IV

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Aoko se vio en el espejo de cuerpo entero que se encontraba en el cuarto de Keiko. Su mejor amiga le había prestado un vestido azul, era un vestido simple, de cuello redondo y sin mangas con una falda que le llegaba hasta la rodilla. Ella piensa que el vestido es muy lindo, pero no cree que ella pueda lucirlo bien. Aunque, cuando Keiko se lo dio para que se lo pruebe, le había dicho que era perfecto para ella y Aoko no se arriesgaba a cuestionarla, ya que Keiko tenía buen gusto, al fin y al cabo, ella era parte del departamento de vestuario del club de teatro de la escuela.

Luego de dar un suspiro, modeló frente al espejo, tal vez el vestido no le queda tan mal después de todo. Sonrió y dio un repaso ligero a su presentación. Todo tenía que ser perfecto, cada gesto, cada movimiento, no debía tener ningún error.

Según la página web de la agencia, la audición sería individual: cada una de las postulantes tenía un horario programado para presentarse frente a los productores del grupo. En esa media hora designada, ellas tendrían que cantar, bailar y luego tendrían una entrevista con los productores para evaluar el aspecto del carisma, la cosa más importante de una idol. Después de todo, de nada sirve ser alguien con un gran talento, si no eres carismática y encantadora. Ese era el mayor miedo de Aoko, ya que ella no cree que su personalidad sea la adecuada. Una chica gritona y torpe no es buena para ser una idol. Las idols son chicas lindas y tiernas y Aoko no es nada de eso. Pero Aoko quiere ser una idol, esa invitación para audicionar no había sido solo una casualidad, ¿verdad?

Escuchó que tocaban la puerta, era Keiko. Aoko le dijo que puede pasar y, tras eso, Keiko entró a la habitación.

—Veo que estás lista, Aoko —dijo mientras se acercaba a ella.

—Muchas gracias por prestarme el vestido, Keiko. Es hermoso.

—No te preocupes. Te ves muy bien —Keiko la examinó—. Aunque, creo que falta algo...

Keiko fue hacia su cómoda y abrió el primer cajón. De ahí, sacó un cinturón blanco y un moño blanco y azul para el cabello.

—Ahora sí, estás perfecta, Aoko —dijo después de ponerle los accesorios.

Aoko sonrió y le dio un abrazo a su mejor amiga para agradecerle por lo que estaba haciendo por ella. Ella jamás pensó en el vestuario con gran detalle. Originalmente, su plan era ir con el uniforme de la escuela o quizás ir a su casa y ponerse una camiseta y una falda, como normalmente se vestía.

—¡Estás hermosa, Aoko-chan! ¡Ahora ve a la audición y consigue ese lugar en el grupo! ¡Serás la idol más grande de Japón! Como Seiko-chan, ¡ya lo verás!

—No creo llegar a su nivel, pero espero pasar la audición y que el grupo tenga una larga carrera.

—Sé optimista, Aoko-chan. Todo estará bien. ¡Ahora vamos a la audición! No querrás llegar tarde, ¿o sí?

Aoko se dirigió a la entrada, mientras Keiko buscaba los zapatos para su vestuario. Después de un rato, Keiko apareció con una chaqueta blanca y un par de zapatos con tacones bajos de color blanco. Tras colocarse los zapatos y la chaqueta, Keiko y ella fueron a la estación de trenes para ir a la agencia.

Por suerte, en el tren que subieron había asientos disponibles. Así que, ambas se sentaron juntas.

Aoko estaba muy nerviosa, su corazón latía muy rápido, el anhelo de convertirse en una idol había incrementado cada vez más desde que el joven le dio ese volante.

Sus planes iniciales sobre su futuro eran estudiar leyes en la universidad junto a sus amigos, en especial, Kaito. Luego de ser una de las mejores de su generación, ella trabajaría en un gran bufete, y tal vez ella y Kaito se confesarían sus sentimientos confusos y tal vez se casarían y tal vez tendrían una gran familia feliz. Sin embargo, luego de enterarse de su secreto, tenía que cambiar sus planes, excluyendo a Kaito de ellos para siempre.

Ahora, pensar en esos sueños infantiles, ya no la satisfacían, ella quiere ser idol y mucho. Sintió que Keiko tomó su mano en señal de apoyo. Aoko sonrió.

Sí, ser idol será lo mejor.

Amor FatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora