Capítulo dieciséis.

11.7K 1.5K 443
                                    

Han pasado toda la mañana en casa, viendo películas. Todas han sido elección del omega, y para el alfa son aburridas. Tratan sobre amor y esas cosas. Yibo sólo las aguanta porque a Zhan le gustan y cuando las ve, no se está quejando de los dolores que el embarazo le ha dejado. Hoy cumplía los ocho meses y su estómago parecía querer reventar. Por la noche irían a casa de sus padres al Baby shower, gracias al cielo Zhan era buen actor e hizo como que no sabía nada. Incluso lloró un poco para hacerlo más real.
Yibo mete una mano dentro de la camisa de Zhan, él está sobre su pecho, disfrutando el calor y la película. Acaricia su panza, sintiendo los movimientos que el bebé da. Bajo su mano, siente a Zhan removerse incómodo. Va subiendo, con tal de sentir más a su bebé, pero el pelinegro le para.

—No lo hagas.

—¿Tocarte?

—Muy arriba.

—¿Por qué?  —Frunce su ceño. —Siempre lo hago.

—Si pero, ya no quiero.

—Tú tienes algo, dime.

Zhan niega, pegándose más a Yibo y cruzando sus brazos sobre el pecho.

—Vamos, A-Zhan. Puedes decirme.

—Es vergonzoso, déjame.

—¿Es por el embarazo? —Zhan asiente. —Entonces no lo es.

—Yibo... me da pena.

—Amor, está bien. Dime. —acaricia su cabello, suave para darle confianza.

—Yo... yo tengo de esos protectores para el pecho por.... tú sabes.

—No sé.

—¡Yibo! —Chilla y le pega.

—Okay, okay. —se ríe. —¿Era eso?

—Si, es horrible.

—Es tierno. Y hasta sexy.

—No lo es y estoy harto. Tengo ocho meses y casi no puedo ni respirar.

—Tenemos la cesárea programada en dos semanas, Zhan.

—Estoy nervioso, no quiero que nada salga mal.

—.... No estás marcado.

Yibo lo suelta, tomando asiento en la cama y tirando de sus cabellos.

—Tranquilo, Yibo.

—Si no estás marcado puedes hasta morir, Zhan. ¿Cómo voy a estar tranquilo?

—No va a pasar nada, ¿okay?, perdón por decir eso.

Sin contestar, Yibo vuelva a recostarse, abrazando y besando la cabeza del omega.

—Estará bien, Yibo.

—No quiero que te vayas.

—No me voy a ir. Aquí me voy a quedar.

—Te quiero, Zhan. —confiesa, apretándolo contra su cuerpo.

El corazón de Zhan bombea fuerte en su pecho, tanto que cree que se saldrá. Trata de mantenerse al margen y contesta de igual manera.

—También te quiero, Yibo.

«🐰»

Zhan le sonríe a la gente que llega a la casa de los padres de Yibo. No conoce a nadie y le da nervios cuando alguien se acerca a saludarle. No sabe donde se ha metido el alfa, probablemente esté platicando con sus primos, pero Zhan lo quiere aquí.

—Hola. —una niña, de al menos cinco años le tira de su camiseta. Es de Yibo y por su estómago ya no le queda tan grande.

—Hola, nena. — le acaricia el cabello.

Ven aquí, y ámame. »YiZhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora