Hasta luego, mi ángel

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(10 años después)

Y ahí yacía él, su cuerpo tirado con los brazos y piernas extendidos en el corto y suave pasto verde, con el viento fresco tardecino acariciando sus cabellos suavemente al igual que sus recuerdos de hace 10 años atrás. Cerrando los ojos y suspirando recordando aquél tan vívido día cuando por causa de un problema que a la edad de ocho años aún no comprendía del todo, se topó con un hermoso ángel llamado Jungkook, con los cabellos negros ocultando levemente su brillante y dulce mirada, él acercándose sin saber de dónde venía y Jimin confiando en un "extraño" el cual no quería que se vaya porque sentía paz estando con él. Recordando que sin malicia y por altruismo, Jungkook pegó sus finos labios carmesí con los suyos para regalarle su primer mágico y bendito primer beso para sanar las heridas de sus rodillas.

Cada día que pasaba, Jimin lo recordaba como un dulce recuerdo sin saber, que cuando ambos hicieron la promesa de volver a verse, ya no volvería a ser así, al menos por ahora.

"¿Promete que estará cuando yo venga?"

"Lo prometo, pequeño"

El rubio juraba, realmente lo hacía cuando de reojo lo miraba ahí parado junto a los columpios, con su misma preciosa sonrisa de ángel con la cuál le sonrió por primera vez. Y Jimin siempre recordando y esperando a que su promesa pudiera cumplirse.

Ahora han pasado 10 años y las cosas han cambiado, él ya no podía ver a los ángeles como cuando era pequeño, sin embargo muchas veces, cuando terminaba de sus clases y pasaba por aquel parque y se recostaba en las sombras como usualmente lo hacía, sentía paz, pero también sentía roces pareciendo unas tibias manos alrededor de sus mejillas rosas cuando cerraba los ojos, solamente sonreía porque sentía que Jungkook seguiría ahí, aunque no lo pudiese ver.

Exactamente hoy era su cumpleaños número diez y ocho y Jimin solo tenía un deseo en mente, como todos los años.

”Deseo volver a ver y tocar a Jungkook, mi ángel"

Una lágrima sin contener salió de su ojo sin querer.

—Jungkook, ¿A dónde has ido? Quiero verte, por favor— Dijo entre susurros, una mano se aferró al pasto por impotencia y frustración.

En diez años no podía olvidarlo, y probablemente nunca lo haría, cuando tiempo pasaba, Jimin en cada etapa de su vida sentía a Jungkook diferente, pero al final de cuentas supo que desde el principio se enamoró de su rostro, de su amabilidad y su voz. Estaba seguro.

Pero Jungkook es un ángel, se repetía día con día.
Quizá fue la primera y última vez que se dejó ver.

Su pecho dolía de tristeza y melancolía, abriendo los ojos lentamente, pudo ver qué la noche caía de a poco, tiñendose el cielo de un azul a púrpura, rosa y naranja, Jimin pensó que ya era hora de volver a casa luego de tontear mucho rato, la gente en ese pequeño lugar comenzaba a faltar, quedándose cada vez más solitario y su madre seguramente le tenía preparado algo para festejar.

Levantándose de a poco, alcanzó su mochila y se sacudió por detrás de los pantalones con las manos, alzó la mirada al cielo y sonrió cálidamente para si mismo, Jungkook seguiría presente en él y su corazón aún si estuviera ahí arriba sin volver.

Caminando despacio hasta los columpios, con la melancolía presente, se sentó meciéndose lentamente, sus manos tocaban las cadenas a sus costados como aquel día, solo que esta vez no tenía heridas físicas, sino del corazón.

—Veo que sigues siendo como un pequeño niño indefenso, Jimin.

Las cadenas que sostenía con ligereza fueron fuertemente apretadas y sus ojos no tardaron en mirar hasta arriba tan rápido, fugazmente como una estrella en el cielo.

Beso Bendito | KookMin | MiniFic [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora