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―Te has puesto mal el vestido, preciosa―La sra.Merrill coloco bien el vestido de su hija menor.

La menor de cabellos de dudosa tonalidad entre miel y castaño no dejaba de preguntarse el por que ella no podía llevar pantalones como su hermano, pero gracias a su acallada personalidad simplemente sonrió a su madre dandole a entender que todo iba bien. A pesar de tan solo tener 3 años, sus padres ya sabían que sería la hija perfecta, buenas notas, obediente, hermosa, puede que hasta tocara el violín. La mujer estiró su mano para que la pequeña Lisa la tomara y así poder ir hacia el auto, donde Ace y el Sr.Merrill las esperaban.

―Princesa, si alguien de clase te hace algo debes decirselo a tu hermanito en el acto, ¿bien?―Lisa asintió ante las palabras de su padre mientras el auto paraba frente la escuela y su madre se despedía como si fuera a ser la última vez que los viera.

La campana hizo dar un pequeño salto a la muchacha, quien opino que ese ruido era demasiado fuerte como para oirlo cada hora. Notó como una mano tiraba de su brazo y se encontró con un chico sonriendole, aparentemente de su edad.

―Hola, soy Chris, ¿tú?―La niña tomó un poco de aire, ya que no estaba acostumbrada a hacer amigos y se le dificultaba bastante.

―Me llamo Lisa Merrill―¿Por que le hablaba?No era que le molestase, en absoluto, pero su madre le dijo que serían 20 niños en su clase y lo normal no era que el resto de niños fueran a hablar con ella.

Pudo ver como el niño pensaba que decirle ahora, y mientras miro a su alrededor dandose cuenta de que todos estaban ya en sus clases.

―¿Cual es tu escusa para venir tan temprano?Se supone que los de nuestra edad solo venimos las dos últimas horas―El rostro de la niña tornó a un tono rojizo, genial, ¿ahora que haría?Su madre se había confundido. Escuchó al otro niño reír y lo miro―Por tu cara puedo adivinar que es confusión

―¿Tú?―El chico se encogió de hombros y tras tomarla de la mano comenzó a caminar a los columpios del patio.

Ese día la niña hizo su primer amigo fuera del circulo social de su madre. Era tan distinto a aquellas niñas, tan sincero, divertido, bromista...Sin duda alguna, esa amistad iba a durar mucho.

[...]

Suspiró levemente entrando a la cabaña, donde solo estaban Teddy y Vern. Les sonrió y se sentó en su silla casera, la cual había sido un regalo de su apreciado Chris, a terminar de leer su novela favorita. Escuchaba de fondo los quejidos de Vern y las risas de Teddy cosa que hizo que sonriera sin poder evitarlo. A pesar de que su madre se hubiese quejado mucho de sus amistades, los cuatro idiotas con los que convivía eran lo mejor que tenía sin duda alguna. 

―Oye Lisa, si tuvieras que besar a un vagabundo o a una rana ¿A cual besarías?―La chica bajó su libro y los miró pensando.

―Depende...¿Desde cuando es vagabundo?

―Eso no importa, pero...pongamos que muchos años

―Entonces una rana, no quiero besar a alguien que no se lave los dientes―Negó con la cabeza.

―Yo tengo otra pregunta, si Chris no se lavara los dientes...¿Lo besarías a él o a la rana?―La chica miró fugazmente a Teddy abriendo la boca para quejarse, pero no salió sonido alguno de sus labios.

―¿Por que besaría a Chris?―Fue lo primero que pudo articular notando como sus mejillas se calentaban.

―Oh, venga ya, sabemos que te gusta, podemos tener 12 años, pero no somos idiotas―Tras la mirada de ambos niños Teddy agregó un "no tanto".

[...]

Aprovechando la concentración de su mejor amigo en aquella revista para adultos le birló el cigarro y lo apagó en la pared.

―¿Por que haces eso?―Gordie hizo un puchero mirandola, pero al ver como ella hacía otro, más efectivo, negó con la cabeza y siguió "leyendo"

―Ni se te ocurra intentarlo conmigo―Avisó Chris al notar que él era el siguiente.

Al escuchar como la chica suspiraba la sentó en su regazo y apoyó y cabeza en su hombro con cuidado de no quemarla con el cigarro. 

―Ya sabeis que a mi madre no le gusta que vuelva oliendo a humo―Dijo señalando una de las cartas de Chambers con la que seguro que ganaría.

―Honey, sabes que no pasara nada, nunca pasa―Le acarició la espalda con una sonrisa notando que la chica llevaba sostén.

Ya tenían 16 años, o cumplirían ese año. Ya no eran los mismos niños de hacía unos años, por lo que cada vez era más dificil controlar a sus amigos para que no se sobrepasaran con Lisa, a pesar de que ella también fuera amiga cercana de ellos. La puertecita se abrió de golpe dejando ver a Vern apresurado. Comenzó a contarles lo que había escuchado desde el porche de su casa y todos se sorprendieron.

―¿M-Muerto?―Al parecer la pregunta de Lisa no se escucho mientras todos chillaban lo que necesitarían para ir a por el muerto.

Todos bajaron rapidamente de la cabaña y cada uno fue a su casa a por todo para la aventura. A Lisa no le costó mucho convencer a sus padres,con sus buenas notas y buen comportamiento le permitían todo lo que deseara hacer y como sabían que en el fondo eran buenos chicos, no les importaba, al contrario que cuando comenzó su amistad. El timbre sonó y tras despedirse de sus padres corrió a la puerta viendo a Chris apoyado en el marco de la puerta.

Comenzaron a caminar y un par de calles más alante les alcanzó Gordie. Pasaron delante del mayor de los Merrill y de su mejor amigo y hermano de Chris, quienes quitaron la gorra de Gordie. Suspiró viendo la escena que estaban montando, ¿Como podía ser que su hermano tratase de quemarle la cara a Chris y nadie hiciera nada? Lo que no se esperaba era que Eyeball le tomara por la cintura y pegara contra un escaparate.

―Deberías venir con las cobras, nena―Nena...Ese apodo le repugno, al contrario que cuando su hermano le llamaba honey, no sabía muy bien por que amaba que Chris le llamara así.

―Ni en sueños―Lagrimas de impotencia vinieron a sus ojos, no cuando notó que el chico había apretado su trasero, sino cuando se dió cuenta de que mientras Gordie ayudaba a Chris, Ace había sonreido...Viendo tal acción.

―¡Sueltala!―Para cuando ellos se habían dado cuenta de la situación, un par de segundos despues, su cara entera ya estaba roja, como siempre que trataba de evitar llorar.

Ambos chicos de 18 años abandonaron el lugar mofandose de ellos. Gordie se quedo mirando como se llevaban su gorra mientras Chris hablaba con Lisa, quien ya había roto a llorar.

―Él lo vio...Y no me ayudo, es más, sonrió―Chris atrajo a la chica hacia él para abrazarla, ¿Quien se creía para tocar a su dulce Lisa?

―No te preocupes, honey, no dejaré que nadie vuelva a tocarte―Acarició los cabellos de la chica y besó su frente.


Pus decidí cambiar la edad de los protas a 16 años para cosas más interesantes, meperd0nan?

Honey―Chris ChambersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora