la almohada en donde se había recargado.

Pese a la flojera que tenía, la bella chica se levantó de la cama luego de estirar sus brazos y pies lo más que pudo, llegando al punto en el que los huesos de estos tronaron a la par, liberando toda la tensión muscular en la que se había encontrado sometida por unos cuantos días. Después, cuando sus pies tocaron el cálido y esponjoso interior de las pantuflas prestadas por Giorno, la mujer se vio en la necesidad de obligar a sus pies de manera sincronizada para salir de la habitación.

JJBA: Lost in LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora