Ven aquí, y ámame. »YiZhan.

Capítulo trece.

Zhan se recuesta en la cama, quitando su propia camisa. Yibo quiere tirarse sobre él y besarle hasta que sus labios sangre, pero se recuerda que necesita calmarse.

Pronto, el omega siente como su ropa interior se moja, quedando húmeda por su lubricante. Yibo se posiciona sobre él, apoyándose en sus brazos para no lastimarlo.

—Quiero~ quiero...

—Haz lo que quieras. —le dice acariciando sus mejillas.

Le quita los pantalones de pijamas, ya húmedos, casi arráncandolos. Hace lo mismo con los boxers del pelinegro, dejándolo desnudo. Zhan se queja, sintiendo el frío aire, pidiendo por el calor del alfa.

—Yibo, ah. —jadea.

Una mano traviesa del alfa se abre paso entre sus glúteos, llegando hasta su entrada. Está caliente y mojada. Yibo gruñe, con el pensamiento de estar ahí dentro. El también se quita la ropa sin cuidado y lo más rápido si puede.

—Tranquilo. —Zhan le dice, acariciando los brazos del castaño.

Parece no escucharle. Sus ojos son rojos y sus dientes se han convertido en colmillos.

—Umm.

Yibo abre las piernas del omega, metiendo sus dedos y apretando sus muslos. Zhan toma la sábana que está debajo de su cuerpo. Mira aún lado, viendo al alfa tomar su miembro entre sus manos. No lo recordaba tan grande.

El castaño cae sobre sus labios, besándolo con disfrute y gruñidos incluidos. Zhan envuelve sus brazos en el cuello del alfa cuando lo siente entrar en él.

—Mmm si. —murmura y el castaño comienza a moverse en su interior.

Yibo mordisquea su cuello, quiere romper la piel del omega hasta hacerla sangrar, pero su alfa le recuerda que podría ser malo.

—Me alegro que seas tú quien haya aceptado mi nudo. —el alfa habla, sin dejar de moverse. —Me alegra saber que llevas a mi cachorro dentro. —gruñe al sentir que pronto se vendría. —Mío.

Zhan no aguanta mucho y se corre. No tarda tanto y el nudo de Yibo comienza a hincharse.

—Shhh. —seca sus lágrimas. —Sólo espera y no te muevas. —lame las marcas que le dejo, buscando curarlas.

Para las nueve A.M. Yibo ha anudando a Zhan unas 4 veces más. Éste era el primer celo donde no se le hacía tan doloroso, pero si se sentía más necesitado. Ni siquiera en el anterior estuvo así.

—Tenemos que comer, Yibo. —el omega habla en susurros con el alfa temblando a su lado.

Hace al menos tres minutos su último nudo se había deshinchado y aún seguía bajo los efectos de la excitación.

—No quiero comer.

—Debes comer.

—No. Quiero estar aquí, contigo.

—Aunque sea agua.

—Dije que no. Quédate aquí. —aclara su garganta. —Por favor.

—Okay. —se recuesta a su lado, entrando en los calientes brazos del alfa. Coloca su oreja sobre su pecho, oyendo el fuerte bombeo de su corazón. —Yibo.

—¿Qué?

—Cuando... cuando decías que yo no era tu omega, ¿no lo sentías?

—Si. Mucho.

—¿Entonces?

—Ya lo había sentido antes, pero resultó no ser mi omega.

—¿Creíste que sería lo mismo ésta vez?

—Si.

—Y... ¿Quién era?

—Alguien.

—¡Yibo! —Dice con voz cansada, luego bosteza. —Dime.

—Fue hace dos años, déjalo pasar.

—No quiero.

—Que odioso eres.

—Así me quieres.

Yibo no contesta a eso, pero sonríe.

—Fue hace dos años, cuando aún estaba en la otra escuela. Una cerca de mi casa. Bueno, a los dieciséis pasé mi primer celo y estuve sólo, fue el peor. —aclara su garganta. —Después de eso conocí a alguien, se llamaba ZuiYi, estaba en mi clase y me gustó.

Innecesariamente, Zhan siente celos, y más de que fuese mujer.

—Yo sentía que era mi omega, a pesar de que mi alfa nunca me dijo nada sobre ella. Para mi segundo celo lo pasé con ella y yo había cumplido los diecisiete.  —aprieta más a Zhan contra él, para rascar sus brazos mejor. —Nunca la marqué, porque todavía éramos muy jóvenes. A las dos semanas ella me dijo que estaba embarazada. Le dijimos a mis padres y a los de ella, y se molestaron, diciendo que aún éramos muy pequeños, al fin acabaron por aceptarlo.

—Y~

—Déjame terminar. —rueda los ojos, besando la cabeza del omega con cariño. —Sólo aguantó dos meses y tuvo un aborto natural. No pudo resistir porque no estaba marcada y... No era mi omega.

—Lo siento mucho, Yibo.

—Está bien. —dice, pero no lo está. Aún sigue doliendo, no tanto como antes, pero lo hace.

Zhan no vuelve a hablar, se queda callado, escuchando como la respiración del alfa comenzaba a calmarse y se quedaba dormido, poco a poco.

Se aleja, parándose. Necesita tomar una ducha y comer algo. También traería agua y unas pastillas para aliviar el dolor del celo para Yibo. Busca una camisa grande del alfa para ponérsela después de la ducha.

Abre la regadera y el agua cálida moja su cabeza, recorriendo su cuerpo son rapidez.

¿Entonces por eso Yibo era tan cerrado?, Zhan se pregunta. Y lo entendía, tenía miedo a volver a caer en lo mismo y que al final, tampoco sea lo que esperaba. Estaba feliz de ser el omega de Yibo. Él lo era, siempre lo supo y lo sintió.

Y estar embarazado de seis meses sin una marca, lo confirmaba.

La puerta del baño se abre, revelando al alfa con los ojos oscuros y el cuerpo sudado de excitación.

Mierda.

No estaba muerta, andaba de parranda 🥴

Cuando termine de publicar esta fic, les traeré otra historia omegaverse, ¿que dicen mis watermelonas?