🌟 Parte XVIII 🌟

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"Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes o tal vez... Siempre supiste lo que tenías pero nunca pensaste que lo perderías"


Espera, necesito procesar la información

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Espera, necesito procesar la información. ¿Cómo que se va de intercambio a Londres por un jodido año?

¿Londres?

¿Irse?

¿Por un año?

¿Tanto tiempo?

—¿En serio mamá? —pregunta Kael con asombro y total emoción en su semblante.

—Esperen un momento —Todos voltean a verme, aclaro mi garganta. Mierda, ni siquiera puedo hablar—. ¿Cómo que se va a Londres por un año? —Suelto una pequeña risa nerviosa—. ¿Por un año? ¿Por qué a Londres y por qué tanto tiempo?

Kael me mira y de repente baja la cabeza, evitando mi mirada.

—Hace unos meses llegó una solicitud para participar en un intercambio con la Universidad de Londres por un año. Un estudiante haría una pasantía aquí y yo me iría hacer una allá... pero jamás pensé que de verdad pasaría. Solamente lo hice por curiosidad.

—¡Felicidades!

Todos empezaron a levantarse de sus respectivos asientos, felicitando a Kael y a los padres de los mellizos alegremente, mientras yo permanecía en mi asiento.

¿De verdad se iría?

¿Duraría un año sin poder verlo?

¿Por qué no me contó nada?

Me paré sigilosamente de mi asiento y salí de la casa en automático, como si ya no tuviera el control de mi cuerpo. Necesitaba estar sola, la noticia me había caído como un cubo de agua fría en pleno invierno.

Dios, ¿por qué los sentimientos son tan contradictorios? ¿No debería estar feliz porque por fin él dejará de molestarme por un año? ¿No debería estar feliz porque él está logrando su sueño? Joder, estoy siendo demasiado egoísta.

Llevo la mano a mi pecho al sentir un dolor punzante en la zona. Mi pecho duele, mi garganta arde, mis ojos pican.

—¡Sam! —Una voz me hizo frenar de repente. Sus pasos se escucharon muy cerca de mí mas no paré. Continué caminando —. Al fin te encuentro, ¿qué haces aquí afuera? —dice una vez llega a mi lado.

No lo miré, en este momento no quería ver a nadie.

Me sentía enojada.

Enojada conmigo misma.

—Sólo estaba dando un paseo —dije,
respondiendo a su respuesta y dando por terminada la conversación.

Sin esperarlo, continúe caminando. Pensé que no me seguiría o volvería a la casa, pero cuando sentí sus pasos a mi lado supe que al parecer para él la conversación seguía intacta.

—¿Te afectó mucho la noticia? —Un escalofrío recorrió mi espina dorsal—. No tienes que ocultarme nada.

—Gael, no tengo ganas de hablar.

—Pero ahora mismo lo estás haciendo, sólo tienes que respoder mi pregunta con un sí o no, no te cuesta nada.

—Sí me cuesta, ¿okay? —Paro de repente, esta vez mirándolo a la cara—. Este maldito nudo en la garganta me presiona, no me deja hablar, no de me deja pensar. Estoy muy confundida, Gael.

—Sólo se irá por un año, no tienes porque preocuparte.

—¡Claro que me preocupo! —grité en un arrebato.

—¿Qué te preocupa? —pregunta—. ¿Por qué a las personas les cuesta tanto aceptar sus sentimientos? Porque no admites de una vez que estás enamorada de Kael.

—¿Por qué ahora? Llevo cuatro años conociendolo, ¿por qué justo ahora?

—Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes —dice.

Me rio de mi misma, pensando en lo erróneo de sus palabras. Siempre supe lo que Kael sentía por mí. Siempre supe que era el mejor chico que se pudiera pedir. Que estaba para mí en las buenas y en las malas aunque no fuéramos más que amigos que se querían como hermanos, o hasta más.

Siempre lo supe.

Lo miré nostálgica, y en una sonrisa dije: —Siempre supe lo que tenía pero nunca pensé que lo perdería.

Se acerca a mí, toma ambas de mis manos entre las suyas, dándoles calor, y me siento un poco aliviada solo por su contacto. Nunca tuve un hermano de sangre puesto que soy hija única, pero desde que aparecieron estos chicos supe que no necesitábamos tener lazos de sangre porque podía confiar en ellos y viceversa.

—No soy un filósofo y tampoco un poeta pero con certeza te puedo decir que si alguna vez Kael decidiera renunciar a ti, sería porque ya no hay esperanzas.

—¿Qué quieres decir?

Me sonríe—. Siempre te haz sentido así por Kael, siempre lo haz querido, pero jamás te diste la oportunidad de que tus sentimientos salieran a flote, siempre los reprimiste. Ahora, después de tanto tiempo, tus sentimientos ya no aguantan tanta prisión y quieres salir a la luz —dice, aún sosteniendo mis manos—. Todos somos una bomba de tiempo, Samsara, y en algún momento terminará explotando y dejando todo salir. Eso ha pasado contigo, algo detonó la bomba de sentimientos que ahora cargas y te diste cuenta de una vez que Kael era más importante para ti de lo que parecía.

¿Algo detonó la bomba?

Los celos... Me he estado sintiendo así desde que él empezó a salir con Carla, y desde que empezó a ignorame.

—Entonces, ¿estás diciendo que siempre he estado enamorada de Kael?

Él tuerce los labios pensativo—. Siempre es mucho tiempo —dice—. Tal vez no siempre, más bien creo que el necesario.

—¿Qué haría sin ustedes?

—¿Morirte tal vez?

Eso me hace reír—. Tampoco tanto, ¿eh?

Los dos nos ponemos a reír.

—Gracias, Gael —digo sincera—. Gracias por ser los hermanos y amigos que nunca tuve.

—Y cuñados —dice, señalandome con su dedo índice. Alzo las cejas—. Hermanos y cuñados.

Él sonrió y llevó sus manos a mis mejillas, estrujandolas con sus dedos. Empecé a reírme sin poder evitarlo.

—¿Volvemos? —pregunta y yo asiento—. ¿Ahora sabes lo que tienes que hacer?

Vuelvo a asentir

Nos encaminamos a la casa

Sus brazos dándome calor sobre mis hombros, me hacen sentir protegida. No sé que haría sin estos chicos. Una vez llegamos a la puerta, la abro, aún pensando que haría con estos raros sentimientos. Tal vez debería hablar con él, decirle como me siento. Sí, debería hacer eso.

Debería decirle que...

Sin dejarme pestañear, a penas pongo un pie en la casa, Kael se abalanza hacia Gael, dejándome en schock. Y este empieza a golpearlo sin control.

¿Qué demonios...?

Hasta que te enamores de mí [Kurte#1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora