-¿Cómo has estado?-se acomodó en el asiento de la pequeña cafetería, coloco su comida en la mesa, mientras me miraba sonriente.
-Bien, algo nerviosa por las clases pero bien-lo mire y le devolví una cálida sonrisa, mientras el acomodaba su cabello.
-Tranquila, te va a ir bien, y si tienes algún problema con alguna materia, yo te ayudo-decía despreocupado mientras comía un poco de su sándwich.
-Gracias, de verdad.
-Y dime, ¿Cómo entraste a esta universidad?-Zayn me pregunto mientras terminaba su bebida.
-Pues, yo en mi colegio siempre tuve las mejores notas, así que al hacer la prueba de aceptación, revisaron mi hoja de vida y me dijeron que como tenía tan buenas calificaciones merecía una beca.
-¿Solo por eso? Wow-se asombró un poco, pero que más le puedo decir si esa es la verdad, eso me dijo mi madre…mi madre, ya la extraño.
-Sí, supongo que me hago querer, al igual eso me dijo mi madre y…no se-reí un poco y alce mis hombros inocentemente.
-En eso si tienes razón.-dice mirándome fijamente, cuando lo veo, me guiña un ojo, creo que es un Dios griego. Yo simplemente sonrió un poco y le sostengo la mirada.
-¿Qué clase tienes ahora?-decide romper el silencio, ríe en lo bajo. Niega con la cabeza mientras susurra algo que no logro entender.
-Literatura ¿y tú?
-¡Tengo la misma!-dice algo entusiasmado-¿te parece si te acompaño?
-Sí, me encantaría, igual no se llegar al salón, así que me sirves de ayuda-digo mientras me levanto de la mesa y me dirijo a botar los restos, y Zayn imita mi acción.
-Dale, vamos-en el camino me explico un poco de la materia y de que la maestra Fibby era de las mejores maestras, pero que siempre le llamaba la atención en clases a él, lo que me causo gracia, ¡que nervios!
-Bueno, este es nuestro salón-paro enfrente de un salón de clase; al entrar ya había algunas chicas en el salón, las cuales me miraron algo raro, pero al ver a Zayn todas comenzaron a murmurar y a batir sus pestañas. Dios, ¿todas las chicas eran así de zorras? ¿O yo estoy viendo mal?
-Ven sentémonos acá-tomo mi mano, jalándome hacia unos puestos que estaban al final del aula, para acomodarnos ahí, acomode mi mochila, Zayn se sentó en el puesto del lado.
-Estoy muy ansiosa Zayn-lo miro algo preocupada haciendo sonar mis uñas y moviendo mis pies impacientemente.
-Tranquila nena, toda va a estar bien, ni que fueras a la cárcel…bueno, esto es como una cárcel, pero no tan malo-me sonrió intentando tranquilizarme, este chico era, Zayn sonrisa y pestañas perfectas Malik.
-Bueno, creo que tienes razón, me tranquilizaré, al fin y al cabo no puede ser tan malo-el simplemente asintió y coloco su mano sobre la mía, parando el extraño sonido que estaban causando mis uñas, se quedó mirándome fijamente con esos ojos miel, con algo de café, era un color que aún no lograba descifrar, cuando estaba a punto de decir algo, llego la maestra, supongo que ella es la famosa Fibby.
-¡Hola jóvenes!, buenos días a todos, espero que hayan disfrutado sus vacaciones-dijo la maestra mientras caminaba rápidamente con pasos cortos hacia su escritorio. Estaba concentrada escuchando a la maestra cuando escucho mi nombre a lo lejos.
-¡Hey, Helena!-estaba llamando Zayn en susurros.
-Perdóname, enserio, ¿Qué me decías?-dije también muy bajo, ya que el salón estaba en silencio y si hablábamos muy duro, nuestras voces se escucharían.
